Читаем Archipielago Gulag полностью

¡Y un cuerno! Recreándose sin prisas en su bonita caligrafía, el juez de instrucción empieza a redactar el acta n° 5 Pregunta: ¿Era usted amigo de B? Sí. ¿Hablaba abiertamente de política con él? No, no, no le tenía confianza. ¿Pero se veían ustedes a menudo? No mucho. ¿Cómo que no mucho? Según el testimonio de los vecinos, sólo en el último mes lo tuvo de víate los días tal, tal y tal. ¿Estuvo o no? Bueno, puede ser. Además, se observó que ustedes, como siempre no bebían, no armaban escándalo, hablaban muy bajo, no podía oírse desde el pasillo. (¡Bebed amigos! ¡Romped botellas! ¡Soltad tacos cuanto más alto mejor! ¡Así seréis personas de fiar!) ¿Bien, y no cree que eso da que pensar? Además usted también estuvo en su casa, mire si no lo que le dijo por teléfono: hemos pasado una velada muy interesante. Luego los vieron en la esquina a los dos, media hora de plantón con el fiío que hacía, con el rostro apesadumbrado como expresando descontento, por cierto, hasta tenemos fotos de ese encuentro. (La técnica de los agentes, amigos míos, la técnica de los agentes.) Así pues, ¿de qué hablaban en estas entrevistas?


¿De qué? ¡Vaya preguntita! Lo primero que se te ocurre es decir que no te acuerdas. ¿Acaso tienes el deber de recordarlo? Muy bien, ha olvidado usted la primera conversación. ¿La segunda también? ¿Y la tercera? ¿Incluso esa velada tan interesante? Y la de la esquina. ¿Y las conversaciones con C? ¿Y las conversaciones con D? No, pensará usted, lo de «no me acuerdo» no es salida, no me puedo agarrar a eso. Y su cerebro enturbiado por el insomnio y el hambre, pellizcado por el miedo, sobresaltado por el arresto, busca cómo ingeniárselas de una manera lo más verosímil posible y burlar al juez de instrucción.


¿De qué? Ojalá hubierais hablado de hockey (¡En todos los casos es lo que trae menos disgustos!), de faldas o incluso de ciencia, porque en ese caso se lo podríais repetir al juez (hablar de ciencia es como hablar de hockey, pero en nuestros días todo asunto científico es confidencial y te pueden pillar por el Decreto sobre divulgación de secretos de Estado). ¿Y si realmente habíais estado hablando de las nuevas detenciones habidas en la ciudad? ¿O de los koljoses? (y hablando mal, ni qué decir tiene, porque ¿quién va a hablar bien de ellos?), ¿o del descenso de las primas por productividad? Os habíais pasado media hora en una esquina con la cara bien larga, ¿de qué estaríais hablando?


Puede ser que a B también lo hayan arrestado (el juez de instrucción le asegura a usted que sí, que ya ha declarado contra usted y que ahora lo traen para un careo). También puede ser que esté tranquilamente en su casa, pero lo arrancarán de allí para interrogarle y confrontar: ¿Por qué fruncía usted el ceño en aquella esquina?


Ahora, al echar la vista atrás, comprende una cosa: tal como está la vida, hubiera sido conveniente al despedirse ponerse de acuerdo y recordar con detalle de qué habían hablado hoy.Entonces, en cualquier interrogatorio, las declaraciones habrían coincidido. Pero no se os ocurrió. No os imaginabais en qué selva vivíais.


¿Decir que hablabais de ir a pescar? Pero B habrá dicho que de pesca no hubo ni una palabra, que hablasteis de los cunos a distancia. En lugar de hacer más llevadera la instrucción os estaréis apretando el nudo: ¿De qué? ¿De qué? ¿De qué?


Y resplandece en vuestra mente una idea. ¿Afortunada? ¿Fatal? Hay que contar lo más parecido a lo que en realidad sucedió (naturalmente, limando las asperezas y omitiendo todo lo peligroso), por algo dicen que a veces hay que decir mentira para sacar verdad. Quizá B tenga la misma idea y cuente algo por el estilo, las declaraciones coincidirán bastante y os dejarán en paz.


