Los wreeds, como los humanos, empleaban un único orificio para hablar y comer; la boca estaba situada en una depresión en la parte alta del torso. Durante varios segundos, T'kna produjo sonidos que sonaban a piedras pegándose en el interior de una secadora. Una vez que la boca dejó de moverse, se produjo un breve silencio, luego una voz profunda y sintética surgió del cinturón del ser. Dijo:
—¿Un animado puede hablar por lo inanimado?
Miré a Hollus, desconcertado por las palabras del wreed.
—¿Animado por lo inanimado? —pregunté.
El forhilnor hizo tintinear los ojos.
—Expresa sorpresa por que le has dado la bienvenida al planeta. Los wreeds no generalizan su especie al planeta. En lugar de eso, intenta darle la bienvenida en nombre de la humanidad.
—Ah —dije. Me volví hacia el wreed—. Como humano, le doy la bienvenida.
Más piedras entrechocando, luego la voz sintetizada:
—Si no fuese humano, ¿me daría igualmente la bienvenida?
—Mmm…
—La respuesta correcta es sí —dijo Hollus.
—Sí —dije yo.
El wreed volvió a hablar en su propia lengua, luego el ordenador tradujo las palabras.
—Entonces me siento bienvenido, y feliz de estar aquí que es aquí y aquí que es al í.
Hollus se agitó de arriba abajo.
—Eso es una referencia al interfaz de realidad virtual. Se siente feliz de estar aquí, pero admite que, evidentemente, en realidad sigue a bordo de la nave nodriza.
—Evidentemente —repetí yo. Casi tenía miedo de volver a hablar—. ¿Tuvo… tuvo un buen viaje hasta la Tierra?
—¿En qué sentido emplea «buen»? —dijo la voz sintética.
Volví a mirar a Hollus.
—Sabe que empleáis el término bueno para referiros a muchas cosas, incluyendo lo moral, agradable o caro.
—¿Caro? —dije.
—La buena porcelana —dijo Hollus—. Las buenas joyas.
Esos malditos alienígenas conocían mi idioma mejor que yo. Volví a dedicar mi atención al wreed.
—Quise decir, ¿tuvo un viaje agradable?
—No —dijo.
Hollus volvió a interpretármelo.
—Los wreeds sólo viven unos treinta años terrestres. Por eso, prefieren viajar en criopreservación, una forma de animación suspendida artificial.
—Oh —dije—. Así que no fue un mal viaje… simplemente no fue consciente de él, ¿no?
—Exacto —dijo Hollus.
Intenté pensar en algo que decir. Después de pasar tanto tiempo con mi amigo forhilnor, me había acostumbrado a mantener una conversación fluida con un alienígena.
—Entonces, ¿le gusta esto? ¿Qué opina de la Tierra?
—Mucha agua —dijo el wreed—. Una luna grande, muy estética. Pero el aire es demasiado húmedo; pegajoso hasta lo desagradable.
Ahora llegábamos a algún sitio; yo al menos comprendía todo eso —aunque si pensaba que el aire de Toronto era pegajoso en primavera, se iba a divertir de lo lindo en agosto.
—¿Está interesado en los fósiles como Hollus?
Más piedrecillas, luego:
—Todo me fascina.
Me detuve un momento, intentando decidir si quería hacer la pregunta. Luego me imaginé, ¿por qué no?
—¿Cree en Dios? —pregunté.
—¿Cree usted en la arena? —preguntó el wreed—. ¿Cree en el electromagnetismo?
—Eso es un sí —dijo Hollus, intentando ayudar—. A menudo los wreeds hablan con preguntas retóricas, pero no tienen el concepto del sarcasmo, así que no te ofendas.
—Lo más importante es si Dios cree en mí—dijo T'kna.
—¿Qué quiere decir? —pregunté. Me empezaba a doler la cabeza.
El wreed también parecía buscar qué decir; las piezas de su boca se movían, pero no emitía sonidos. Al final emitió algo en su lengua y el traductor dijo:
—Dios observa; los frentes de onda colapsan. La gente elegida por Dios son aquellos cuya existencia él/el a/ello valida por medio de la observación.
Pude descifrar ese comentario sin que Hollus hiciese de intérprete. La física cuántica afirma que los acontecimientos no adoptan una realidad concreta hasta que nos los observa una entidad consciente. Hasta ahí bien, excepto ¿cómo apareció la primera realidad concreta? Algunos humanos han usado las exigencias de la física cuántica como un argumento a favor de la existencia de un observador consciente presente desde el comienzo de los tiempos.
—Ah —dije.
—Muchos futuros posibles —dijo T'kna, agitando simultáneamente todos sus dedos, como para sugerir su número—. De todo lo que es posible, él/ella/ello elige uno que observar.
Eso también lo entendí —pero me dio duro—. Cuando Deep Blue derrotó a Gari Kasparov al ajedrez, lo hizo viendo todas las posiciones posibles que las piezas de ajedrez podrían adoptar en el siguiente turno pero también al siguiente y al siguiente, y así continuamente.
Si Dios existía, ¿veía todos los posibles movimientos siguientes para sus piezas de juego? ¿Veía él ahora mismo que yo podría dar un paso adelante, o toser, o rascarme el culo, o decir algo que pudiese estropear por siempre las relaciones wreeds-humanos? ¿Simultáneamente él veía que una niña de China podría caminar hacia la derecha o la izquierda o inclinar la cabeza para mirar a la luna? ¿Veía también a un anciano de África que podría dar un consejo a un niño que le cambiaría la vida para siempre, o podría no hacerlo, dejando que el joven descubra las cosas por sí mismo?