Para la marcha de los eventos en la cr'itica segunda mitad de los 30 Espa~na tambi'en ten'ia una gran relevancia como pol'igono militar y pol'itico. Espa~na di'o una experiencia militar y pol'itica inapreciable en tales cuestiones como el papel de la aviaci'on y de la artiller'ia (los tanques fueron menos efectivos), el balance del frente y la retaguardia, etc. Esta experiencia no fue considerada siempre, y en alguna parte dej'o de corresponder al momento cuando comenz'o la Segunda Guerra Mundial y sus
El arranque de la guerra civil y el armamento general de los ciudadanos activos en la Rep'ublica provocaron no una simple revuelta social-politica sino una profunda revoluci'on social: cambios cualitativos del sistema de la propiedad y del poder. Colectivizaci'on (incautaci'on, socializaci'on) industrial en Espa~na, sobre todo en Catalu~na y Arag'on, produjo un sector econ'omico nuevo, diferente de una manera cualitativa tanto del capitalista como del p'ublico, en primer lugar, por un sistema desarrollado de la democracia industrial, participaci'on del obrero en adopci'on de decisiones en la empresa. La actitud negativa de la doctrina anarquista a la democracia como un sistema pluripartidista no les impidi'o a anarco-sindicalistas extenderla a la esfera de la producci'on. Apoy'andose en las estructuras de uniones obreras, los anarco-sindicalistas y socialistas de izquierda hicieron un paso pr'actico a eliminar la alienaci'on del productor de los medios de producci'on. Pero fue s'olo un paso.
En lugar de la dictadura del gerente lleg'o el poder del colectivo representado por su activo (sobre todo por los l'ideres sindicales de la estructura de CNT) e influencia casi religiosa de los lemas 'acratos, cualquiera oposici'on a cuales pod'ia ser interpretada como contrarrevoluci'on. Sin embargo, el ascendiente de la ideolog'ia compartida por una masa importante de los obreros jugaba un papel impulsor, inclu'ido en la producci'on. Anarco-sindicalistas y socialistas de izquierda lograron establecer un sistema social relativamente eficaz y democr'atico (en cuanto era posible en las condiciones de la guerra civil), basada en la democracia industrial. A pesar de una grave situaci'on econ'omica provocada por la guerra y la escisi'on del pa'is, la industria colectivizada no dej'o toda la industria desplomarse. Introducci'on del sistema de la democracia industrial garantiz'o la 'unica eficacia productiva que fuera posible en las empresas espa~nolas de la 'epoca en la situaci'on de guerra y el bloqueo econ'omico parcial. El mito de que «los anarco-sindicalistas arruinaron la producci'on» puede considerarse desmentido. Al tomar en sus manos las f'abricas, los obreros e ingenieros hicieron lo m'aximo posible. La producci'on para el esfuerzo de guerra logr'o a superar los valores de preguerra. Pero el modelo de autogesti'on y democracia industrial coordinada por sindicatos y estructuras sociales semip'ublicas no satisafac'ia a otras fuerzas pol'iticas, lo que en 1937 agrav'o la confrontaci'on en el campo republicano. La lucha contra la democracia industrial desplegada bajo el gobierno de Negr'in (1937–1939) precipit'o la ca'ida de los valores econ'omicos en comparaci'on con los tiempos de Largo Caballero.
La colectivizaci'on rural iniciada por los 'acratas se difundi'o extentamente por el territorio republicano. A diferencia de la URSS, no fue causada por presi'on del Estado a los campesinos. En algunos casos la mayor'ia de paisanos impon'ian la colectivizaci'on a la minor'ia, en algunos casos las haciendas individuales se conservaban. A vezes unos grupos de 'acratas radicales llevaban a cabo la colectivizaci'on forzada, pero CNT y los l'ideres anarco-sindicalistas se pronunciaban en contra de tales disparates. El apoyo masivo de la colectivizaci'on y su car'acter voluntario para la mayor'ia de los paisanos se ve confirmado tambi'en por el hecho de que despu'es del fracaso de los anarco-sindicalistas en su conflito con los comunistas en mayo-agosto de 1937, cuando anarquistas ya no ten'ian ni una sola posibiliad de aplicar fuerza a sus adversarios, el movimiento masivo de los colectivos agrarios continu'o y aun creci'o. En general, la colectivizaci'on produjo un buen efecto en la escala nacional. La situaci'on con alimentaciones en primavera de 1937 se mejor'o sustantivamente, las 'areas sembradas crecieron, que admit'ian hasta los adversarios de los anarquistas. Los 'exitos y fracasos de colectivos concretos depend'ian de sus l'ideres, pero en general el movimiento que elimin'o por su sola aparici'on la opresi'on tributaria, latufundismo y haciendas parciales demostr'o su viabilidad.