El cap´ıtulo terminaba aqu´ı y Harry levantó la vista. Hermione hab´ıa llegado al final de la página antes que él. Arrancó el libro de la mano de Harry, pareciendo un poco alarmada por su expresión, y lo cerró sin mirarlo, como si ocultara algo indecente.
“Harry...”
Pero él negó con la cabeza. Alguna certeza interna hab´ıa sido aplastada dentro de él; era exactamente lo que hab´ıa sentido después de la marcha de Ron. Hab´ıa confiado en Dumbledore, hab´ıa cre´ıdo que era la encarnación de la bondad y la sabidur´ıa. Todo cenizas. ¿Qué más pod´ıa perder? Ron, Dumbledore, la varita de fénix...
“Harry” Ella pareció haber escuchado sus pensamientos. “Escúchame. Esto... no es una lectura muy agradable...”
“S´ı, podr´ıas decirlo as´ı...”
“...pero no lo olvides. Harry, que esto está escrito por Rita Skeeter.”
“Leiste esa carta a Grindelwald, ¿verdad?”
“S´ı...lo hice” Vaciló, parec´ıa molesta, acunando su té en las fr´ıas manos. “Creo que ese fue el peor trozo. Sé que Bathilda pensaba que solo era charla, pero ’Por el Bien Mayor’se convirtió en el lema de Grindelwald, su justificación para todas las atrocidades que cometió más tarde. Y...desde que... esto hace que parezca que Dumbledore le dio la idea. Dicen que ’Por El Bien Mayor´ıncluso fue tallado sobre la entrada de Nurmengard.”
“¿Qué es Nurmengard?”
“La prisión que ten´ıa Grindelwald para retener a sus opositores. Él mismo terminó all´ı, una vez que Dumbledore le atrapó. De todos modos, esto....esto es un pensamiento horrible, que las ideas de Dumbledore ayudaran a impulsar la subida al poder de Grindelwald.
Pero por otra parte, ni siquiera Rita puede fingir que se conocieron el uno al otro solo durante unos meses de verano cuando eran realmente jóvenes, como...”
“Sab´ıa que dir´ıas eso” dijo Harry. No quer´ıa que su cólera se derramara sobre ella, pero era dif´ıcil de mantener la voz estable. “Sab´ıa que dir´ıas éran jóvenes’. Ten´ıan la misma edad que nosotros ahora. Y aqu´ı estamos nosotros, arriesgando nuestras vidas para luchar contra las Artes Oscuras y all´ı estaba él, reuniéndose con su nuevo mejor amigo, trazando planes para su ascención al poder sobre los muggles.”
Su temperamento no permanecer´ıa bajo control mucho más. Se levantó y paseó por los alrededores, intentando trabajar un poco en acallarlo.
“No intento defender lo que Dumbledore escribió” dijo Hermione. “Toda esa basura CAPÍTULO 18. VIDA Y MENTIRAS DE ALBUS DUMBLEDORE
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de ’derecho a gobernar’, es solo ’La Magia es Poderúna vez más. Pero Harry, su madre acababa de morir, estaba solo en casa....”
“¿Solo? ¡No estaba solo! Ten´ıa a su hermano y a su hermana acompa˜nándolo, su hermana Squib, a la que manten´ıa encerrada...”
“No me creo eso” dijo Hermione. Ella también se levantó. “Independientemente de lo que le pasara a esa chica. No creo que fuera una Squib. El Dumbledore que nosotros conoc´ıamos nunca, jamás habr´ıa permitido...”
“¡El Dumbledore que cre´ıamos conocer no quer´ıa conquistar a los muggles a la fuerza!”
gritó Harry, su voz resonó por la vac´ıa cima haciendo que varios grajos se elevaran en el aire, graznando y volando en espiral contra el nacarado cielo.
“¡Cambió, Harry, cambió! ¡Es tan simple como eso! !Tal vez realmente cre´ıa en estas cosas cuando ten´ıa diecisiete a˜nos, pero el resto de su vida lo dedicó a la lucha contra las Artes Oscuras! ¡Dumbledore fue quien detuvo a Grindelwald, quien siempre votó a favor de la protección de los muggles y los derechos de los nacidos muggles, quien luchó contra quien-tu-ya-sabes desde el principio y quien murió intentando derrocarlo!”
El libro de Rita yac´ıa en el suelo entre ellos, de forma que la cara de Albus Dumbledore sonre´ıa culpablemente hacia ambos.
“Harry, lo siento, pero creo que la auténtica razón por la que estás tan enfadado es que Dumbledore nunca te contó nada de esto él mismo.”
“¡Tal vez!” bramó Harry y arrojando los brazos sobre la cabeza, apenas sabiendo si intentaba contener su cólera o protegerse a s´ı mismo del peso de su propia desilusión.
“¡Mira lo que me pidió, Hermione! ¡Arriesga tu vida, Harry! ¡Y otra vez! ¡Y otra vez! ¡Y
no esperes que te lo explique todo, solo conf´ıa en m´ı a ciegas, conf´ıa en que sé lo que hago, conf´ıa en m´ı aun cuando yo no conf´ıo en ti! ¡Nunca toda la verdad! ¡Nunca!”
Su voz se rompió por la tensión y se quedaron de pie mirándose el uno al otro en la blancura y el vac´ıo, y Harry sintió que eran tan insignificantes como insectos bajo el amplio cielo.
“Te quer´ıa” susurró Hermione. “Sé que te quer´ıa.”
Harry dejó caer los brazos.
“No sé a quien quer´ıa, Hermione, pero nunca fue a m´ı. Esto no es amor, el l´ıo en el que me ha dejado metido. Compartió más de lo que estaba pensando con Gellert Grindelwald a simple vista de lo que nunca compartió conmigo.”
Harry recogió la varita de Hermione, que hab´ıa dejado caer en la nieve y volvió a sentarse en la entrada de la tienda.
“Gracias por el té. Terminaré la guardia. Regresa al calor.”