'Algún día,' dijo Hermione totalmente exasperada, 'leerás Hogwarts: Una Historia, y quizá te recordará que no puedes Apparate o desaparecer dentro de Hogwarts. Ni siquiera Voldemort podría haberte hecho volar fuera de tu dormitorio, Harry.'
'No saliste de tu cama, hombre,' dijo Ron. 'Yo te vi retorciéndote domido por un minuto al menos antes de que te pudiéramos despertar.'
Harry empezó a ir de un lado a otro de la habitación de nuevo, pensando. Lo que estaba diciendo no era sólo confortante, tenía sentido... si ni siquiera pensarlo, tomó un sandwich del plato en si cama y se lo embutió con hambre en la boca. No soy un arma después de todo, pensó Harry. Su corzón se hinchó de felicidad y alivio y se sintió como participando cuando escucharon a Sirius pasando su puerta, andando hacia la habitación de Buckbeak cantando 'God Rest Ye, Merry Hippogriffs' a lo más alto de su voz.
¿Cómo podía haber soñado volver a Privet Drive para Navidad?
La alegría de Sirius al tener la casa llena otra vez, y especialmente por tener a Harry de vuelta, era contagiosa. Ya no era su hosco anfitrión del verano, ahora parecía estar determinado a que todos debían disfrutar tanto o quizás más que si hubieran estado en Hogwarts, y trabajó incansablemente antes de Navidad, limpiando y decorando con su ayuda, así que cuando todos se fueron a dormir en Nochebuena la casa estaba apenas reconocible. Las delustrados arañas ya no estaban colgadas con telareñas sino con guirnaldas de acebo, y serpentinas doradas y plateadas; nieve mágica brillaba en montones sobre los gastados pisos; un gran árbol de Navidad, obtenido por Mundungus y decorado con hadas vivas, bloqueaba el árbol familiar de Sirius de la vista, y hasta las cabeza de elfo disecadas en la pared de la sala de estar vestían sombreros y barbas de Papá Noel.
Harry se despertó la mañana de Navidad para encontrar una pila de regalos al pie de su cama y Ron ya iba por la mitad abriendo su propia, bastante más larga, pila.
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'Buen botín este año,' le informó a Harry entre una nube de papel.
Gracias por la Brújula de Escoba, es excelente; supera el de Hermione — me dio un organizador de tareas — '
Harry revolvió sus regalos y encontró una con la letra de Hermione en él. Ella le había dado a él también un libro que se parecía mucho a un diario excepto que cada vez que él abría una página decía en voz alta cosas como; '¡Hazlo hoy o más tarde pagarás!'
Sirius y Lupin le habían dado a Harry una colección de libros excelentes llamados Defensa Mágica Práctica y su Uso Contra las Artes Oscuras, que tenía estupendas ilustraciones móviles a color de todos los counter-jinxes y hexes que describía. Harry hojeó el primer volumen con entusiamo; pudo ver que iba a ser muy útil en sus planes para el ED. Hagrid le había enviado una peluda billetera marrón, que eran presumiblemente un sistema anti-robo, pero desafortunadamente evitaban que Harry pusiera dinero sin ser mordido. El regalo de Tonk era un pequeño modelo móvil de la Saeta de Fuego, el cual Harry vio volar alrededo de la habitación, deseando todavía tener su versión de tamaño completo; Ron le había dado una caja enorme de Every-Flavour Beans, el Sr. y la Sra. Weasley el usual jersey hecho a mano y algunos pasteles de carne picada, y Dobby un a verdadera espantosa pintura que Harry sospechó que había sido hecha por el elfo mismo. La acabab de dar vuelta para ver si se veía mejor de esa fomra cuando, con un fuerte crack, Fred y George aparecieron al pie de su cama.
'Feliz Navidad,' dijo George. 'No vaya abajo por un rato.'
'¿Por qué no?' dijo Ron.
'Mamá está llorando de nuevo,' dijo Fred con dificultad, 'Percy mandó de regreso su jersey de Navidad.'
'Sin una nota,' agregó George. 'No preguntó cómo esta papá ni lo visitó ni nada.'
'Tratamos de consolarla,' dijo Fred, moviéndos alrededor de la cama para mirar el retrato de Harry. 'Le dijimos que Percy no era más que una enorme pila de caca de rata.'
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'No funcionó,' dijo George, sirviéndose una Rana de Chocolate.
'Entonces Lupin se puso a cargo. Mejor dejarlo que la anime antes de bajar para el desayuno, yo considero.'
'¿Qué se supone que es eso?' preguntó Fred, viendo la pintura de Dobby. 'Parece un gibón con dos ojos negros.'
'¡Es Harry!' dijo George, señalando la parte de atrás de la pintura,
'¡eso dice atrás!'
'Buen parecido,' dijo Fred, sonriendo. Harry le tiró su nuevo diario de tareas; golpeó la pared contraria y cayó al piso donde dijo felizmente: 'Si has puesto los puntos de las "i" y has cerrado las "t" puedes hacer lo que quieras!'