Читаем Ensayo Sobre La Ceguera полностью

No habiendo testigos, y si los hubo, no consta que hayan sido llamados a estos autos para declarar lo que pasó, es comprensible que alguien pregunte cómo se sabe que estas cosas ocurrieron así y no de otra manera, la respuesta es que todos los relatos son como los de la creación del universo, nadie estaba allí, nadie asistió al evento, pero todos sabemos lo que ocurrió. La mujer del médico había preguntado, Qué habrá pasado con los bancos, no es que le importase mucho, aunque había confiado sus economías a uno de ellos, hizo la pregunta por simple curiosidad, sólo porque se le pasó por la cabeza, nada más, ni esperaba que le respondiesen, por ejemplo, En un principio, Dios creó los cielos y la tierra, la tierra era informe y estaba vacía, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas, en vez de esto lo que ocurrió fue que el viejo de la venda negra comentó mientras seguían por la avenida abajo, Por lo que pude saber cuando aún tenía un ojo para ver, al principio fue el caos, las personas, con miedo a quedarse ciegas y desprotegidas, acudieron a los bancos para retirar su dinero, creían que tenían que asegurarse su futuro, y eso hay que comprenderlo, si alguien sabe que no va a poder trabajar más, el único remedio, duren lo que duren, es recurrir a los ahorros hechos en tiempo de prosperidad y de previsiones a largo plazo, suponiendo que la persona hubiera tenido la prudencia de ir acumulando ahorros grano a grano, el resultado de la fulminante carrera fue que quebraron en veinticuatro horas algunos de los principales bancos, intervino entonces el Gobierno pidiendo que se calmasen los ánimos y apelando a la consciencia cívica de los ciudadanos, terminando la proclama con la declaración solemne de que asumiría todas las responsabilidades y deberes derivados de la situación de calamidad pública que se vivía, pero el parche no consiguió aliviar la crisis, no sólo porque la gente seguía quedándose ciega, sino también porque quien aún veía sólo pensaba en salvar sus cuartos, al final, era inevitable, los bancos, en quiebra o no, cerraron las puertas y pidieron protección policial, no les sirvió de nada, entre la multitud que se juntaba gritando ante los bancos había también policías de paisano que reclamaban lo que tanto les había costado ganar, algunos, para poder manifestarse a gusto, avisaron al mando diciendo que estaban ciegos, y se dieron de baja, y los otros, los que todavía estaban uniformados y en activo, con las armas apuntando a la multitud insatisfecha, de pronto dejaban de ver el punto de mira, éstos, si tenían dinero en el banco, perdían todas las esperanzas y encima eran acusados de haber pactado con el poder establecido, pero lo peor vino luego, cuando los bancos fueron asaltados por hordas furiosas de ciegos y no ciegos, pero desesperados todos, aquí no se trataba ya de presentar pacíficamente en la ventanilla un cheque, y decirle al empleado, Quiero retirar mi saldo, sino de echar mano a lo que se podía, al dinero del día, lo que hubiera en los cajones, en alguna caja fuerte descuidadamente abierta, en un saquete de cambio a la antigua, como los que usaban los tatarabuelos, no os podéis imaginar lo que fue aquello, los grandes y suntuosos patios de operaciones de las sedes bancarias, las sucursales de barrio, asistieron a escenas realmente aterradoras, y no hay que olvidar el detalle de las cajas automáticas, saqueadas hasta el último billete, en los monitores de algunas, enigmáticamente, aparecieron unas palabras de gratitud por haber elegido este banco, las máquinas son así de estúpidas, o quizá sería mejor decir que éstas traicionaban a sus señores, en fin, todo el sistema bancario se vino abajo en un soplo, como un castillo de naipes, y no porque la posesión de dinero hubiese dejado de ser apreciada, la prueba está en que, quien lo tiene, no lo quiere soltar, alegan ésos que no se puede prever lo que será el día de mañana, y también con esa idea estarán sin duda los ciegos que se instalaron en los sótanos de los bancos, donde están las cajas fuertes, esperando un milagro que les abra de par en par las pesadas puertas de acero-níquel que los separan de la riqueza, sólo salen de allí para buscar comida y agua o para satisfacer las otras necesidades del cuerpo, y vuelven luego a su puesto, usan consignas y señales de los dedos para que ningún extraño entre en su reducto, claro que viven en la oscuridad más absoluta, pero es igual, para esta ceguera todo es blanco. El viejo de la venda negra fue narrando todos estos tremendos acontecimientos de banca y finanzas mientras atravesaban con toda calma la ciudad, con algunas paradas para que el niño estrábico pudiera apaciguar los tumultos insufribles de su intestino, y pese al tono verídico que supo imprimir a la apasionante descripción, es lícito sospechar la existencia de ciertas exageraciones en su relato, la historia de los ciegos que viven en los sótanos de los bancos, por ejemplo, cómo la iba a saber él si no conoce la consigna ni el truco del pulgar, pero, en todo caso, sirvió para hacernos una idea.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Вихри враждебные
Вихри враждебные

Мировая история пошла другим путем. Российская эскадра, вышедшая в конце 2012 года к берегам Сирии, оказалась в 1904 году неподалеку от Чемульпо, где в смертельную схватку с японской эскадрой вступили крейсер «Варяг» и канонерская лодка «Кореец». Моряки из XXI века вступили в схватку с противником на стороне своих предков. Это вмешательство и последующие за ним события послужили толчком не только к изменению хода Русско-японской войны, но и к изменению хода всей мировой истории. Япония была побеждена, а Британия унижена. Россия не присоединилась к англо-французскому союзу, а создала совместно с Германией Континентальный альянс. Не было ни позорного Портсмутского мира, ни Кровавого воскресенья. Эмигрант Владимир Ульянов и беглый ссыльнопоселенец Джугашвили вместе с новым царем Михаилом II строят новую Россию, еще не представляя – какая она будет. Но, как им кажется, в этом варианте истории не будет ни Первой мировой войны, ни Февральской, ни Октябрьской революций.

Александр Борисович Михайловский , Александр Петрович Харников , Далия Мейеровна Трускиновская , Ирина Николаевна Полянская

Фантастика / Фэнтези / Современная русская и зарубежная проза / Попаданцы
Жизнь за жильё. Книга вторая
Жизнь за жильё. Книга вторая

Холодное лето 1994 года. Засекреченный сотрудник уголовного розыска внедряется в бокситогорскую преступную группировку. Лейтенант милиции решает захватить с помощью бандитов новые торговые точки в Питере, а затем кинуть братву под жернова правосудия и вместе с друзьями занять освободившееся место под солнцем.Возникает конфликт интересов, в который втягивается тамбовская группировка. Вскоре в городе появляется мощное охранное предприятие, которое станет известным, как «ментовская крыша»…События и имена придуманы автором, некоторые вещи приукрашены, некоторые преувеличены. Бокситогорск — прекрасный тихий городок Ленинградской области.И многое хорошее из воспоминаний детства и юности «лихих 90-х» поможет нам сегодня найти опору в свалившейся вдруг социальной депрессии экономического кризиса эпохи коронавируса…

Роман Тагиров

Современная русская и зарубежная проза