- Albania. ? repitió Harry. Todo ten´ıa sentido para Harry, quien libre de la confusión, entend´ıa ahora por qué ella le hab´ıa dicho ahora todo lo que le hab´ıa negado a Dumbledore y a Flitwick. ? Ya le has contado esta historia a otra persona, a un alumno, ¿verdad?
Ella cerró los ojos y asintió.
- Yo no... ten´ıa idea... Él era... halagador. Él parec´ıa... entender... compadecerse...
S´ı, pensó Harry. Tom Riddle ciertamente habr´ıa entendido el deseo de Helena Ravenclaw de poseer objetos fabulosos a los que ten´ıa pocos derechos.
- Bueno, no fuiste la primera persona a la que Tom Riddle le sonsacó información.-
dijo Harry entre dientes - Pod´ıa ser encantador cuando quer´ıa...
As´ı que Voldemort se las hab´ıa arreglado para sonsacarle a la Dama Gris la localización de la diadema perdida. Hab´ıa viajado a ese bosque y recuperado la diadema de su escondite, tal vez tan pronto como dejó Hogwarts, incluso antes de empezar a trabajar en Borgins and Burkes.
¿Y no hab´ıan sido esos bosques un lugar seguro y recluido cuando muchos a˜nos más tarde Voldemort necesitó pasar desapercibido, sin ser molestado, por diez largos a˜nos?
Pero la diadema, una vez que se hubo convertido en su precioso Horrocrux, no permaneció en ese modesto árbol... No, la diadema hab´ıa sido secretamente devuelta a casa, a su lugar, y Voldemort debió haberla puesto all´ı ?
- ¡La noche en que solicitó empleo como profesor! - dijo Harry, terminando su idea en voz alta.
- ¿Disculpa?
- ¡Escondió la diadema en el castillo la noche en que le pidió a Dumbledore que lo dejara ense˜nar! ? dijo Harry. Decirlo en voz alta le permitió a Harry encontrarle sentido a todo.
? ¡Debió haberla escondido en su camino desde o hacia la oficina de Dumbledore! Pero aún as´ı val´ıa la pena intentar obtener el empleo. As´ı podr´ıa haber tenido la oportunidad de hacerse con la espada de Gryffindor también... Gracias, ¡muchas gracias!
Harry dejó a la Dama Gris flotando en el sitio, totalmente desconcertada. Mientras daba la vuelta en la esquina hacia el Salón Principal, miró su reloj. Faltaban cinco minutos CAPÍTULO 31. LA BATALLA DE HOGWARTS
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para la medianoche, y aunque ahora sab´ıa qué era el último Horrocrux, no estaba más cerca de descubrir dónde estaba.
Generaciones de estudiantes hab´ıan fracasado en encontrar la diadema, que se suger´ıa no estaba en la torre de Ravenclaw, pero si no all´ı, ¿dónde? ¿Qué escondite hab´ıa descubierto Tom Riddle dentro del castillo de Hogwarts que pensó que permanecer´ıa en secreto por siempre?
Perdido en especulaciones desesperadas, Harry giró en otra esquina, pero hab´ıa dado sólo unos pocos pasos por el nuevo corredor cuando las ventanas a su izquierda se abrieron con un ensordecedor ruido, haciéndose a˜nicos. En el momento en el que saltó a un lado, un cuerpo gigantesco entró volando por la ventana y golpeó la pared opuesta. Algo muy grande y peludo se soltó, gimoteando, del bulto recién llegado, y se lanzó sobre Harry.
- ¡Hagrid! ? rugió Harry, quitándose de encima a Fang y sus atenciones, mientras la enorme figura barbuda se pon´ıa de pie. - ¿Qué demo...?
- ¡Harry! ¡Estás aqu´ı! ¡Estás aqu´ı! ? Hagrid se agachó, le dio a Harry un abrazo que podr´ıa haberle roto las costillas, y corrió de regreso a la ventana destrozada.
- ¡Buen chico, Grawpy! ? bramó a través del hueco en la ventana.- ¡Te veré en un momento! ¡Se un buen chico!
Más allá de Hagrid, afuera en la oscuridad de la noche, Harry vio estallidos de luz y escuchó un grito extra˜no y agudo. Miró su reloj. Era medianoche. La batalla hab´ıa empezado.
- Caracoles, Harry ? resolló Hagrid ? As´ı que esto es, ¿eh? Hora de luchar.
- Hagrid, ¿de dónde vienes?
- Escuché a Tú-sabes-quién desde nuestra cueva- dijo Hagrid, lúgubre -. La voz se propaga, vaya que s´ı. ?Tienen hasta media noche para darme a Potter?. Sab´ıa que tú estar´ıas aqu´ı, y sab´ıa lo que deb´ıa estar pasando. Bájate, Fang. As´ı que vinimos a ayudar, yo y Grawpy y Fang. Chapoteamos el camino desde el bosque, y Grawpy nos trajo cargados a Fang y a m´ı. Le dije que me bajara en el castillo, as´ı que me lanzó por la ventana. No exactamente lo que yo quer´ıa pero... ¿Dónde están Ron y Hermione?
- Esa ? dijo Harry ? es una muy buena pregunta. Vamos.
Corrieron juntos por el corredor, con Fang corriendo patosamente junto a ellos. Harry pod´ıa escuchar los ruidos del movimiento en todos los pasillos a los alrededores, pisadas corriendo, gritos; a través de las ventanas pod´ıa ver más destellos de luz en los oscuros terrenos.
- ¿A dónde vamos? ? dijo Hagrid sin aliento, sacudiendo las losas del suelo con sus pisadas.
- No lo se exactamente. ? dijo Harry, girando al azar en una esquina. ? Pero Ron y Hermione deben estar por aqu´ı, en algún lado...