Читаем 2666 полностью

A veces veía sombras detrás de las cortinas, a veces alguien, una mujer de edad, un hombre con corbata, un adolescente de cara alargada, abría una ventana y contemplaba el plano de Barcelona al atardecer. Una noche descubrí que no era la única en estar allí, espiando o aguardando la aparición del poeta. Un joven de unos dieciocho años, tal vez menos, hacía guardia en silencio en la acera de enfrente. Él no se había percatado de mí porque evidentemente se trataba de un joven soñador e incauto. Se sentaba en la terraza de un bar y siempre pedía una Coca-Cola en lata que se iba bebiendo a tragos espaciados mientras escribía en un cuaderno escolar o leía unos libros que reconocí de inmediato. Una noche, antes de que él dejara la terraza y se marchara apresuradamente, me acerqué y me senté a su lado.

Le dije que sabía lo que estaba haciendo. ¿Quién eres tú?, me preguntó aterrorizado. Le sonreí y le dije que yo era alguien como él. Me miró como se mira a una loca. No te equivoques conmigo, le dije, no estoy loca, soy una mujer con un perfecto dominio mental. Se rió. Si no estás loca lo pareces, dijo. Luego hizo el gesto de pedir la cuenta y ya se disponía a levantarse cuando le confesé que yo también estaba buscando al poeta. Se volvió a sentar de inmediato, como si le hubiera puesto una pistola en la sien. Pedí una infusión de manzanilla y le conté mi historia. Él me dijo que también escribía poesía y que quería que el poeta leyera algunos de sus poemas. No era necesario preguntárselo para saber que era homosexual y que estaba muy solo. Déjame verlos, le dije, y le arrebaté el cuaderno de las manos.

No era malo, su único problema es que escribía igual que el poeta. Estas cosas no te pueden haber pasado, le dije, eres demasiado joven para haber sufrido tanto. Hizo un gesto como diciéndome que le daba igual si le creía o no. Lo que importa es que esté bien escrito, dijo. No, le dije, tú sabes que eso no es lo que importa. No, no, no, dije, y él, al final, me dio la razón.

Se llamaba Jordi y hoy es posible que dé clases en la universidad o esté escribiendo reseñas en La Vanguardia o en El Periódico.

Amalfitano recibió la siguiente carta desde San Sebastián.

En ella Rosa le contaba que había ido con Imma al manicomio de Mondragón, a visitar al poeta que vivía allí desmesurado e inconsciente, y que los guardias, sacerdotes disfrazados de guardias de seguridad, no las habían dejado pasar. En San Sebastián tenían intención de alojarse en casa de una amiga de Imma, una chica vasca llamada Edurne, que había sido comando etarra y que tras la llegada de la democracia había abandonado la lucha armada, y que no las quiso tener en su casa más de una noche arguyendo que tenía mucho que hacer y que a su marido no le gustaban las visitas inesperadas. El marido se llamaba Jon y las visitas, en efecto, lo ponían en un estado nervioso que Lola tuvo oportunidad de verificar. Temblaba, se ponía rojo como una vasija de arcilla candente, aunque no soltaba palabra daba la impresión de estar a punto de gritar en cualquier momento, transpiraba y le temblaban las manos, se cambiaba de sitio constantemente, como si no pudiera permanecer quieto en un mismo lugar más allá de dos minutos. Edurne, por el contrario, era una mujer muy reposada. Tenía un hijo de corta edad (al que no pudieron ver, pues Jon siempre encontraba un pretexto para evitar que Imma y ella entraran en la habitación del niño) y trabajaba casi todo el día como educadora de calle, junto con familias drogodependientes y con los mendigos que se apiñaban en las escalinatas de la catedral de San Sebastián y que sólo deseaban que los dejaran tranquilos, según explicó Edurne riéndose, como si acabara de contar un chiste que sólo entendió Imma, pues tanto Lola como Jon no se rieron. Esa noche cenaron juntos y al día siguiente se marcharon. Encontraron una pensión barata de la que Edurne les había hablado y volvieron a hacer autoestop hasta Mondragón. Una vez más no pudieron acceder a las instalaciones del manicomio, pero se conformaron con estudiarlo desde fuera, observando y reteniendo en la memoria todos los caminos de tierra y grava que veían, las altas paredes grises, las elevaciones y sinuosidades del terreno, los paseos de los locos y de los empleados que observaron desde lejos, las cortinas de árboles que se sucedían a intervalos caprichosos o cuya mecánica no entendían, y los matorrales en donde creyeron ver moscas, por lo que dedujeron que algunos locos y tal vez más de un funcionario de la institución orinaban allí cuando empezaba a atardecer o cuando caía la noche.

