Читаем Romeo y Julieta полностью

JULIETA.-(Aparte)¡Cuánta distancia hay entre él y un infame! (Alto.)Dios le perdone como le perdono yo, aunque nadie me ha angustiado tanto como él.


SEÑORA DE CAPULETO.-Eso será porque todavía vive el asesino.


JULIETA.-Sí, y donde mi venganza no puede alcanzarle. Yo quisiera vengar a mi primo.


SEÑORA DE CAPULETO.-Ya nos vengaremos. No llores. Yo encargué a uno de Mantua, donde ese vil ha sido desterrado, que le envenenen con alguna mortífera droga. Entonces irá a hacer compañía a Teobaldo, y tú quedarás contenta y vengada.


JULIETA.-Satisfecha no estaré, mientras no vea a Romeo… muerto… Señora, si hallas alguno que se comprometa a darle el tósigo, yo misma le prepararé, y así que lo reciba Romeo, podrá dormir tranquilo. Hasta su nombre me es odioso cuando no le tengo cerca para vengar en él la sangre de mi primo.


SEÑORA DE CAPULETO.-Busca tú el modo de preparar el tósigo, mientras yo busco a quien ha de administrárselo. Ahora oye tú una noticia agradable.


JULIETA.-¡Buena ocasión para gratas nuevas! ¿Y cuál es, señora?


SEÑORA DE CAPULETO.-Hija, tu padre es tan bueno que, deseando consolarte, te prepara un día de felicidad que ni tú ni yo espejamos.


JULIETA.-¿Y qué día es ése?


SEÑORA DE CAPULETO.-Pues es que el jueves, por la mañana temprano, el conde Paris, ese gallardo y discreto caballero, se desposará contigo en la iglesia de San Pedro.


JULIETA.-Pues te juro, por la iglesia de San Pedro, y por San Pedro purísimo, que no se desposará. ¿A qué es tanta prisa? ¿Casarme con él cuando todavía no me ha hablado de amor? Decid a mi padre, señora, que todavía no quiero casarme. Cuando lo haga, con juramento os digo que antes será mi esposo Romeo, a quien aborrezco, que Paris. ¡Vaya una noticia que me traéis!


SEÑORA DE CAPULETO.-Aquí viene tu padre. Díselo tú, y verás cómo no le agrada. (Entran Capuleto y el ama.)


CAPULETO.-A la puesta del sol cae el rocío, pero cuando muere el hijo de mi hermano, cae la lluvia a torrentes. ¿Aún no ha acabado el aguacero, niña? Tu débil cuerpo es nave y mar y viento. En tus ojos hay marea de lágrimas, y en ese mar navega la barca de tus ansias, y tus suspiros son el viento que la impele. Dime, esposa, ¿has cumplido ya mis órdenes?


SEÑORA DE CAPULETO.-Sí, pero no lo agradece. ¡Insensata! Con su sepulcro debía casarse.


CAPULETO.-¿Eh? ¿Qué es eso, esposa mía? ¿Qué es eso de no querer y no agradecer? ¿Pues no la enorgullece el que la hayamos encontrado para esposo un tan noble caballero?


JULIETA.-¿Enorgullecerme? No… agradecer, sí. ¿Quién ha de estar orgullosa de lo que aborrece? Pero siempre se agradece la buena voluntad, hasta cuando nos ofrece lo que odiamos.


CAPULETO.-¡Qué retóricas son ésas! “¡Enorgullecerse!”… “Sí y no”. “¡Agradecer y no agradecer!”… Nada de agradecimientos ni de orgullo, señorita. Prepárate a ir por tus pies el jueves próximo a la iglesia de San Pedro a casarte con Paris, o si no, te llevo arrastrando en un zarzo, ¡histérica, nerviosa, pálida, necia!


SEÑORA DE CAPULETO.-¿Estás en ti? Cállate.


JULIETA.-Padre mío, de rodillas os pido que me escuchéis una palabra sola.


CAPULETO.-¡Escucharte! ¡Necia, malvada! Oye, el jueves irás a San Pedro, o no me volverás a mirar la cara. No me supliques ni me digas una palabra más. El pulso me tiembla. Esposa mía, yo siempre creí que era poca bendición de Dios el tener una hija sola, pero ahora veo que es una maldición, y que aun ésta sobra.


AMA.-¡Dios sea con ella! No la maltratéis, señor.


CAPULETO.-¿Y por qué no, entremetida vieja? Cállate, y habla con tus iguales.


AMA.-A nadie ofendo… no puede una hablar.


CAPULETO.-Calla, cigarrón, y vete a hablar con tus comadres, que aquí no metes baza.


SEÑORA DE CAPULETO.-Loco estás.


CAPULETO.-Loco, sí. De noche, de día, de mañana, de tarde, durmiendo, velando, solo y acompañado, en casa y en la calle, siempre fue mi empeño el casarla, y ahora que le encuentro un joven de gran familia, rico, gallardo, discreto, lleno de perfecciones, según dicen, contesta esta mocosa que no quiere casarse, que no puede amar, que es muy joven. Pues bien, te perdonaré, si no te casas, pero no vivirás un momento aquí. Poco falta para el jueves. Piénsalo bien. Si consientes, te casarás con mi amigo. Si no, te ahorcarás, o irás pidiendo limosna, y te morirás de hambre por esas calles, sin que ninguno de los míos te socorra. Piénsalo bien, que yo cumplo siempre mis juramentos. (Vase.)


JULIETA.-¿Y no hay justicia en el cielo que conozca todo el abismo de mis males? No me dejes… madre. Dilatad un mes, una semana el casamiento, o si no, mi lecho nupcial será el sepulcro de Teobaldo.


Перейти на страницу:

Все книги серии Collector's Library

Похожие книги

Север и Юг
Север и Юг

Выросшая в зажиточной семье Маргарет вела комфортную жизнь привилегированного класса. Но когда ее отец перевез семью на север, ей пришлось приспосабливаться к жизни в Милтоне — городе, переживающем промышленную революцию.Маргарет ненавидит новых «хозяев жизни», а владелец хлопковой фабрики Джон Торнтон становится для нее настоящим олицетворением зла. Маргарет дает понять этому «вульгарному выскочке», что ему лучше держаться от нее на расстоянии. Джона же неудержимо влечет к Маргарет, да и она со временем чувствует все возрастающую симпатию к нему…Роман официально в России никогда не переводился и не издавался. Этот перевод выполнен переводчиком Валентиной Григорьевой, редакторами Helmi Saari (Елена Первушина) и mieleом и представлен на сайте A'propos… (http://www.apropospage.ru/).

Софья Валерьевна Ролдугина , Элизабет Гаскелл

Драматургия / Проза / Классическая проза / Славянское фэнтези / Зарубежная драматургия