Читаем 2666 полностью

Lola, sobre todo en los últimos tiempos, solía afirmar que conocía al poeta y que esto había sucedido durante una fiesta a la que asistió en Barcelona, antes de que Amalfitano entrara en su vida. En esta fiesta, que Lola definía como una fiesta salvaje, una fiesta atrasada que emergía de pronto en medio del calor del verano y de una caravana de coches con las luces rojas encendidas, se había acostado con él y habían hecho el amor toda la noche, aunque Amalfitano sabía que no era verdad, no sólo porque el poeta era homosexual, sino porque la primera noticia que tuvo Lola de su existencia se la debía a él, que le había regalado uno de sus libros. Después Lola se encargó de comprar el resto de la obra del poeta y de escoger a sus amigos entre las personas que creían que el poeta era un iluminado, un extraterrestre, un enviado de Dios, amigos que a su vez acababan de salir del manicomio de Sant Boi o que se habían vuelto locos después de repetidas curas de desintoxicación. En realidad, Amalfitano sabía que tarde o temprano su mujer emprendería el camino de San Sebastián, así que prefirió no discutir, ofrecerle parte de sus ahorros, rogarle que volviera al cabo de unos meses y asegurarle que cuidaría bien de la niña. Lola parecía no oír nada. Cuando tuvo hecha su mochila se fue a la cocina, preparó dos cafés y se quedó quieta, esperando a que amaneciera, pese a que Amalfitano trató de buscar temas de conversación que le interesaran o que, al menos, le hicieran más leve la espera. A las seis y media de la mañana sonó el timbre y Rosa dio un salto. Me vienen a buscar, dijo, y ante su inmovilidad Amalfitano se tuvo que levantar y preguntar por el interfono quién era. Oyó que una voz muy frágil decía soy yo. ¿Quién es?, dijo Amalfitano. Ábreme, soy yo, dijo la voz. ¿Quién?, dijo Amalfitano. La voz, sin abandonar su tono de fragilidad absoluta, pareció enojarse por el interrogatorio. Yo yo yo yo, dijo.

Amalfitano cerró los ojos y abrió la puerta del edificio. Escuchó el sonido de poleas del ascensor y volvió a la cocina. Lola seguía sentada, bebiendo a sorbos las últimas gotas de café. Creo que es para ti, dijo Amalfitano. Lola no hizo el menor signo de haberlo oído. ¿Te vas a despedir de la niña?, dijo Amalfitano.

Lola levantó la mirada y le contestó que era mejor no despertarla.

Tenía los ojos azules enmarcados por unas ojeras profundas.

Después sonó dos veces el timbre de la casa y Amalfitano fue a abrir. Una mujer muy pequeña, de no más de un metro cincuenta de altura, pasó junto a él después de mirarlo brevemente y murmurar un saludo ininteligible, y se dirigió directamente a la cocina, como si conociera las costumbres de Lola mejor que Amalfitano. Cuando Amalfitano volvió a la cocina se fijó en la mochila de la mujer, que ésta había dejado en el suelo junto al refrigerador, más pequeña que la de Lola, casi una mochila en miniatura. La mujer se llamaba Inmaculada pero Lola le decía Imma. Un par de veces, al volver del trabajo, Amalfitano la había encontrado en su casa, y entonces la mujer le había dicho su nombre y la manera en que debía llamarla.

Imma era el diminutivo de Immaculada, en catalán, pero la amiga de Lola no era catalana ni se llamaba Immaculada, con doble eme, sino Inmaculada, y Amalfitano, por cuestión fonética, prefería llamarla Inma, aunque cada vez que lo hacía era reprendido por su mujer, hasta que decidió no llamarla de ninguna manera. Desde la puerta de la cocina las observó. Se sentía mucho más sereno de lo que había imaginado. Lola y su amiga tenían la vista clavada en la mesa de formica aunque a Amalfitano no le pasó desapercibido que de vez en cuando ambas levantaban la vista y se cruzaban miradas de una intensidad que él desconocía. Lola preguntó si alguien quería más café. Se está dirigiendo a mí, pensó Amalfitano. Inmaculada movió la cabeza de un lado a otro y luego dijo que no tenían tiempo, que lo mejor era ponerse en movimiento pues dentro de poco los caminos de salida de Barcelona estarían bloqueados. Habla como si Barcelona fuera una ciudad medieval, pensó Amalfitano.

