El dormitorio parecía, si cabe, aún más húmedo y oscuro que a primera vista.
El cuadro vacío de la pared estaba respirando ahora muy despacio y profundamente, como si su ocupante invisible estuviera dormido.
Harry se puso el pijama, se quitó sus lentes y se subió a su fría cama mientras Ron colocó a Pig encima del armario y los tranquilizó a Hedwig y a el, ya que no paraban de revolotear y agitar sus alas inquietamente.
-No podemos dejarlos salir a cazar todas las noches-, explicó Ron mientras se ponía su pijama marrón. -Dumbledore no quiere demasiados búhos cazando alrededor de la casa, piensa que parecerá sospechoso. Oh sí... lo había olvidado... -Cruzó a la puerta y echó el cerrojo.
-¿Qué haces?- Preguntó Harry.
-Kreacher-, dijo Ron cuando apagó la luz. -La primera noche que yo estaba aquí vino vagando a las tres por la mañana. Confía en mí, no querrás despertarte y encontrártelo rondando en tu cuarto.
De todas maneras...- se metió en su cama, se tapó y se volvió hacia Harry mirándolo en la oscuridad; Harry podía ver su contorno por la luz de la luna que se filtraba a través de la ventana mugrienta, -¿qué te cuentas?- Harry no necesitó preguntar lo que Ron quería decir. -Bien, no dijeron mucho que nosotros no podríamos suponer, ¿no?- dijo pensando en lo que se había dicho en el piso inferior.
-Todo lo que ellos quieren decir, es que la que la Orden fué creada para evitar que la gente se unieran a Vol-98
Ron tomó aire ruidosamente.
-demort-, dijo Harry firmemente. ¿Cuándo vas a empezar a usar su nombre? Sirius y Lupin hacen.
Ron ignoró el último comentario.
Tienes razón, dijo, supimos casi todo lo que ellos nos dijeron usando las Orejas Extensibles. Lo único nuevo era...–
-¡Crack!.
-!Oh¡-
-Baja la voz, Ron, o tu madre volverá-.
-¡Vosotros dos fuera de mis rodillas!-
-Si, vale, es más difícil en la oscuridad-.
Harry vio las siluetas de Fred y George que bajaban de la cama de Ron. Hubo ruido de somieres y el colchón de Harry descendió unos centímetros cuando George se sentó cerca de sus pies.
-Entonces... ¿Aún estaba?- dijo George.
-¿Hablais del arma que Sirius mencionó?- preguntó Harry.
-Dejame pensar...- Dijo Fred airoso, ahora sentado junto a Ron.
Nero nosotros no oimos nada acerca de eso con las Orejas Expandibles, ¿o oimos algo?-
-¿Pero a que os referis?- Dijo Harry exasperado.
-Pero no puede ser peor que la maldición Avada Kedavra, ¿no?-
dijo Ron. -¿Qué puede ser peor que la muerte?-
-Quizás es algo que puede matar grupos de personas a la vez-, sugirió George.
-Quizá es alguna manera particularmente dolorosa de matar personas-, dijo Ron miedosamente.
-Él tiene la Maldición Cruciatus para causar dolor-, dijo Harry, -
no necesita nada más eficaz que eso-.
Hubo una pausa y Harry supo que los otros, como él, estaban preguntándose qué horrores podía causar ese arma.
-¿Quiénes pensáis que lo han conseguido?- preguntó George.
-Espero que sean de nuestro lado-, dijo Ron, pareciendo ligeramente nervioso.
-Si es así, probablemente Dumbledore estará guardándolo-, dijo Fred.
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-¿Dónde?- dijo Ron rápidamente. -¿En Hogwarts?-
-Apuesta por eso! dijo George. Es donde escondió la Filosofal-.
- ¡Aunque el arma será mucho más grande que la Piedra!- dijo Ron.
-No necesariamente dijo Fred-.
-El tamaño no es garantía de poder, mira a Ginny-.
-¿Qué quieres decir?- Preguntó extrañado Harry.
-¿Has recibido alguna vez uno de los hechizos de su varita?-
-Shhh!'- Dijo Fred acomodandose para escuchar a través de la pared, -¡escuchad!-
Se quedaron callados. Los pasos se acercaban por las escaleras.
-Mamá-, dijo George y sin dificultad hubo un crujido fuerte y Harry sintió que el peso desapareció del extremo de su cama.
Unos segundos después, oyeron crujidos fuera de su puerta; la Sra. Weasley estaba escuchando para verificar simplemente si estaban hablando. Hedwig y Pigwidgeon ulularon tristemente. El suelo crujió de nuevo y ellos la oyeron dirigirse hacía arriba para inspeccionar a Fred y George.
-Ella no confía en nosotros en absoluto, ¿sabes?-, dijo Ron asqueado.
Harry estaba seguro que no podría dormirse; la noche se había condensado con tantas cosas sobre las que pensar que él esperaba permanecer despierto durante horas reflexionando sobre todo.
Le habría gustado continuar hablando con Ron, pero el piso volvió a crujir al bajar la Sra. Weasley otra vez, y una vez que ella se marchó, oyó otros distintos hacia arriba... de hecho las criaturas de muchas, patas estaban yendo a medio galope suavemente de arriba abajo fuera de la puerta de la alcoba, y Hagrid el Maestro de Cuidado de las Criaturas Mágico estaba diciendo,