Читаем 2666 полностью

En 1935 retiraron las obras de Ivánov de las librerías. Pocos días después, mediante una circular oficial, le comunicaron su expulsión del partido. Según Ansky, Ivánov se pasó tres días sin poder levantarse de la cama. Sobre ésta tenía sus tres novelas y constantemente las releía buscando algo que justificara su expulsión. Gemía y lanzaba ayes lastimeros y procuraba sin éxito refugiarse en los recuerdos de su primera infancia. Acariciaba los lomos de sus libros con una melancolía que rompía el corazón.

A veces se levantaba y se acercaba a la ventana y se pasaba horas mirando la calle.

En 1936, con el inicio de la primera gran purga, fue detenido.

Pasó cuatro meses en un calabozo y firmó todos los papeles que le pusieron delante. Al salir, y ante el trato de apestado que recibió de sus antiguos amigos literatos, intentó escribirle a Gorki para que intercediera por él, pero Gorki, gravemente enfermo, no contestó su carta. Después Gorki murió e Ivánov acudió al entierro. Cuando lo vieron allí, un poeta y un novelista, ambos jóvenes y del círculo de Gorki, se dirigieron a él y le preguntaron si no tenía vergüenza, si se había vuelto loco, si no comprendía que su sola presencia era un insulto para la memoria del maestro.

– Gorki me escribió -contestó Ivánov-. A Gorki le gustó mi novela. Es lo menos que puedo hacer por él.

– Lo menos que puedes hacer por él, camarada -dijo el poeta-, es suicidarte.

– Sí, no es mala idea -dijo el novelista-, arrójate por una ventana de tu casa y asunto solucionado.

– ¿Pero qué decís, camaradas? -sollozó Ivánov.

Una muchacha que vestía una chaqueta de cuero que le llegaba casi hasta las rodillas se acercó a ellos y preguntó qué pasaba.

– Es Efraim Ivánov -contestó el poeta.

– Ah, entonces ni hablar -dijo la muchacha-, haced que se marche.

– No puedo -dijo Ivánov, la cara mojada en llanto.

– ¿Por qué no puedes, camarada? -dijo la muchacha.

– Porque las piernas ya no me responden, soy incapaz de dar un paso.

Durante unos segundos la muchacha lo miró a los ojos.

Ivánov, sostenido de cada brazo por los dos jóvenes escritores, no podía dar una imagen de mayor desamparo, lo que decidió finalmente a la muchacha a acompañarlo fuera del cementerio.

Pero una vez en la calle Ivánov seguía sin poder valerse por sí solo, así que la muchacha lo acompañó hasta la estación del tranvía y luego decidió (Ivánov no paraba de llorar y daba la impresión de que iba a sufrir una lipotimia en cualquier instante) subir al tranvía con él y de esta manera, posponiendo cada cierto trecho la despedida, lo ayudó a subir las escaleras de su casa y lo ayudó a abrir la puerta de su habitación y lo ayudó a tirarse en la cama y mientras Ivánov seguía deshaciéndose en lágrimas y palabras incoherentes la muchacha se puso a examinar su biblioteca, bastante pobre, por otra parte, hasta que la puerta se abrió y entró Ansky.

Se llamaba Nadja Yurenieva y tenía diecinueve años. Esa misma noche hizo el amor con Ansky, después de que Ivánov consiguiera dormirse tras varios vasos de vodka. Lo hicieron en la habitación de Ansky y cualquiera que los hubiera visto habría dicho que follaban como si al cabo de unas horas se fueran a morir. En realidad Nadja Yurenieva follaba como lo hacía una gran parte de las moscovitas durante aquel año de 1936 y Borús Ansky follaba como si de pronto, y perdida ya toda esperanza, hubiera encontrado a su único y verdadero amor. Ninguno de los dos pensaba (o quería pensar) en la muerte, pero ambos se movían, o se trenzaban, o dialogaban, como si estuvieran al borde del abismo.

Al amanecer se durmieron y cuando Ansky despertó, poco después del mediodía, Nadja Yurenieva ya no estaba. Al principio, lo que Ansky sintió fue desesperación y luego miedo, y tras vestirse salió corriendo hacia la casa de Ivánov para que éste le diera alguna pista que le permitiera encontrar a la muchacha.

Encontró a Ivánov ocupado escribiendo cartas. Debo aclarar este asunto, decía, debo deshacer este embrollo y sólo así me salvaré. Ansky le preguntó a qué embrollo se refería. A las malditas novelas de ciencia ficción, gritó Ivánov con todas sus fuerzas.

El grito fue desgarrador, como una zarpa, pero no una zarpa que hiriera a Ansky o a los adversarios reales de Ivánov, sino más bien fue similar a una zarpa que tras ser lanzada quedara colgando en medio de la habitación, como un globo de helio, una zarpa con conciencia de sí misma, un animal-zarpa que se preguntaba qué demonios hacía en esa habitación más bien desordenada, quién era ese viejo sentado a la mesa, quién el joven de pie y con el pelo alborotado, antes de caer al suelo, desinflada, devuelta una vez más a la nada.

– Dios mío, qué grito he pegado -dijo Ivánov.

Перейти на страницу:

Похожие книги

500
500

Майк Форд пошел по стопам своего отца — грабителя из высшей лиги преступного мира.Пошел — но вовремя остановился.Теперь он окончил юридическую школу Гарвардского университета и был приглашен работать в «Группу Дэвиса» — самую влиятельную консалтинговую фирму Вашингтона. Он расквитался с долгами, водит компанию с крупнейшими воротилами бизнеса и политики, а то, что начиналось как служебный роман, обернулось настоящей любовью. В чем же загвоздка? В том, что, даже работая на законодателей, ты не можешь быть уверен, что работаешь законно. В том, что Генри Дэвис — имеющий свои ходы к 500 самым влиятельным людям в американской политике и экономике, к людям, определяющим судьбы всей страны, а то и мира, — не привык слышать слово «нет». В том, что угрызения совести — не аргумент, когда за тобой стоит сам дьявол.

Мэтью Квирк

Детективы / Триллер / Триллеры
Презумпция невиновности
Презумпция невиновности

Я так давно изменяю жене, что даже забыл, когда был верен. Мы уже несколько лет играем в игру, где я делаю вид, что не изменяю, а Ира - что верит в это. Возможно, потому что не может доказать. Или не хочет, ведь так ей живется проще. И ни один из нас не думает о разводе. Во всяком случае, пока…Но что, если однажды моей жене надоест эта игра? Что, если она поставит ультиматум, и мне придется выбирать между семьей и отношениями на стороне?____Я понимаю, что книга вызовет массу эмоций, и далеко не радужных. Прошу не опускаться до прямого оскорбления героев или автора. Давайте насладимся историей и подискутируем на тему измен.ВАЖНО! Автор никогда не оправдывает измены и не поддерживает изменщиков. Но в этой книге мы посмотрим на ситуацию и с их стороны.

Анатолий Григорьевич Мацаков , Ева Львова , Екатерина Орлова , Николай Петрович Шмелев , Скотт Туроу

Детективы / Триллер / Самиздат, сетевая литература / Прочие Детективы / Триллеры