Y la furia hacia Dumbledore estalló ahora en él como lava, quemando en su interior, borrando cualquier otro sentimiento. Aparte de la pura desesperación con que se hab´ıa aferrado a la creencia de que en el Valle de Godric encontrar´ıan respuestas, se hab´ıan autoconvencido de que se supon´ıa que volver´ıan, que todo esto era parte de algún camino secreto dise˜nado para ellos por Dumbledore; pero no hab´ıa ningún mapa, ningún plan.
Dumbledore los hab´ıa dejado para que caminaran a tientas en la oscuridad, luchando contra desconocidos e inimaginables terrores, solos y sin ayuda. Nada ten´ıa explicación, nada era entregado libremente, no ten´ıan la espada, y ahora, Harry no ten´ıa varita. Y
hab´ıa dejado caer la fotograf´ıa del ladrón y esto seguramente facilitar´ıa que Voldemort 200
CAPÍTULO 18. VIDA Y MENTIRAS DE ALBUS DUMBLEDORE
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averiguara quién era...Voldemort tendr´ıa toda la información ahora....
“¿Harry?”
Hermione parec´ıa temer que pudiera maldecirla con su propia varita mágica. Con la cara ba˜nada en lágrimas, se agachó a su lado, con dos tazas de té en sus temblorosas manos y algo voluminoso bajo el brazo.
“Gracias” dijo él, cogiendo una de las tazas.
“¿Te importa si te hablo?”
“No” dijo, porque no quer´ıa herir sus sentimientos.
“Harry, quer´ıas saber quién era el hombre de la fotograf´ıa. Bueno... tengo el libro.”
T´ımidamente lo puso sobre su regazo, una copia inmaculada de Vida y Mentiras de Albus Domblemore.
“¿Dónde... cómo...?”
“Estaba en la sala de estar de Bathilda, all´ı tirado...Esta nota sobresal´ıa dentro de él.”
Hermione leyó las pocas l´ıneas de escritura puntiaguda, verde-ácido en voz alta.
“ ’¡Querida Batty, gracias por la ayuda. Aqu´ı está la copia del libro, espero que te guste.
Lo contaste todo, incluso si no lo recuerdas. Rita.’Creo que debe haber llegado mientras la verdadera Bathidla estaba viva, pero ¿quizás no estaba en condiciones de leerlo?”
“No, probablemente no lo estaba.”
Harry bajó la mirada a la cara de Dumbledore y experimentó una oleada de salvaje placer. Ahora averiguar´ıa todo lo que Dumbledore nunca hab´ıa pensado que valiera la pena contarle, tanto si Dumbledore lo quer´ıa o no.
“Todav´ıa estás realmente enfadado conmigo, ¿verdad?” dijo Hermione. Harry advirtió lágrimas frescas manando de sus ojos y sab´ıa que la rabia deb´ıa mostrarse en su cara.
“No” dijo él quedamente. “No, Hermione, sé que fue un accidente. Intentabas mantenernos vivos y estuviste incre´ıble, habr´ıa muerto si tú no hubieras estado alli para ayudarme.”
Trató de devolverle la pálida sonrisa, luego volvió su atención al libro. El lomo estaba r´ıgido; estaba claro que nunca antes hab´ıa sido abierto. Hojeó las páginas, buscando fotograf´ıas. Las encontró casi inmediatamente, el joven Dumbledore y su apuesto compa˜nero, rugiendo de risa por alguna broma largamente olvidada. Harry dejó caer los ojos sobre la nota al pie.
Albus Dumbledore, poco después de la muerte de su madre, con su amigo Gellert Grindelwald.
Harry se aferró a la última palabra durante largo tiempo. Grindelwald. Su amigo Grindelwald. Miró de reojo a Hermione, que todav´ıa contemplaba el nombre como si no pudiera creer en sus ojos. Despacio alzó la vista hacia Harry.
“¿Grindelwald?”
Ignorando el resto de las fotograf´ıas, Harry buscó en las páginas de los alrededores la repetición del fat´ıdico nombre. Pronto lo descubrió y leyó ansiosamente, pero se acabó perdiendo. Era necesario ir más hacia atrás para que todo aquello tuviera sentido, CAPÍTULO 18. VIDA Y MENTIRAS DE ALBUS DUMBLEDORE
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y finalmente se encontró al principio de un cap´ıtulo titulado .El Bien Mayor”. Juntos, él y Hermione comenzaron a leer:
Acercándose a su décimo octavo cumplea˜nos, Dumbledore deja Hogwarts en el resplandor de la gloria... Alumno destacado, Prefecto, Ganador del Premio Barnabus Finkley de Lanzamientos de Hechixos Excepcional, Joven Re-presentante del Wizengamot, Medalla de Oro, Ganador por su Gran Contribución a la Conferencia Internacional de Alquimia de El Cairo. Dumbledore tiene la intención, a continuación, de hacer un Grand Tour con Elphias
’Dogbreath’Doge, el compa˜nero tonto pero devoto que hab´ıa adoptado en la escuela.
Los dos jóvenes se hospedaban en el Caldero Chorreante en Londres, preparándose para la partida a Grecia a la ma˜nana siguiente, cuando llegó una lechuza con noticias sobre la muerte de la madre de Dumbledore. ’Dogbreath’Doge, quien rechazó ser entrevistado para este libro, ha dado al público su propia versión sentimental de lo que pasó después. Presentó la muerte de Kendra co-mo un trágico golpe y la decisión de Dumbledore de abandonar la expedición como un acto de noble sacrificio.
Indudablemente Dumbledore volvió al Valle de Godric inmediatamente, supuestamente para cuidar de su hermano menor y su hermana. ¿Pero cuanto cuidado les dedicó en realidad?