Читаем Guianeya полностью

Sus trajes eran muy parecidos. Las mujeres llevaban un vestido, los hombres, una túnica corta. Las mujeres llevaban en las piernas cintas entrelazadas hasta la rodilla, y con hebillas en forma de hojas. Los hombres iban con las piernas desnudas. Las mujeres tenían cabello largo y espeso, la cabeza de los hombres estaba afeitada.

Todos estaban vestidos de blanco menos uno.

El tono verde de su piel, los ojos oblkuoiS elevados un poco cerca del puente de la nariz, la gran estatura tanto de los hombres como de las mujeres: todo esto era conocido para las personas de la Tierra, y sin equivocarse podrían decir que eran los compatriotas de Guianeya.

Si Marina Murátova hubiera podido encontrarse aquí, reconocería el idioma en el que hablaban todas estas personas.

Pero al reconocerlo se enteraría de que no era completamente igual al que hablaba Guianeya, algo le diferenciaba, aunque su raíz era la misma.

El hombre, que se distinguía de los demás por su vestido, por lo visto, también tenía dificultad en la comprensión de este idioma y algunas veces pedía que repitiesen la frase.

Entonces se levantaba uno d”los hombres y repetía lo dicho, exactamente en el mismo idioma en el que hablaba Guianeya.

En el centro, en una alta silla, destacándose sobre los demás, se hallaba un hombre vestido igual que los demás, todavía muy joven, de ojos tan estrechos que parecía que los tenía entornados. Miraba fijamente, sin pestañear, al que estaba delante de él, vestido de otra forma, el cual hablaba correctamente en el idioma de Guianeya, y que no siempre comprendía lo que le decían.

Este tenía todos los rasgos distintivos de los compatriotas de Guianeya, pero era un poco más bajo de estatura que los demás. El matiz verdoso de su piel se notaba poco debido al color tostado de su piel. No llevaba una túnica, sino algo parecido a una amplia capa que brillaba como verdadero oro a los rayos del anaranjado sol. Su cabeza no estaba afeitada y, unos cabellos negros, de brillo esmeraldino, descendían más abajo de los hombros.

El hombre joven de los ojos estrechos era, por lo visto, el que presidía esta reunión.

Su mirada insistente alteraba al de la capa dorada, que con frecuencia no la podía resistir y retiraba los ojos, pero nuevamente, como si fuera debido a una fuerza magnética, los volvía a dirigir hacia él.

En estos instantes todos veían cómo en los ojos negros del hombre con capa fulguraban chispas que podían ser de desafío o de temor cuidadosamente disimulado. Y el joven presidente se sonreía cada vez que se daba cuenta de estas miradas.

En su sonrisa se reflejaba el desprecio, la ironía, la ira, pero no había odio. Y parecía, que precisamente esto, la inexistencia de odio, era lo que más alteraba a la persona con capa.

Todo el tiempo estaba de pie. No podía ser de otra forma ya que cerca de él no había ninguna silla. Llevaba ya mucho tiempo de pie mientras que los demás estaban sentados.

Todo esto tenía el aspecto de un juicio.

En realidad era así, pero no en el sentido con que se comprende esta palabra en la Tierra.

Juzgaban no a esta persona, sino a otras, de las que formaba parte, pero que no se encontraban ahora en esta sala.

Y juzgaban la causa que querían llevar a cabo estas personas.

 — Así que — dijo el presidente, mirando fijamente como antes a la cara del «acusado» — ¿nos lo has dicho todo, Liyagueya, no has ocultado nada?

 — ¡Sí, todo! No tengo nada más que añadir. Estoy dispuesto a morir.

Con una sonrisa que reflejaba sólo desprecio fueron acogidas sus palabras.

 — Eso vemos. — El joven presidente indicó con un ademán el vestido de Liyagueya —.

Pero te has apresurado. Llevas ya tres días en la patria. ¿Acaso no te has dado cuenta que te encuentras en otro mundo?

Liyagueya no contestó nada.

 — ¿Es posible — continuó el presidente —, que no hayas comprendido nada de lo que han visto tus ojos? ¿O puede ser que no quieras comprender nada?

De nuevo no hubo ninguna respuesta.

 — Pero tú lo comprenderás, Liyagueya. No te mataremos, como lo haríais vosotros si estuvierais en nuestro lugar. Ya hace tiempo que vuestras hogueras se han apagado y desaparecido de la mente de las personas. Vivirás entre nosotros.

