’A qué te ... Tengo miedo ... ¿Qué?’ protestó el Primer Ministro Fudge tomó un gran y profundo suspiro y dijo, ‘Primer Ministro, lamento mucho decirte que él ha vuelto.
El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado ha vuelto’.
’¿Ha vuelto? Cuando dices ‘vuelto’ ... ¿está vivo? Me refiero –‘
El Primer Ministro buscó en su memoria los detalles de aquella horrible conversación de tres años atrás, cuando Fudge le había contado acerca de un mago a quien temía todo el resto, el mago que había cometido miles de crímenes terribles antes de su misteriosa desaparición quince años atrás.
’Sí, vivo,’ dijo Fudge. ‘Eso es – No lo sé – es un hombre vivo si, ¿no puede ser matado? Realmente no lo entiendo, y Dumbledore no lo explicará bien – pero de todos modos, él tiene un cuerpo y camina y habla y mata, por lo que supongo, por los propósitos de esta charla, sí, él esta vivo.’
Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details El Primer Ministro no sabía qué decir, pero un hábito persistente de desear estar bien informado de cualquier tipo de cosa que se le presente le hizo proyectar cualquier detalle que pudiera recordar de conversaciones previas.
’¿Es Serious Black con – este – El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado?’
’¿Black? ¿Black?’ dijo Fudge discretamente, poniendo su sombrero rápidamente en sus dedos. ‘¿Sirius Black te refieres? Por las barbas de Merlín, no. Black está muerto. Al final estábamos – este – equivocados con Black. Era inocente. Y no estaba ligado a El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Me refiero,’ agregó en defensiva, haciendo girar su sombrero más rápidamente, ‘las evidencias señalan – tenemos más de cincuenta testigos – pero de todos modos, como digo, está muerto. Asesinado, de hecho. En las inmediaciones del Ministerio de Magia. Va a haber una investigación, por ahora ...’
Para su gran sorpresa, el Primer Ministro sintió un gugaz intento de pena por Fudge. Era, sin embargo, eclipsado casi inmediatamente por un resplandor de poco engreído, deficiente como si estuviese en el área de fuego donde se materializa, nunca había habido un asesinato en ningún departamento de gobierno bajo su cargo ... Hasta ahora no
...
Mientras el Primer Ministro surreptuosamente tocaba la madera de su escritorio, Fudge continuó, ‘Pero los Black ...
El punto es que estamos en guerra, Primer Ministro, y se deben tomar medidas.’
’¿En guerra?’ repitió el Primer Ministro nerviosamente. ‘¿Seguramente es un poco exagerado?’
’El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado se ha unido ahora con esos seguidores que se fugaron de Azkaban en Enero,’ dijo Fudge, hablando más y más rápidamente y girando su sombrero tan rápido que parecía un desdibujado verde-lima.
‘Desde que se escaparon, han estado haciendo estragos. El Puente Borckdale – lo hizo él, Primer Ministro, amenazó a un montón de Muggles se matarlos a menos que estuviera lejos de él –‘’¡Qué dolor, por lo que es tu culpa que esa gente fuera asesinada y tengo que responder preguntas sobre el camión oxidado y corroer las juntas en expansión y no se qué más!’ dijo el Primer Ministro furiosamente.
’¡Mi culpa!’ dijo Fudge, sonrojándose. ‘¿Estás diciendo que habrías entrado en ese chantaje así?’
’Quizás no,’ dijo el Primer Ministro, parándose y dando zancadas en la habitación, ‘pero hubiese puesto todos mis esfuerzos en atrapar al chanta antes de que cometiera semejante atrocidad!’
’¿Realmente piensas que no he estado haciendo demasiados esfuerzos?’ demandó Fudge acaloradamente. ‘Cada Auror en el Ministerio estuvo – y está – tratando de encontrarlo y persigue a sus seguidores, pero ocurre que estamos hablando de uno de los magos más poderosos de todos los tiempos, ¡un mago que ha eludido la captura por más de tres décadas!’
’¿Por lo que supongo que me vas a decir que causó un huracán en el West Country también?’ dijo el Primer Ministro, su temperamento comenzaba a subir en cada paso que daba. Le enfuría descubrir la razón de estos terribles desastres y no poder decírcelo al público, casi peor que sea la culpa del gobierno.
’Eso no fue un huracán,’ dijo Fudge miserablemente.
’¡Perdóname!’ ladró el Primer Ministro, ahora pateando hacia arriba y hacia abajo. ‘Árboles caidos, techos rotos, alumbrados torcidos, daños horribles-‘
’Fueron los Mortífagos,’ dijo Fudge. ‘Los seguidores de El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado. Y ... sospechamos que un gigante también participó.’
El Primer Ministro detuvo su caminada como si se hubiese golpeado con una pared invisible. ¿Qué participó?’
Fudge hizo una mueca. ‘Usó gigantes la última vez, cuando quería un gran efecto,’ dijo. ‘La Oficina de la Desinformación ha estado trabajando a reloj, hemos tenido equipos de Desmemorizadores tratando de modificar las memorias de todos los Muggles que vieron realmente lo que ocurrió, tenemos más en el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas por Sumerset, pero no podemos encontrar al gigante – ha sido un desastre.’
’¡Ni lo digas!’ dijo el Primer Ministro furiosamente.