Cada vez que la falta de comida coincid´ıa con el turno de Ron de usar el Horcrux, se volv´ıa directamente desagradable.
“¿Entonces a donde vamos ahora?” era el constante estribillo. Parec´ıa no tener ideas propias, pero esperaba que Harry y Hermione idearan planes mientras él se sentaba y meditaba sobre el escaso abastecimiento de comida.
En consecuencia, Harry y Hermione pasaban infructuosas horas tratando de decidir donde podr´ıan encontrar los otros Horcruxes, y como destruir el que ya ten´ıan, y sus conversaciones se volv´ıan cada vez más repetitivas, ya que no ten´ıan nueva información.
Como Dumbledore le hab´ıa dicho a Harry que cre´ıa que Voldemort hab´ıa escondido Horcruxes en lugares importantes para él, segu´ıan compendiando, como en una especie de lúgubre itinerario, aquellas localidades en las que sab´ıan que Voldemort hab´ıa vivido o visitado. El Orfanato donde hab´ıa nacido y se hab´ıa criado; Hogwarts, donde hab´ıa sido educado; Borgin and Burkes, donde hab´ıa trabajado después de terminar su educación; Albania, donde hab´ıa pasado los a˜nos de exilio. En ellas sentaban las bases para sus especulaciones.
“Si, vayamos a Albania. No deber´ıa llevarnos más de unas tarde registrar un pa´ıs entero” dijo Ron sarcásticamente.
“No puede haber nada all´ı. Ya hab´ıa hecho cinco Horcruxes antes de irse al exilio, y Dumbledore estaba seguro que la serpiente fue el sexto” dijo Hermione. “Sabemos que la serpiente no está en Albania, generalmente está con Vol...”
“¿No os he pedido que dejéis de decir eso?”
“¡De acuerdo! La serpiente generalmente está con Ya-sabes-quién... ¿contento?”
“No exactamente.”
“No puedo creer que haya escondido nada en Borgin and Burkes” dijo Harry, que ya hab´ıa repasado este punto varias veces antes, pero lo repitió simplemente para romper el incómodo silencio. “Borgin and Burkes eran expertos en objetos oscuros, hubieran reconocido un Horcrux en el acto.”
Ron bostezó intencionadamente. Reprimiendo el fuerte deseo de tirarle algo, Harry continuó escarbando “Todav´ıa creo que puede haber escondido alguno en Hogwarts.”
CAPÍTULO 15. LA VENGANZA DE LOS DUENDES
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Hermione suspiró.
“¡Pero Dumbledore lo hubiera encontrado, Harry!”
Harry repitió el argumento que continuaba aportando a favor de su teor´ıa.
“Dumbledore me dijo que nunca hab´ıa dado por sentado que conociera todos los secretos de Hogwarts. Estoy seguro, si hay un lugar donde Vol...”
“¡OI!”
“¡YA-SABES-QUIEN, entonces!” gritó Harry, aguijoneado más alla de su tolerancia.
“¡Si existe un lugar verdaderamente importante para Ya-sabes-quién, es Hogwarts!”
“Oh, vamos.” Se burló Ron. “¿Su colegio?”
“¡Si, su colegio! Fue su primer hogar verdadero, el lugar que lo hizo especial; lo significa todo para él, y aún después de irse...”
“Estamos hablando de Ya-sabes-quién, ¿no? No de ti” Inquirió Ron. Estaba tirando de la cadena del Horcrux que le colgaba del cuello; Harry se vio invadido por el deseo de apoderarse de ella y estrangularlo.
“Nos contaste que Ya-sabes-quien le pidió a Dumbledore que le diera trabajo después de graduarse” dijo Hermione.
“Si as´ı es” dijo Harry.
“Y Dumbledore pensó que solo quer´ıa volver para tratar de encontrar algo, probablemente otro objeto de los fundadores, ¿Tal vez para convertirlo en otro Horcrux?”
“Si” dijo Harry.
“Pero no consiguió el puesto, ¿verdad?” dijo Hermione, “¡As´ı que no tuvo la oportunidad de encontrar un objeto perteneciente a los fundadores all´ı y esconderlo en el colegio!”
“Vale, entonces” dijo Harry, derrotado. “Olv´ıdaros de Hogwarts.”
Sin otras pistas que seguir, viajaron a Londres y, escondidos bajo la capa de invisibilidad, buscaron el orfanato donde Voldemort hab´ıa crecido. Hermione se introdujo furtivamente en una biblioteca y descubrió en sus archivos que el lugar hab´ıa sido demolido muchos a˜nos antes. Visitaron el lugar y encontraron un bloque de oficinas.
“Podr´ıamos intentar excavar los cimientos” sugirió Hermione con poco entusiasmo.
“No habr´ıa escondido un Horcrux aqu´ı.” dijo Harry. Lo hab´ıa sabido todo el tiempo.
Para Voldemort, el orfanato hab´ıa sido el lugar del cual estaba determinado a escapar; nunca hubiera escondido parte de su alma all´ı. Dumbledore le hab´ıa revelado a Harry que Voldemort buscaba grandeza o misterio al elegir sus escondrijos; esta lúgubre esquina gris de Londres era lo más alejado que se pudiera imaginar de Hogwarts, o del Ministerio o de un edificio como Gringotts, el Banco de los Brujos, con sus puertas doradas y pisos de mármol.