Después ambas se sentaron a la orilla de la carretera y comieron los bocadillos de pan con queso que habían traído desde San Sebastián, sin hablar, o ponderando como para sí mismas las sombras fracturadas que proyectaba sobre su entorno el manicomio de Mondragón.

Para el tercer intento concertaron la cita por teléfono.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Презумпция невиновности
Презумпция невиновности

Я так давно изменяю жене, что даже забыл, когда был верен. Мы уже несколько лет играем в игру, где я делаю вид, что не изменяю, а Ира - что верит в это. Возможно, потому что не может доказать. Или не хочет, ведь так ей живется проще. И ни один из нас не думает о разводе. Во всяком случае, пока…Но что, если однажды моей жене надоест эта игра? Что, если она поставит ультиматум, и мне придется выбирать между семьей и отношениями на стороне?____Я понимаю, что книга вызовет массу эмоций, и далеко не радужных. Прошу не опускаться до прямого оскорбления героев или автора. Давайте насладимся историей и подискутируем на тему измен.ВАЖНО! Автор никогда не оправдывает измены и не поддерживает изменщиков. Но в этой книге мы посмотрим на ситуацию и с их стороны.

Анатолий Григорьевич Мацаков , Ева Львова , Екатерина Орлова , Николай Петрович Шмелев , Скотт Туроу

Детективы / Триллер / Самиздат, сетевая литература / Прочие Детективы / Триллеры
500
500

Майк Форд пошел по стопам своего отца — грабителя из высшей лиги преступного мира.Пошел — но вовремя остановился.Теперь он окончил юридическую школу Гарвардского университета и был приглашен работать в «Группу Дэвиса» — самую влиятельную консалтинговую фирму Вашингтона. Он расквитался с долгами, водит компанию с крупнейшими воротилами бизнеса и политики, а то, что начиналось как служебный роман, обернулось настоящей любовью. В чем же загвоздка? В том, что, даже работая на законодателей, ты не можешь быть уверен, что работаешь законно. В том, что Генри Дэвис — имеющий свои ходы к 500 самым влиятельным людям в американской политике и экономике, к людям, определяющим судьбы всей страны, а то и мира, — не привык слышать слово «нет». В том, что угрызения совести — не аргумент, когда за тобой стоит сам дьявол.

Мэтью Квирк

Детективы / Триллер / Триллеры
Девушка во льду
Девушка во льду

В озере одного из парков Лондона, под слоем льда, найдено тело женщины. За расследование берется детектив Эрика Фостер. У жертвы, молодой светской львицы, была, казалось, идеальная жизнь. Но Эрика обнаруживает, что это преступление ведет к трем девушкам, которые были ранее найдены задушенными и связанными в водоемах Лондона.Что это – совпадение или дело рук серийного маньяка? Пока Эрика ведет дело, к ней самой все ближе и ближе подбирается безжалостный убийца. К тому же ее карьера висит на волоске – на последнем расследовании, которое возглавляла Эрика, погибли ее муж и часть команды, – и она должна сражаться не только со своими личными демонами, но и с убийцей, более опасным, чем все, с кем она сталкивалась раньше. Сумеет ли она добраться до него прежде, чем он нанесет новый удар? И кто тот, кто за ней следит?

Роберт Брындза

Детективы / Триллер / Прочие Детективы