Removieron el cuerpo de Voldemort y lo colocaron en una cámara fuera del salón, lejos de los cuerpos de Fred, Tonks, Lupin, Colin Creevey, y cincuenta mas que hab´ıan muerto peleando contra el. McGonagall reemplazo las mesas de las casas, nadie se sentaba de acuerdo a la casa a la que pertenec´ıa, todos estaban juntos, maestros y alumnos, padres y fantasmas, centauros y elfos domésticos, Firenze recostado en un rincón recobrándose, Grawp asomado por una ventana rota, la gente le lanzaba comida a la boca mientras sonre´ıa, después de un rato Harry se sintió exhausto y se encontró sentado en una banca junto a Luna
- Yo necesitar´ıa algo de paz y tranquilidad si fuera tu ? dijo ella - Si me encantar´ıa ?
dijo Harry - Yo los distraeré ? dijo Luna ? tu usa tu capa Y antes de que pudiera decir cualquier cosa, Luna gritó, - Ohhh miren, un BLIBBE-RING HUMDINGER ? y se˜naló fuera de la ventana. Todo mundo que escucho volteo buscando, Harry aprovecho para colocarse la capa.
Ahora pod´ıa moverse por todo el salón sin que nadie lo molestara, vio a Ginny sentada a dos mesas de distancia, estaba con la cabeza reclinada en el hombro de su madre: Ya habr´ıa tiempo para hablar, horas, d´ıas y quizá a˜nos para hablar. Vio a Neville, la espada de Gryffindor yac´ıa a un lado de su plato mientras com´ıa, rodeado de una multitud de admiradores. Harry caminó entre las mesas, vio a los tres Malfoys, agrupados juntos inseguros de si deb´ıan o no estar ah´ı, pero nadie les prestaba atención. A todos lados donde volteaba ve´ıa familias reunidas, y finalmente vio a los dos cuya compa˜n´ıa necesitaba mas.
- Soy yo ? murmuró ? inclinándose entre ellos, - ¿Vendr´ıan conmigo?
Se pararon enseguida y juntos, el, Ron y Hermione dejaron el gran salón. Grandes trozos faltaban de las escaleras de mármol, parte de la balaustrada hab´ıa desaparecido, y manchas de sangre aparec´ıan a cada pocos pasos a medida que sub´ıan.
En algún lugar en la lejan´ıa pudieron o´ır a Peeves, zumbando a través de los pasillos, cantando victorioso una canción de su propia composición Lo hicimos, vencimos con Potter el primero Voldy se fue a morir, ¡nos iremos a divertir!
-Realmente le da cierto sentimiento a la tragedia ¿o no? ? dijo Ron empujando una puerta abierta para que Harry y Hermione pasaran.
La felicidad llegar´ıa pensó Harry, pero por el momento estaba cansado y exhausto, y el dolor de perder a Fred, Lupin y Tonks lo golpeo tal como si fuera una herida f´ısica en cada paso. Pero sobre todo sent´ıa un gran alivio y ganas de una larga siesta. Pero antes les deb´ıa una explicación a Ron y Hermione, que hab´ıan estado con el por tanto tiempo y quienes merec´ıan la verdad. Poco a poco fue relatando lo que vio en el Pensadero, lo que hab´ıa pasado en el bosque, y aun no hab´ıan acabado de expresar toda su sorpresa y emoción, cuando llegaron al lugar al cual hab´ıan estado caminando, aunque ninguno mencionara su destino.
Desde la ultima vez que la vieron, la gárgola que guardaba la entrada a la oficina del director hab´ıa sido tirada a un lado, yac´ıa de lado, como si estuviera borracha, y Harry CAPÍTULO 36. EL DEFECTO DEL PLAN
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se preguntó si ser´ıa capaz de reconocer las contrase˜nas.
- ¿Podemos pasar? ? pregunto a la gárgola - Siéntanse libres ? respondió Subieron sobre ella y hacia la escalera en espiral que se fue moviendo lentamente hacia arriba. Harry empujo la puerta abierta que tenia enfrente.
Tubo una breve visión del Pensadero sobre el escritorio justo donde lo hab´ıa dejado, y un ruido ensordecedor lo hizo gritar, pensando que las maldiciones y mort´ıfagos regresando para ver el resurgimiento de Voldemort.
Pero eran aplausos, en todas las paredes a su alrededor, los directores y directoras de Hogwarts le daban una ovación de pie, todos agitando sus varitas sobre sus sombreros y en algunos casos sus pelucas. Se asomaban por los marcos para estrecharse la manos, bailaban de arriba abajo sobre las sillas donde hab´ıan sido pintados, Dilys Derwent dio un sorbetón sin pena; Dexter Fortescue agitaba su aud´ıfono para o´ır, y Phineas Niggelus dijo con su rara y fuerte voz: - Y que sea notado que la casa Slytherin jugo su buena parte
- ¡Que nuestra contribución no sea olvidada!
Pero Harry solo ten´ıa ojos solamente par el hombre que parado de pie en el cuadro mas grande colocado detrás de la silla del director. Las lágrimas se deslizaban detrás de las gafas de media luna, cayendo por la larga barba plateada, y el orgullo y gratitud que emanaban de el llenaron a Harry con el mismo sentimiento que la canción del Fénix.
Al fin, Harry levantó sus manos, y los retratos guardaron silencio, sollozando y limpiándose sus ojos, esperando que hablara. Harry dirigió sus palabras a Dumbledore, sin embargo las eligió cuidadosamente. Exhausto y cansado como estaba, deb´ıa aguantar un último esfuerzo.