La peque˜na copa, ensartada por la manija en la hoja de la espada fue arrojada por CAPÍTULO 26. GRINGOTTS
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el aire. Con el gnomo a horcajadas sobre él, Harry se zambullo y la cogió, pod´ıa sentirla escaldando su carne pero no la soltó, ni cuando incontables copas de Hufflepuff estallaron en su pu˜no, cayendo en forma de lluvia sobre él, mientras la entrada de la bóveda se abr´ıa nuevamente, se encontró deslizándose incontrolablemente con una avalancha de oro y plata ardiente, que lo lanzo dando vueltas con Ron y Hermione hacia la cámara exterior.
Apenas consciente del dolor de las quemaduras que cubr´ıan su cuerpo, y todav´ıa envuelto por el creciente tesoro duplicante. Harry empujo la copa dentro de su bolsillo y se estiro para recuperar la espada, pero Griphook se hab´ıa ido. Deslizándose de los hombros de Harry en el momento que pudo, hab´ıa corrido velozmente para esconderse entre los gnomos cercanos, blandiendo la espada y gritando, “¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Ayuda!
¡Ladrones!”
Desapareció en medio de la muchedumbre que avanzaba, sosteniendo dagas y que lo recibieron sin ninguna duda.
Deslizándose entre el metal caliente, Harry luchó por ponerse de pie y sabia que la única salida era pasando a través de ellos.
“¡Stufefy! ” grito, y Ron y Hermione se le unieron, rayos de luz roja volaron hacia la multitud de gnomos, y algunos fueron derrumbados, pero otros avanzaron, y Harry vio a varios guardias magos corriendo doblando la esquina.
El dragón amarrado soltó un rugido, y un chorro de fuego cayó sobre los gnomos. Los magos huyeron, dando la vuelta, de regreso por donde hab´ıan venido, y la inspiración o la locura, se apoderaron de Harry, que grito: “¡Relashio!”
Las esposas rotas se abrieron con una sonora explosión.
“¡Por aqu´ı!” gritó Harry, aun disparando hechizos aturdidores hacia los gnomos que avanzaban, corrió hacia el ciego dragón.
“Harry? Harry? ¿Qué estas haciendo?” grito Hermione.
“Levántense, trepen, vamos...”
El dragón no se hab´ıa dado cuenta de que estaba libre, el pie de Harry encontró el dedo de su pata trasera y se impulso sobre su lomo. Las escamas eran duras como el acero, pero no pareció sentirlo. Estiro un brazo, Hermione se sujeto y trepo; Ron trepo detrás de ellos, y un segundo después el dragón se percato de que no estaba atado.
Con un rugido se alzo, Harry cayó sobre sus rodillas, sujetándose a las escamas tan fuerte como pudo, mientras desplegaba las alas, derribando a los histéricos gnomos a un lado como pinos de bolos, y se elevó en el aire. Harry, Ron y Hermione, se pegaron a su lomo, rozando el techo mientras se zambull´ıa por la abertura del pasillo, entonces los gnomos acechantes lanzaron las dagas que rebotaron contra sus flancos.
“¡Nunca podremos salir, es demasiado grande!” grito Hermione, pero el dragón abrió la boca y arrojo fuego de nuevo, haciendo estallar el túnel, cuyos pisos y techos se agrietaron y destrozaron. Con fuerza pura, el dragón rasgo y lucho por abrirse camino. Los ojos de Harry estaban cerrados firmemente contra el calor y el polvo. Ensordecido por el desplome de las rocas y los rugidos del dragón, solo pudo aferrarse a su lomo, esperando salir expulsado en cualquier momento, entonces escucho a Hermione gritando, “¡Defodio! ”
Estaba ayudando al dragón a hacer más grande el pasaje, rompiendo el techo mientras luchaba por salir hacia el aire fresco, lejos de los histéricos y ruidosos gnomos. Harry y Ron la imitaron, resquebrajando el techo con más hechizos demoledores. Salieron del lago subterráneo, y la gran bestia se arrastro, gru˜no y pareció detectar la sensación de CAPÍTULO 26. GRINGOTTS
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libertad y el espacio abierto delante de él, y detrás de ellos quedaba el pasillo lleno con los escombros que hac´ıa el dragón, con su cola en forma de espiga, dejando grandes montones de roca, gigantescas estalactitas fracturadas y el estruendo de los gnomos parec´ıa estar apagándose, mientras que adelante, el fuego del dragón continuaba abriéndose paso.
Y finalmente, con la fuerza combinada de sus hechizos y la fuerza bruta del dragón, se abrieron paso fuera del pasillo hacia el vest´ıbulo de mármol. Gnomos y magos chillaron y corrieron a buscar cobijo, y por fin el dragón tuvo espacio para extender sus alas. Dando la vuelta su cabeza con cuernos hacia el aire fresco del exterior que pod´ıa oler mas allá de la puerta, avanzo, y con Harry, Ron y Hermione aun aferrados a su lomo, forzó su paso a través de las puertas de metal, dejándolas colgando de sus bisagras, se tambaleo hacia el callejón Diagon y se lanzo hacia el cielo.
Cap´ıtulo 27
El Lugar Final para Ocultase