Día Internacional de la mujer. En la URSS no era laborable (día de la Mujer Trabajadora).
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Recordemos que, al final del capítulo 6 de la primera parte Solzhenitsyn ha referido que en Butyrki se denominaba «la estación» al amplio vestíbulo con celdas para la recepción y expedición de presos tras oír sentencia.
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Esta orden significa que el último será fusilado, o como mínimo azotado.
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¡Eh,275
En la posguerra los cofrades, que paradójicamente eran leales al régimen, llamaban fascistas a los presos políticos. Desde principios de los años cincuenta, más conocedores de lo que ocurría en el país, dejarían de usar el mote.
El capataz
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Nombres típicamente campesinos.
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Alusión al dicho ruso: «Andaba pensando el pavo y acabó metido en la sopa».
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Sección Cultural y Educativa, departamento de la administración de los campos.280
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En realidad, algún día también deberá tomar forma en los monumentos la historia de nuestro Archipiélago, una historia secreta y ya casi perdida. Yo, por ejemplo, imagino siempre este otro monumento: en algún lugar de Kolymá, en un lugar elevado, un descomunal Stalin, tan enorme como él siempre se soñaba, con bigotes de varios metros, con el rictus característico del jefe de campo, con una mano tirando de unas riendas, y con la otra blandiendo un látigo para fustigar al atelaje, un tiro formado por centenares de hombres uncidos de cinco en cinco que tiran de los arreos. En la región de Chukotka, junto al estrecho de Bering, también sería de gran efecto. (Había escrito ya todo esto cuando leí281
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Desde entonces siempre he preguntado a cualquier sueco al que conociera por casualidad o a todo aquel que viajara a Suecia cómo podría dar con esa familia, o si habían oído hablar de aquel desaparecido. La respuesta era siempre una sonrisa: Andersen, en Suecia, es lo mismo que Ivánov en Rusia, y no había tal multimillonario. Sólo ahora, al cabo de veintidós años, al releer este libro, he caído en la cuenta: ¡Es que le habían prohibido dar su nombre y apellido verdaderos! ¡Abakúmov, como es natural, le habría advertido que si revelaba su identidad lo liquidarían! Y ocurrió que fue por las prisiones de tránsito como un Ivánov sueco. Y sólo gracias a algunos detalles menores de su biografía que sí podía divulgar, pudo dejar huella aquella existencia arruinada en la mente de los interlocutores, que el azar le deparaba. O mejor dicho, todavía esperaba salvarse, como cualquier persona, como los millones de borregos que aparecen en este libro: ahora estaba encerrado, pero Occidente, indignado, conseguiría su liberación. No comprendía la fuera del Este. Y no comprendía que un testigo como él, que había puesto de manifiesto una firmeza nunca supuesta en un Occidente blandengue, jamás podría ser puesto en libertad. Quién sabe si aún vive hoy día. (Nota de 1972.)282
Véase
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La ración reglamentaria garantizada en el Gulag aunque no haya trabajos que realizar.284
La conferencia de Postdam se celebró del 17 de julio al 2 de agosto de 1945. La primera bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto del mismo año.
285
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El286
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Por lo demás, como indica P. Yakubóvich, «los del bollo», quienes se dedican a la compra-venta de condenas a cambio de alimentos, ya existían en el siglo pasado. Es un viejo truco de los penales.287
«La capital de nuestra Patria, Moscú», era la fórmula habitual empleada en los servicios de megafonía de estaciones y aeropuertos.
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Véase la carta que me dirigió en289
En la película El acorazado Potiomkin de Eisenstein (1925).
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Solzhenitsyn no repite completa, por conocida, la orden clásica: «Un paso a la derecha o un paso a la izquierda, y la escolta disparará sin previo aviso». Todo paso fuera de la columna se consideraba intento de fuga.
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P.F. Yakubóvich,292