Lucia Etxebarria
Un Milagro En Equilibrio
A mi madre
En la mitología de diversas culturas y en el pensamiento feminista pagano, la Diosa representa tres fases de la vida de la mujer que se corresponden con el ciclo lunar: la luna nueva es la virgen, la llena es la mujer sexualmente productiva que suele describirse como madre y prostituta, y la menguante la vieja. Sus adoradores han dado el título de Triple Diosa a esta manifestación de la divinidad. (…)
Al igual que la Diosa, la naturaleza posee muchas cualidades que suelen acontecer en ciclos de tres: periódicamente está en barbecho, es fértil y productiva, lo que refleja el ciclo femenino de la menstruación, la ovulación y el parto. De esta forma se relaciona con tres conjuntos de tríadas cósmicas: las tres etapas de la continuidad de la existencia (nacimiento, vida y muerte), los tres puntos del tiempo (pasado, presente, y futuro) y las fases de la luna.
La Diosa
,Shahrukh Husain
1. EL EFECTO BAMBI
Vendrán contra nosotros nuestros sucesores.
Filippo Tomasso Marinetti,
Manifiesto futurista
Oxitocina: La oxitocina es una hormona relacionada con los patrones sexuales y con las conductas maternal y paternal. También se asocia con la afectividad y la ternura. Algunos la llaman la «molécula de la monogamia».
La oxitocina influye en funciones tan básicas como el enamoramiento, el orgasmo, el parto y la lactancia. En el período de celo, muchos mamíferos (especie humana incluida) y algunas aves producen químicamente esta hormona tanto desde el cerebro como desde los genitales (ovarios y testículos). Cuando la hormona pasa al torrente sanguíneo desencadena una amplia serie de sensaciones, casi todas relacionadas con el sexo o con los efectos posteriores al acto sexual. Tanto en hombres como en mujeres, el orgasmo provoca el fluir de esta hormona y, por consiguiente, facilita la circulación del esperma y la contracción de los músculos en los canales reproductores de ambos sexos. Cuando una persona vive una relación sexual estable y satisfactoria con otra, se hace adicta a su propia oxitocina y se convierte en dependiente de su pareja: ésta es la explicación química del enamoramiento.
La oxitocina estimula además otros comportamientos en las mujeres: relaja los músculos y ayuda en las contracciones uterinas durante el parto, amén de estimular la producción de la leche materna. Y consigue, por supuesto, que la madre se enamore del bebé.
En 1953, el doctor Vincent du Vigneaud sintetizó químicamente la oxitocina, razón por la cual dos años más tarde recibió el premio Nobel de Química. Desde entonces se cuenta en obstetricia con oxitocina sintética altamente purificada que se emplea, básicamente, como inductora del parto.
En España, en la mayoría de los hospitales se recurre a la oxitocina por protocolo; es decir, que en cuanto una parturienta llega al centro se le administra oxitocina química a través de un goteo intravenoso.
Enciclopedia Médica y Psicológica de la Familia