Hubo una pausa.
Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details
'¿Y?' dijo Ron en voz muy baja, como si pensara que el mobiliario podía estar escuchándolo '¿Lo conseguiste? ¿El, el Horcrux?'
Harry sacudió su cabeza. Todo lo que había tenido lugar alrededor de ese lago negro parecía ahora como una vieja pesadilla, ¿había realmente pasado y solo hacia unas horas?
'¿No lo conseguiste?' dijo Ron pareciendo alicaído '¿No estaba ahí?'
'No' dijo Harry 'Alguien lo había tomado ya y dejo una imitación en su lugar.'
'¿Tomado ya?'
Silenciosamente, Harry sacó la pieza falsa de su bolsillo, la abrió y se la pasó a Ron. La historia completa podía esperar... No importaba esta noche... Nada importaba excepto el final, el final de su aventura sin sentido, el final de vida de Dumbledore.
'R.A.B.' murmuró Ron '...pero, ¿quién fue ese?'
'No sé' dijo Harry, yaciendo en su cama completamente vestido y mirando fijamente hacia arriba. No sentía curiosidad alguna acerca de R. A. B.: dudaba que volviera alguna vez a sentir curiosidad. Mientras yacía allí, se dio cuenta de repente que los terrenos estaban silenciosos. Fawkes había dejado de cantar. Y el supo, sin saber como lo sabía, que el ave Fénix se había ido, había dejado Hogwarts para siempre, justo como Dumbledore había dejado la escuela, había dejado el mundo... había dejado a Harry.
Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details Capítulo 30: La Tumba Blanca
Todas las clases fueron suspendidas, y todos los exámenes pospuestos. Algunos alumnos fueron alejados rápidamente de Hogwarts por sus padres durante los dos días siguientes: las gemelas Patil se fueron antes del desayuno en la mañana siguiente a la muerte de Dumbledore y Zacharias Smith fue escoltado fuera del castillo por su padre, de apariencia altiva. Seamus Finnigan, por otro lado, se negó rotundamente a acompañar a su madre a casa; los dos tuvieron una pelea a gritos en el Gran Hall que se resolvió cuando ella se mostró de acuerdo en que él se quedara al funeral. La madre de Seamus tuvo dificultades para encontrar cama en Hogsmeade, según les había contado Seamus a Ron y a Harry, porque una gran cantidad de magos y brujas estaban llegando al pueblo, preparándose para rendir sus últimos respetos a Dumbledore.
Alguna emoción fue causada entre los estudiantes más jóvenes, que nunca lo habían visto antes, cuando un carruaje azul pálido del tamaño de una casa, empujado por una docena de gigantes caballos alados de color claro con crin blanca, llegó volando por el cielo al caer la tarde antes del funeral y aterrizó en el borde del Bosque. Harry observó desde una ventana como una gigantesca y guapa mujer, de pelo negro y piel color aceituna descendía las escaleras del carruaje y se refugiaba en los brazos de un Hagrid que estaba allí esperando. Mientras tanto, una delegación de oficiales del Ministerio, incluyendo al mismísimo Ministro de Magia, estaba siendo acomodada dentro del castillo.
Harry evitó diligentemente el contacto con cualquiera de ellos; estaba seguro de que, tarde o temprano, sería interrogado de nuevo acerca de la última excursión de Dumbledore desde Hogwarts.
Harry, Ron, Hermione y Ginny pasaban todo su tiempo juntos. El maravilloso tiempo parecía burlarse de ellos; Harry podía imaginar cómo habría sido si Dumbledore no hubiera muerto, y hubieran pasado este tiempo juntos al final del curso, con los exámenes de Ginny terminados, sin la presión de las tareas... y hora tras hora retrasaba decir lo que sabía que debía decir, hacer lo que sabía que era correcto hacer, porque era demasiado difícil renunciar a su mejor fuente de consuelo.
Visitaban la enfermería dos veces al día: Neville había sido dado de alta, pero Bill permanecía bajo el cuidado de Madam Pomfrey. Sus cicatrices eran tan malas como siempre; verdaderamente, ahora portaba un parecido a Ojoloco Moody, aunque por suerte con ambos ojos y piernas, pero en cuanto a la personalidad parecía ser el mismo de siempre. Todo lo que parecía haber cambiado era que ahora tenía un gran gusto por chuletas muy raras.
'...así que tiene suegte de igg a casagse conmigo,' dijo Fleur felizmente, ahuecando las almohadas de Bill, 'pogque los bgitánicos dejan pasag la cagne, siempge lo he dicho.'
'Supongo que simplemente voy a tener que aceptar que de verdad se va a casar con ella,' suspiró Ginny más tarde aquella noche, cuando ella, Harry, Ron y Hermione se sentaron al lado de la ventana abierta de la sala común de Gryffindor, mirando hacia los terrenos en penumbra.
'No es tan mala' dijo Harry. 'aunque sí fea...' añadió a toda prisa, cuando Ginny levantó sus cejas, y ella dejó escapar una reacia risita.
'Bueno, supongo que si mamá puede soportarlo, yo también puedo.'