Por fin se decidió. Comenzó el trabajo. Los obreros subían y bajaban con cuerdas, llevando fardos en las manos. Los cubos se vaciaban uno tras otro. El agua vieja salía para dejar su sitio al agua nueva.
Javer e Isa fumaban en la escalera, se decían algo y reían.
– ¿De qué os reís? -dijo Xexo-. Mejor será que cojáis un cubo.
– Ese trabajo es como el de las pirámides de Egipto -dijo Javer.
La nuera de Nazo sonrió.
El ruido de los cubos era ensordecedor.
– Un mundo nuevo y no agua nueva es lo que hace falta -dijo Javer.
Isa se echó a reír.
Su padre los miró con gesto de reproche. La abuela bajaba la escaleras, sosteniendo una bandeja llena de tazas de café.
Los obreros bebían el café de pie, tomando aliento con dificultad. Estaban pálidos por la falta de oxígeno en el fondo del depósito. A uno de ellos lo llamaban Omer. Cuando bajaba, yo acercaba la cabeza a la boca del aljibe y gritaba su nombre.
«Oomeer», contestaba el depósito. Vacio, tenía una voz gruesa y ronca, como si estuviese resfriado.
– ¿Sabes tú quién fue Omer u Hornero? -me preguntó ha.
– No. Dímelo tú.
– Fue un viejo poeta griego, ciego.
– ¿Quién le sacó ¿os ojos, los italianos?
Ambos rieron.
– Escribió libros maravillosos sobre monstruos de un solo ojo y sobre una ciudad llamada Troya y un caballo de madera.
Asomé la cabeza a la boca del aljibe.
– Hornero -grité.
En el aljibe se fundían fragmentos de luz y oscuridad.
«Hoomeeroo», me repitió. Me pareció escuchar el ruido del bastón del ciego golpeando el suelo.
– ¿Qué haces en medio molestando? -dijo Xexo entre el estruendo de los cubos.
FRAGMENTO DE CRÓNICA…mientras Japón se prepara para atacar a la India y Australia. Tribunales. Audiencia. Propiedad. Es llevado a juicio por impago de deudas Gole Ballom, del barrio de Varosh. La subasta del mobiliario de la casa de L. Xuano tendrá lugar el domingo. Emitidas órdenes de arresto contra las ancianas H.Z. y C.V., acusadas de prácticas de brujería. Notifico a los lectores que la causa de que el número anterior del periódico resultara deficiente y con erratas ha sido mi padecimiento estomacal. El redactor jefe. Son expulsados del liceo nuevos elementos perturbadores. Ha llegado a nosotros cierto número de quejas de padres de alumnos acerca del maestro Qani Kekez. Los métodos pedagógicos del señor Kekez son verdaderamente asombrosos. Durante la clase de anatomía, este señor descuartiza gatos ante los ojos de los alumnos causando el terror de los pobres muchachos. La última vez, el gato masacrado se le escapó de las manos y se lanzó sobre los pupitres con las tripas fuera. La señorita Lejía Karllashe, hija del respetable propietario de la fábrica de curtidos Mak Karllashe, partió ayer hacia Italia. Aprovechamos la ocasión para ofrecer el horario de salidas del vapor de la línea Durres-Bari. Direcciones de las comadronas de la ciudad. Precio del pan. Noticia de nacimientos, casamientos y defunciones.
IV