Y entonces patinó alrededor de una esquina al final del pasillo, y con un grito de alivio y furia mezclados, los vio: Ron y Hermione; ambos con los brazos cubiertos por objetos grandes, curvados, sucios y amarillos, Ron sosteniendo una escoba bajo sus brazos
- ¿Dónde demonios han estado? ? les gritó Harry
- En la Cámara Secreta.- dijo Ron.
- En la Cámara - ¿qué? ? deteniéndose inestablemente frente a ellos.
- ¡Fue idea de Ron, todo! ? dijo Hermione sin aliento - ¿No fue absolutamente brillante?
Ah´ı estábamos, después de irnos, y yo le dije a Ron, incluso si encontrábamos el otro,
¿cómo nos desharemos de él? ¡Aún no nos hab´ıamos deshecho de la copa! ¡Y entonces él pensó en eso! ¡El basilisco!
- ¿Pero qué-?
- Algo para deshacernos de los Horrocruxes.- dijo Ron simplemente.
Los ojos de harry bajaron a los objetos que Ron y Hermione estaban sujetando: colmillos grandes y curvos; arrancados, se daba cuenta ahora, del cráneo de un basilisco muerto.
- ¿Pero cómo llegaron all´ı? ? preguntó, cambiando la mirada de los colmillos a Ron. ?
¡Necesitas hablar pársel!
- ¡Lo hizo! ? susurró Hermione.- ¡Muéstrale, Ron! ? Ron hizo un horrible siseo estrangulado.
- Es lo que hiciste cuando abriste el relicario, - le dijo a Harry disculpándose.- Tu-ve que intentarlo varias veces para que me saliera bien, pero ? se encogió de hombros modestamente ? al final entramos.
- ¡Estuvo asombroso! ? dijo Hermione - ¡Asombroso!
- As´ı que...- Harry estaba luchando para mantenerse al nivel ? As´ı que...
- As´ı que estamos con un Horrocrux más fuera, - dijo Ron, y sacó los restos de la taza de Hufflepuff de debajo de su chaqueta. ? Hermione la apu˜naleó. Pensé que deber´ıa. No hab´ıa tenido el placer aún.
- ¡Genial! ? gritó Harry.
- No fue nada.- dijo Ron, aunque se ve´ıa encantado consigo mismo. - ¿Y qué hay de nuevo contigo?
Cuando lo dijo, hubo una explosión sobre sus cabezas. Los tres vieron hacia arriba CAPÍTULO 31. LA BATALLA DE HOGWARTS
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mientras el polvo ca´ıa desde el techo y escucharon un grito distante.
- Sé cómo es la diadema, y ahora sé dónde está ? dijo Harry, hablando rápido -. Él la escondió exactamente donde yo ten´ıa escondido mi viejo libro de pociones, donde todo el mundo ha estado escondiendo cosas por siglos. Creyó que él era el único que hab´ıa encontrado ese lugar. Vamos.
Mientras las paredes temblaban otra vez, Harry guió a los otros dos de regreso a través del pasadizo escondido y bajaron las escaleras, hacia la Sala de los Menesteres. Estaba vac´ıa excepto por tres mujeres: Ginny, Tonks y una bruja anciana que usaba un sombrero comido por las polillas, a quien reconoció inmediatamente como la abuela de Neville.
- Ah, Potter ? dijo de manera concisa, como si lo hubiese estado esperando.-, tú puedes decirnos qué es lo que está sucendiendo.
- ¿Está todo el mundo bien? ? dijeron Ginny y Tonks al mismo tiempo.
- Hasta donde sabemos ? dijo Harry.- ¿Todav´ıa hay gente en el pasadizo al Cabeza de Puerco?
Harry sab´ıa que la Sala no podr´ıa transformarse mientras hubiese gente dentro de ella.
- Yo fui la última en entrar ? dijo la se˜nora Longbottom -. Sellé la entrada; creo que es poco sabio dejarla abierta ahora que Aberforth ha dejado solo el pub. ¿Has visto a mi nieto?
- Está peleando. ? dijo Harry.
- Naturalmente ? dijo la anciana orgullosamente -. Discúlpenme, debo ir a asistirlo.-
Y con velocidad sorprendente trotó hacia los escalones de piedra.
Harry miró a Tonks.
- Se supon´ıa que tú estar´ıas con Teddy en casa de tu madre, ¿no?
- No pod´ıa soportar no saber...- Tonks se ve´ıa angustiada ? Ella lo buscará. ¿Han visto a Remus?
- Él planeaba llevar a un grupo de luchadores a los terrenos del castillo ?
Sin esperar otra palabra, Tonks corrió hacia allá.
- Ginny - dijo Harry -, lo siento, pero necesitamos que tú también te vayas. Sólo por un momento. Luego puedes entrar otra vez.
Ginny estaba encantada de dejar su santuario.
- ¡Después puedes entrar otra vez! ? le gritó mientras ella corr´ıa siguiendo el camino que siguió Tonks.- ¡Tienes que entrar otra vez!
- ¡Espera un momento! ? dijo Ron bruscamente - ¡Nos olvidamos de alguien!
- ¿Quién? ? preguntó Hermione.
- Los elfos domésticos, deben estar aún en las cocinas, ¿no es as´ı?
- ¿Quieres decir que deber´ıamos ponerlos a pelear? ? preguntó Harry.
- No- dijo Ron seriamente -, quiero decir que deber´ıamos sacarlos de aqu´ı. No queremos más Dobbies, ¿o s´ı? No podemos ordenarles que mueran por nosotros ?
Hubo un estrépito cuando los colmillos del basilisco cayeron de los brazos de Hermione.
Corriendo hasta ron, se lanzó sobre él, rodeándole el cuello con sus brazos y plantándole un beso en la boca. Ron tiró los colmillos y la escoba que hab´ıa estado sosteniendo y le CAPÍTULO 31. LA BATALLA DE HOGWARTS
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respondió con tal entusiasmo que levantó a Hermione del piso.