Su hechizo golpeó a Amycus en el pecho, dio un grito como de cerdo de dolor, se elevó en el aire y cayó hacia la pared opuesta, se resbaló por esta y cayó fuera de su vista detrás de Ron, la profesora McGonagall y Lupin, cada uno de ellos estaban peleando con un mortífago diferente. Más allá de ellos, Harry vio a Tonks luchando contra un enorme mago rubio, que lanzaba maldiciones en todas direcciones, para que rebotaran en las paredes alrededor de ellos, quebrando las rocas, destruyendo la ventana más cercana...
'Harry, ¿de donde saliste?' sollozó Ginny, pero no había tiempo para responderle. Harry bajó su cabeza y corrió hacia delante, apenas evitando una explosión que detonó sobre su cabeza, rociándolos a todos con trozos de pared. Snape no debía escapar, debía atraparlo…
'¡Toma eso!' gritó la profesora Mcgonagall, y Harry vio a la Mortífaga, Alecto, corriendo a través del corredor, con sus brazos sobre su cabeza y su hermano detrás de ella. Harry se lanzó detrás de ellos, pero su pie se atoró en algo, y al instante siguiente se encontraba en el suelo enredado en las piernas de alguien. Mirando alrededor, vio la pálida y redonda carea de Neville aplastada contra el suelo. 'Neville, ¿Estás…?'
'Estoy bien' murmuró Neville, que estaba sujetándose el estómago 'Harry, Snape y Malfoy… pasaron corriendo…'
'¡Lo sé, estoy en eso!' dijo Harry, lanzando un hechizo desde el suelo al enorme y rubio Mortífago, que era el que causaba más caos. El hombre dio un aullido de dolor cuando el hechizo lo golpeó en la cara: dio vueltas alrededor, Easy PDF Copyright © 1998,2005 Visage Software
This document was created with FREE version of Easy PDF.Please visit http://www.visagesoft.com for more details confundido, y luego corrió detrás de los hermanos. Harry se levantó del suelo y comenzó a correr a lo largo del corredor, ignorando los ruidos detrás de él, los gritos de los otros para que regresara, y la muda llamada de las personas que yacían en el suelo, de quienes aún no sabía el destino…
Patinó al girar la esquina, con las zapatillas deportivas resbaladizas por la sangre; Snape le llevaba mucha ventaja. ¿Era posible que hubiera entrado ya en la Sala de Requerimiento o la Orden había tomado medidas para mantenerla segura para evitar que los mortífagos se retiraran por ese camino? No podía oír nada excepto sus pisadas y el latir de su corazón mientras corría por el siguiente pasillo vacío. En ese momento encontró una pisada marcada con sangre, que demostraba que al menos uno de los velocísimos mortífagos se dirigía hacia las puertas principales… quizá la Sala de Requerimientos estaba bloqueada.
Se resbaló al girar otra esquina y un maleficio voló hacia él, saltó tras una armadura que explotó. Vio a los hermanos bajando las escaleras de mármol a toda velocidad y les envió varias maldiciones. Sin embargo sólo alcanzaron a varias brujas con peluca que estaban en un cuadro campestre y que escaparon a toda prisa hacia las pinturas vecinas. Al dejar el refugio de la armadura, Harry pudo oír más gritos y gemidos, otras personas del castillo parecían haberse despertado…
Decidió tomar un atajo esperando superar a los hermanos y acercarse a Snape y Malfoy, que seguramente ya estaban en los jardines. Recordó saltar el escalón que desaparecía, se lanzó a través de un tapete en el fondo y salió a un corredor donde estaban algunos alterados Hufflepuffs vestidos en pijama.
'¡Harry! Oímos un ruido, y alguien mencionó la Marca Tenebrosa...' comenzó Ernie Macmillan.
'¡Déjenme pasar!' aulló Harry golpeando a dos chicos al apartarlos mientras descendía corriendo hacia el rellano hasta el final de la escalera de mármol. Las puertas principales de roble parecían haber sido abiertas con una explosión.
Había manchas de sangre sobre las baldosas y varios estudiantes aterrorizados amontonados contra las paredes, uno o dos aún protegiéndose las caras con los brazos. El enorme Reloj de Arena de Gryffindor había sido alcanzado por un maleficio y todavía estaba perdiendo rubíes que caían en las losas con un golpeteo suave.
Harry voló a través del recibidor de la entrada hacia los campos oscuros del exterior. Podía distinguir tres figuras corriendo a través del césped, buscando las salidas, más allá de las cuales podrían desaparecerse... Por su aspecto, eran el enorme mortífago rubio y algo más lejos Snape y Malfoy...
El frío aire desgarraba los pulmones de Harry cuando se precipitó tras ellos, vió un destello de luz en la distancia que le permitió momentáneamente, ver las siluetas de sus presas. No sabía a qué se debía, pero continuó la carrera, aún demasiado lejos para acertarles con una maldición...