 — ¿Entonces no me permitís volver?

 — No. Tú quedas aquí para siempre. El cosmos no es un lugar para personas como tú.

Allí hay que ir con ideas puras y las manos limpias. Tendrás que trabajar, Liyagueya.

Probablemente por primera vez en la vida — añadió con un tono de inmenso desprecio —.

Y de ti mismo depende el que las personas olviden quién eras y cuál era el negro asunto que intentabais realizar.

 — ¿Intentábamos? — Por primera vez durante esta mañana se deslizó una sonrisa por los labios de Liyagueya.

 — ¿Quieres decir que vuestro asunto lo habéis llevado a cabo? Otra vez te equivocas, Liyagueya. Te has olvidado que durante tu ausencia de nuestro planeta han pasado diez generaciones, y no han vivido en vano. Desde nuestro punto de vista vuestras naves son simples barcuchos. Visitaremos ese planeta... ¿cómo le has denominado?

 — Lía.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Чужие сны
Чужие сны

Есть мир, умирающий от жара солнца.Есть мир, умирающий от космического холода.И есть наш мир — поле боя между холодом и жаром.Существует единственный путь вернуть лед и пламя в состояние равновесия — уничтожить соперника: диверсанты-джамперы, генетика которых позволяет перемещаться между параллельными пространствами, сходятся в смертельной схватке на улицах земных городов.Писатель Денис Давыдов и его жена Карина никогда не слышали о Параллелях, но стали солдатами в чужой войне.Сможет ли Давыдов силой своего таланта остановить неизбежную гибель мира? Победит ли любовь к мужу кровожадную воительницу, проснувшуюся в сознании Карины?Может быть, сны подскажут им путь к спасению?Странные сны.Чужие сны.

dysphorea , dysphorea , Дарья Сойфер , Кира Бартоломей , Ян Михайлович Валетов

Фантастика / Детективы / Триллер / Научная Фантастика / Социально-философская фантастика
Первые шаги
Первые шаги

После ядерной войны человечество было отброшено в темные века. Не желая возвращаться к былым опасностям, на просторах гиблого мира строит свой мир. Сталкиваясь с множество трудностей на своем пути (желающих вернуть былое могущество и технологии, орды мутантов) люди входят в золотой век. Но все это рушится когда наш мир сливается с другим. В него приходят иномерцы (расы населявшие другой мир). И снова бедствия окутывает человеческий род. Цепи рабства сковывает их. Действия книги происходят в средневековые времена. После великого сражения когда люди с помощью верных союзников (не все пришедшие из вне оказались врагами) сбрасывают рабские кандалы и вновь встают на ноги. Образовывая государства. Обе стороны поделившиеся на два союза уходят с тропы войны зализывая раны. Но мирное время не может продолжаться вечно. Повествования рассказывает о детях попавших в рабство, в момент когда кровопролитные стычки начинают возрождать былое противостояние. Бегство из плена, становление обоями ногами на земле. Взросление. И преследование одной единственной цели. Добиться мира. Опрокинуть врага и заставить исчезнуть страх перед ненавистными разорителями из каждого разума.

Александр Михайлович Буряк , Алексей Игоревич Рокин , Вельвич Максим , Денис Русс , Сергей Александрович Иномеров , Татьяна Кирилловна Назарова

Фантастика / Советская классическая проза / Научная Фантастика / Попаданцы / Постапокалипсис / Славянское фэнтези / Фэнтези
Время собирать камни
Время собирать камни

Думаешь, твоя жена робкая, покорная и всегда будет во всем тебя слушаться только потому, что ты крутой бизнесмен, а она — простая швея? Ты слишком плохо ее знаешь… Думаешь, что все знаешь о своем муже? Даже каким он был подростком? Немногим есть что скрывать о своем детстве, но, кажется, Виктор как раз из этих немногих… Думаешь, все плохое случается с другими и никогда не коснется тебя? Тогда почему кто-то жестоко убивает соседей и подбрасывает трупы к твоему крыльцу?..Как и герои романа Елены Михалковой, мы часто бываем слишком уверены в том, в чем следовало бы сомневаться. Но как научиться видеть больше, чем тебе хотят показать?

Андрей Михайлович Гавер , Владимир Алексеевич Солоухин , Владимир Типатов , Елена Михалкова , Павел Дмитриев

Фантастика / Приключения / Детективы / Научная Фантастика / Попаданцы / Прочие Детективы