Ignorando los incontables inventores de « propulsiones espaciales" no especificadas, la primera persona en utilizar la idea en la ficción parece haber sido el doctor Charles Sheffield, científico en jefe de Earth Satellite Corporation; él habla de la base teórica de la « propulsión cuántica » (o, tal como él lo denomina, la propulsión por la energía del vacío) en su novela Crónicas de McAndrew (Analog Magazine, 1981, Tor, 1983).
Un cálculo evidentemente ingenuo realizado por Richard Feynman sugiere que cada centímetro cúbico de vacío contiene suficiente energía para hacer hervir todos los océanos de la Tierra. En otra estimación Wheeler da un valor setenta y nueve órdenes de magnitud mayor. Cuando dos de los físicos más importantes discrepan en una cuestión de setenta y nueve ceros, a los demás se nos puede permitir cierto escepticismo. Pero al menos es interesante pensar que el vacío que hay dentro de una bombilla ordinaria contiene suficiente energía para destruir la Galaxia… y quizá, con un pequeño esfuerzo, el Cosmos.
En lo que se puede considerar como un documento histórico (« Extrayendo energía del vacío por la cohesión de conductores foliados cargados »,
Pero quizá no. Le estoy muy agradecido al doctor Alan Bond por sus detallados análisis matemáticos sobre el blindaje necesario para la misión descrita en esta novela, y por señalar que un cono truncado es la forma más ventajosa. Puede suceder que el factor que limita el vuelo interestelar a gran velocidad no sea la energía sino la ablación de la masa protectora por los granos de polvo y la evaporación de los protones.
Pido disculpas a Jim Ballard y J. T. Frazer por robar el título a sus dos volúmenes tan distintos para mi capítulo final.
Mi especial agradecimiento al Diyawadane Nilame y su equipo del Templo de Tooth, Kandy, por invitarme a la Cámara de Reliquias durante una época difícil.
La historia y la teoría del « ascensor espacial » se puede encontrar en mi Conferencia en el 3 Congreso de la Federación Astronáutica Internacional, Munich 1979:
« El ascensor espacial: experimentado ideado » o « Llave al Universo (reeditado en
Los primeros experimentos en este sentido, que implican cargas lanzadas a la atmósfera en « correas » de cien kilómetros de largo desde el transbordador espacial, comenzarán aproximadamente cuando se publique esta novela.
SOBRE EL AUTOR
Arthur Clarke nació en Minehead, Somerset, Inglaterra, en 1917 y se graduó en King’s College, Londres, donde obtuvo Matrícula de Honor en Física y Matemáticas. Fue Director de la Sociedad Interplanetaria Británica, y es miembro de la Academia de Astronáutica, de la Real Sociedad de Astronomía, y muchas otras organizaciones científicas. Durante la Segunda Guerra Mundial, como oficial de la RAF, estuvo a cargo del primer equipo de radar en su fase experimental. Su única novela que no es de ciencia ficción,
Autor de cincuenta libros, de los cuales unos veinte millones de ejemplares se han editado en más de treinta idiomas, sus numerosos premios incluyen el Premio Kallinga en 1961, el premio a los escritos científicos AAAS WESTINGHOUSE, el premio Bradford Washburn y los premios Hugo, Nebula y J. Campbell, los cuales ganó con su novela
En 1968 compartió la nominación al Oscar con S. Kubrick por
Su invención del satélite de comunicaciones en 1945 le ha proporcionado numerosos honores, entre ellos el premio 1982 de la Asociación Internacional Marconi, una medalla de oro del Instituto Franklin, la Cátedra Vikram Sarabhai del Laboratorio de Investigaciones Físicas, y una cátedra del King's College, Londres. El Presidente de Sri Lanka recientemente le nombró Decano de la Universidad de Moratuwa, cerca de Colombo.
ÍNDICE
NOTA DEL AUTOR
I. THALASSA
II. MAGALLANES
IIII. SLA SUR
IV. KRAKAN
V. EL SINDROME DE LA « BOUNTY »
VI. LOS BOSQUES DEL MAR
VII. MIENTRAS LOS DESTELLOS VUELAN HACIA LAS ESTRELLAS