Al cabo de muchos años comprenderá usted que fue una idea completamente insensata y que habría sido mucho mejor, aunque no resultara creíble, dárselas de tonto de remate: no recuerdo un solo día de mi vida aunque me maten. Pero llevaba tres días sin dormir. Apenas le quedaban fuerzas para seguir su propio pensamiento y para mantener imperturbable el rostro. Y además no le dejaban ni un minuto para pensar. Dos jueces de instrucción a la vez (les gusta hacerse visitas) se echaron sobre usted: ¿De qué? ¿De qué? ¿De qué?


Y usted hace una declaración: hablamos de los koljoses (de que no todo funciona aún muy bien pero pronto se arreglará). Hablaron de las primas. ¿Exactamente en qué términos? ¿Se alegraron de que las rebajaran? La gente normal no puede hablar así, de nuevo resulta inverosímil. Hay que darle credibilidad: nos quejamos un poquito de que estén apretando un poquitín con las primas.


Y el juez, que escribe el acta de propia mano, traduce a su lenguaje: en este encuentro calumniamos la política del partido y del Gobierno en materia de salarios.


Y, algún día, B le reprochará: ah, zoquete y yo que les había dicho que nos habíamos puesto de acuerdo para irnos de pesca...


Перейти на страницу:

Похожие книги

Вечер и утро
Вечер и утро

997 год от Рождества Христова.Темные века на континенте подходят к концу, однако в Британии на кону стоит само существование английской нации… С Запада нападают воинственные кельты Уэльса. Север снова и снова заливают кровью набеги беспощадных скандинавских викингов. Прав тот, кто силен. Меч и копье стали единственным законом. Каждый выживает как умеет.Таковы времена, в которые довелось жить героям — ищущему свое место под солнцем молодому кораблестроителю-саксу, чья семья была изгнана из дома викингами, знатной норманнской красавице, вместе с мужем готовящейся вступить в смертельно опасную схватку за богатство и власть, и образованному монаху, одержимому идеей превратить свою скромную обитель в один из главных очагов знаний и культуры в Европе.Это их история — масшатабная и захватывающая, жестокая и завораживающая.

Кен Фоллетт

Историческая проза / Прочее / Современная зарубежная литература
Варяг
Варяг

Сергей Духарев – бывший десантник – и не думал, что обычная вечеринка с друзьями закончится для него в десятом веке.Русь. В Киеве – князь Игорь. В Полоцке – князь Рогволт. С севера просачиваются викинги, с юга напирают кочевники-печенеги.Время становления земли русской. Время перемен. Для Руси и для Сереги Духарева.Чужак и оболтус, избалованный цивилизацией, неожиданно проявляет настоящий мужской характер.Мир жестокий и беспощадный стал Сереге родным, в котором он по-настоящему ощутил вкус к жизни и обрел любимую женщину, друзей и даже родных.Сначала никто, потом скоморох, и, наконец, воин, завоевавший уважение варягов и ставший одним из них. Равным среди сильных.

Александр Владимирович Мазин , Александр Мазин , Владимир Геннадьевич Поселягин , Глеб Борисович Дойников , Марина Генриховна Александрова

Фантастика / Историческая проза / Попаданцы / Социально-философская фантастика / Историческая фантастика
Дело Бутиных
Дело Бутиных

Что знаем мы о российских купеческих династиях? Не так уж много. А о купечестве в Сибири? И того меньше. А ведь богатство России прирастало именно Сибирью, ее грандиозными запасами леса, пушнины, золота, серебра…Роман известного сибирского писателя Оскара Хавкина посвящен истории Торгового дома братьев Бутиных, купцов первой гильдии, промышленников и первопроходцев. Директором Торгового дома был младший из братьев, Михаил Бутин, человек разносторонне образованный, уверенный, что «истинная коммерция должна нести человечеству благо и всемерное улучшение человеческих условий». Он заботился о своих рабочих, строил на приисках больницы и школы, наказывал администраторов за грубое обращение с работниками. Конечно, он быстро стал для хищной оравы сибирских купцов и промышленников «бельмом на глазу». Они боялись и ненавидели успешного конкурента и только ждали удобного момента, чтобы разделаться с ним. И дождались!..

Оскар Адольфович Хавкин

Проза / Историческая проза