Lola y su amiga se pusieron de pie. Amalfitano dio dos pasos y abrió la puerta del refrigerador para sacar una cerveza impelido por una repentina sed. Antes de hacerlo tuvo que apartar la mochila de Imma. Pesaba como si en el interior sólo hubiera dos blusas y otro pantalón negro. Parece un feto, fue lo que pensó Amalfitano, y dejó caer la mochila a un lado. Después Lola lo besó en las mejillas y ella y su amiga se marcharon.

Una semana después Amalfitano recibió una carta de Lola con matasellos de Pamplona. En la carta le contaba que el viaje hasta allí había estado lleno de experiencias agradables y desagradables.

Eran más las experiencias agradables. Las experiencias desagradables, por otra parte, se podían calificar de desagradables, de eso no cabía duda, aunque tal vez no de experiencias.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Презумпция невиновности
Презумпция невиновности

Я так давно изменяю жене, что даже забыл, когда был верен. Мы уже несколько лет играем в игру, где я делаю вид, что не изменяю, а Ира - что верит в это. Возможно, потому что не может доказать. Или не хочет, ведь так ей живется проще. И ни один из нас не думает о разводе. Во всяком случае, пока…Но что, если однажды моей жене надоест эта игра? Что, если она поставит ультиматум, и мне придется выбирать между семьей и отношениями на стороне?____Я понимаю, что книга вызовет массу эмоций, и далеко не радужных. Прошу не опускаться до прямого оскорбления героев или автора. Давайте насладимся историей и подискутируем на тему измен.ВАЖНО! Автор никогда не оправдывает измены и не поддерживает изменщиков. Но в этой книге мы посмотрим на ситуацию и с их стороны.

Анатолий Григорьевич Мацаков , Ева Львова , Екатерина Орлова , Николай Петрович Шмелев , Скотт Туроу

Детективы / Триллер / Самиздат, сетевая литература / Прочие Детективы / Триллеры
500
500

Майк Форд пошел по стопам своего отца — грабителя из высшей лиги преступного мира.Пошел — но вовремя остановился.Теперь он окончил юридическую школу Гарвардского университета и был приглашен работать в «Группу Дэвиса» — самую влиятельную консалтинговую фирму Вашингтона. Он расквитался с долгами, водит компанию с крупнейшими воротилами бизнеса и политики, а то, что начиналось как служебный роман, обернулось настоящей любовью. В чем же загвоздка? В том, что, даже работая на законодателей, ты не можешь быть уверен, что работаешь законно. В том, что Генри Дэвис — имеющий свои ходы к 500 самым влиятельным людям в американской политике и экономике, к людям, определяющим судьбы всей страны, а то и мира, — не привык слышать слово «нет». В том, что угрызения совести — не аргумент, когда за тобой стоит сам дьявол.

Мэтью Квирк

Детективы / Триллер / Триллеры
Девушка во льду
Девушка во льду

В озере одного из парков Лондона, под слоем льда, найдено тело женщины. За расследование берется детектив Эрика Фостер. У жертвы, молодой светской львицы, была, казалось, идеальная жизнь. Но Эрика обнаруживает, что это преступление ведет к трем девушкам, которые были ранее найдены задушенными и связанными в водоемах Лондона.Что это – совпадение или дело рук серийного маньяка? Пока Эрика ведет дело, к ней самой все ближе и ближе подбирается безжалостный убийца. К тому же ее карьера висит на волоске – на последнем расследовании, которое возглавляла Эрика, погибли ее муж и часть команды, – и она должна сражаться не только со своими личными демонами, но и с убийцей, более опасным, чем все, с кем она сталкивалась раньше. Сумеет ли она добраться до него прежде, чем он нанесет новый удар? И кто тот, кто за ней следит?

Роберт Брындза

Детективы / Триллер / Прочие Детективы