Читаем Великая Испанская революция полностью

Antes de 1938 la ayuda sovi'etica equilibraba la intervenci'on material y t'ecnica de Italia y Alemania, y las Brigadas Internacionales, la presencia del contingente militar italiano. A los finales de 1937 la ayuda sovi'etica empez'o a reducirse, mientras la fascista aumentaba. La disminuci'on de la ayuda de la URSS fue relacionada tanto con el desenga~no de los jefes sovi'eticos por lo que el nuevo gobierno Negr'in-Prieto fuera incapaz de quebrar el curso de la guerra como hab'ia prometido, como con la agravaci'on de la situaci'on internacional, cuando el problema espa~nol qued'o menos importante que las crisis en China y Checoslovaquia.

Desde la segunda mitad del 1937 la ayuda sovi'etica iba tambi'en a China y el volumen de abastecimientos al Oriente se descontaba de lo que URSS pod'ia dirigir a Espa~na. China era aun m'as importante de Espa~na: 'esta vez la guerra iba inmediatamente junto a las fronteras de la URSS. Detener Jap'on a los accesos lejanos a URSS fue muy importante para los sovi'eticos durante todos los 30.

En primavera-oto~no de 1937 los republicanos obtuvieron una posibilidad de tomar iniciativa, cuando Franco al haber concentrado las fuerzas en el Norte guerreaba en dos frentes. En vez de acumular los esfuerzos en la victoria y preparaci'on de una operaci'on ofensiva, comunistas y social-liberales se peleaban apasionadamente por poder, mientras tanto la Rep'ublica perd'ia tiempo. En verano realizaron una operaci'on en su estilo, y se qued'o evidente que sus m'etodos no eran mejores sino peores que el estilo de guerra de Largo Caballero. Y en julio-diciembre del 1937 la oportunidad de captar la iniciativa fue perdida.

Sin embargo la URSS continu'o a prestar ayuda a la Rep'ublica cuya conservaci'on (aunque la victoria fuera imposible) distra'ia Alemania y en especial Italia de las acciones en el este de Europa.

Dosificando la ayuda seg'un la situaci'on de pol'itica externa complicada, Stalin no se negaba a continuar la lucha en Espa~na y fortalecer el control sobre el sistema pol'itica de la Rep'ublica. Como demuestra la experiencia de las «democracias populares», aun en las condiciones m'as favorables Stalin actuaba paulatinamente cuando establec'ia los r'egimenes comunistas.

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En el mayo de 1937 el lugar del gobierno revolucionario ocup'o una coalici'on interesada en apaciguar y finalmente apagar totalmente el fuego de la revoluci'on. Pero la fracci'on m'as fuerte del r'egimen de mayo eran los comunistas quienes por lo moderado que fueran no se negaban a la idea de convertir Espa~na a un pa'is socialista (tal y como entend'ian la palabra). El gobierno de Negr'in se ocup'o de la decolectivizaci'on pero al mismo tiempo, de la nacionalizaci'on. Fue no s'olo una deviaci'on de los progresos revolucionarios antiguos sino la vuelta del vector de revoluci'on de la autogesi'on al estatismo y estatalizaci'on. El r'egimen que se establiz'o en Espa~na en mayo de 1937 representaba una forma inicial de las «democracias populares»: los r'egimenes que se propagaron en la Europa Oriental despu'es de la Segunda Guerra Mundial. La «democracia popular» es un r'egimen prosovi'etico que combina una fachada liberal con el n'ucleo autoritario y estatista. La correlaci'on de la fachada y del n'ucleo depende de los factores de pol'itica exterior, y en ciertas condiciones la fachada puede vencer al contenido. La «democracia popular» no se limitaba a hacer un «polluelo de cuclillo» comunista expulsar a los aliados, sino era una s'intesis de dos estatismos: un comunista y otro liberal en una plataforma prosovi'etica.

Los pasos m'as decisivos en la ruta de la «democracia popular» en Espa~na eran posibles despu'es de que terminara la guerra civil y la situaci'on internacional cambiara. Cuando llegara el tiempo, ser'ia posible unir a los comunistas y a los partidarios de pol'itica prosivi'etica en un partido unido y allanar a la oposici'on.

Al haber perdido la oportunidad de vencer a los azules, a la Rep'ublica le quedaba una sola posibiliad de sobrevivir: tirar hasta que estallara la Segunda Guerra Mundial. Esta oportunidad apareci'o en el septiembre del 1938 en relaci'on con la crisis de Sudetes y permanec'ia en 1939 ya que la Rep'ublica gozaba de un, aunque peque~no, pero suficiente recurso de resistencia para mantenerse algunos meses en la situaci'on impredicable de la Europa de preguerra.

Pero las fuerzas pol'iticas dirigentes inclu'ido al primer ministro Negr'in concluyeron que la derrota era inevitable y comenzaron a buscar las posibilidades de minimizar las consecuencias de la cat'astrofe. Comunistas implicadas en el combate contra en fascismo estaban dispuestos a luchar hasta el 'ultimo soldado. Pero tambi'en ten'ian que actuar en el marco de la pol'itica de Negr'in cuyas maniobras provocaban desconfianza a una gran parte de los republicanos que tem'ian quedarse al margen de la evacuaci'on.

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