Читаем Círculo de espadas полностью

Dos años después acabamos nuevamente en la misma estación. Recuerdo cuál era. Ata Tsan. Le seguí los pasos hasta otro teatro. Otra vez estaba discutiendo con un músico. A esas alturas ya me había enterado de cuál era su apodo, que se traduce (aproximadamente) como Hombre que Anna Alboroto con la Música, y me había enterado del motivo. La enfermedad de la infancia lo había dejado parcialmente sordo. Llevaba un par de audífonos: botones de plástico ocultos alojados en sus enormes oídos internos. Cuando los llevaba conectados, no tenía problemas para mantener una conversación, pero no oía la música como el resto de la gente. Sabía que era un caso único, pero también sabía cómo oía la música de sus obras, y cómo —por la Diosa— quería oírla. Los músicos trabajaban con él porque era muy bueno; pero siempre parecían atormentados. Uno de ellos me dijo: «Mi trabajo no consiste en componer música. Consiste en negociar entre Eh Matsehar y el resto de la especie.»

Mats interrumpió la discusión y me llevó afuera para hablar de la nueva obra, que era una versión de Otelo. Iban a representarla con máscaras como las de las obras de animales.

—Sólo que éstas serán máscaras humanas. ¡Estoy inventando una nueva forma de arte, Nicky! Con tu ayuda; y tu contribución será reconocida, te lo prometo. ¡Espera a ver los trajes! Todo es maravilloso, salvo la música.

Me entregó un ejemplar del escrito. Lo leí esa noche, mientras Gwarha se entretenía con un juego de tablero, planteando problemas y absorto en ellos. Una pérdida de tiempo, en mi opinión, pero en realidad no me interesan demasiado los juegos.

La obra se titulaba La avalancha del hombre oscuro. Era más larga que una obra hwarhath tradicional, y Matsehar había logrado incluir gran parte de la lengua de Shakespeare. Su Otelo era espléndido: heroico y amante. Su Desdémona era deliciosamente dulce y amable. No supe con certeza qué harían con ella los hwarhath. Su lago podría haberse arrastrado debajo de una serpiente.

Cuando llegué al final, le entregué el escrito a Gwarha. Lo leyó de un tirón y no dijo nada hasta después de apagar el ordenador. Entonces me miró.

—Está maravillosamente escrita. Tienes razón con respecto al muchacho. La Diosa le ha tendido las dos manos. Pero el final no está bien.

Le pregunté a qué se refería.

—Una obra sobre este tipo de amor debería dejar en el público una sensación de horror y disgusto. Pero no siento nada de eso. Me siento triste… y furioso con este hombre ambicioso y corrupto. ¿Cómo pronuncias su nombre?

—lago.

—Y hay algo más… la sensación de que acabo de salir de un lugar estrecho y oscuro, un bosque o la entrada a una casa fortificada. Ahora estoy en el borde de una llanura. No hay nada entre el horizonte y yo. No hay nada por encima de mí, salvo el cielo desierto. ¡Ah! —Lanzó la lenta exhalación hwarhath que puede significar casi cualquier cosa.

—Una catarsis trágica —dije.

Gwarha arrugó el entrecejo. Intenté explicárselo.

—¿Utilizáis obras para limpiar el aparato digestivo?

—Me he expresado mal.

Finalmente me comprendió, aunque me habría resultado útil tener acceso a La Poética.

—Sigo pensando que el final no funciona. Pero si utiliza máscaras, si los personajes son claramente humanos, tal vez resulte aceptable.

Mats estaba atareado con la producción de la obra, de modo que pasé un tiempo sin verlo demasiado… y también sin ver mucho a Gwarha, que había sido convocado en Ata Tsan para arbitrar una disputa realmente desagradable entre dos principales. Su gran habilidad es la negociación, pero —dijo— estaba llegando al límite de su capacidad.

—Con esos dos no se puede razonar, y pertenecen a dos linajes que nunca se han llevado bien. Vamos a pasar aquí mucho tiempo, Nicky.

—Encontraré algo que hacer.

Me dedicó una mirada significativa.

Algunos días más tarde me encontré con Mats en uno de los diversos gimnasios de la estación. Yo estaba allí practicando hanatsin con uno de los jóvenes más serios e inteligentes y de modales más encantadores que frecuentaban a Gwarha. (La habilidad de éste para elegir oficiales jóvenes es notable.) Ya no recuerdo de qué joven se trataba. Probablemente estaba haciendo lo que hace la mayoría: arrojarme al suelo acolchado y luego ayudarme a ponerme de pie explicándome con toda cortesía qué era lo que había hecho mal.

Matsehar no practicaba ninguna de las artes marciales más allá del mínimo exigido a todos en el perímetro, y tampoco participaba en deportes de competición. Su falta de coordinación era un problema demasiado grave. Pero tenía la obsesión de los hwarhath por la forma física, y trabajaba diariamente nadando o ejercitándose en los aparatos de resistencia.

Перейти на страницу:

Похожие книги

1984. Скотный двор
1984. Скотный двор

Роман «1984» об опасности тоталитаризма стал одной из самых известных антиутопий XX века, которая стоит в одном ряду с «Мы» Замятина, «О дивный новый мир» Хаксли и «451° по Фаренгейту» Брэдбери.Что будет, если в правящих кругах распространятся идеи фашизма и диктатуры? Каким станет общественный уклад, если власть потребует неуклонного подчинения? К какой катастрофе приведет подобный режим?Повесть-притча «Скотный двор» полна острого сарказма и политической сатиры. Обитатели фермы олицетворяют самые ужасные людские пороки, а сама ферма становится символом тоталитарного общества. Как будут существовать в таком обществе его обитатели – животные, которых поведут на бойню?

Джордж Оруэлл

Классический детектив / Классическая проза / Прочее / Социально-психологическая фантастика / Классическая литература
Незаменимый
Незаменимый

Есть люди, на которых держится если не мир, то хотя бы организация, где они работают. Они всегда делают больше, чем предписано, — это их дар окружающим. Они придают уникальность всему, за что берутся, — это способ их самовыражения. Они умеют притянуть людей своим обаянием — это результат их человекоориентированности. Они искренни в своем альтруизме и неподражаемы в своем деле. Они — Незаменимые. За такими людьми идет настоящая охота работодателей, потому что они эффективнее сотни посредственных работников. На Незаменимых не экономят: без них компании не выжить.Эта книга о том, как найти и удержать Незаменимых в компании. И о том, как стать Незаменимым.

Агишев Руслан , Алана Альбертсон , Виктор Елисеевич Дьяков , Евгений Львович Якубович , Сет Годин

Современные любовные романы / Проза / Самосовершенствование / Социально-психологическая фантастика / Современная проза / Эзотерика
В режиме бога
В режиме бога

Виктор Сигалов пишет морфоскрипты — интерактивные сны, заменившие людям игры, кино и книги. Как все авторы, он считает себя гением и втайне мечтает создать виртуальную реальность, равную реальному миру. Неожиданно Виктор получает новый заказ: корпорация, о которой он прежде не слышал, просит его протестировать сложный морфоскрипт. Изучив чужой сценарий, Сигалов обнаруживает, что неизвестный автор сумел воплотить его мечту – интерактивный сон показывает настоящую жизнь, опережающую реальный мир на несколько дней и предсказывает, что Земле грозит какая-то глобальная катастрофа. Чтобы предотвратить беду Виктору нужно разыскать настоящего автора. Но как это сделать, если в реальном мире он не существует?

Гульнара Омельченко , Евгений Александрович Прошкин

Социально-психологическая фантастика / О бизнесе популярно / Финансы и бизнес