Читаем Un Milagro En Equilibrio полностью

Cuando sólo me quedaban cuatro días para dejar la ciudad, cuando pesaba cincuenta y cuatro kilos y ya echaba desesperadamente de menos mi apartamento de Madrid y a mi perro, Sonia llamó y propuso que saliéramos a cenar para despedirnos. De aquel compromiso no había posibilidad de evadirme, así que me puse uno de los Versaces que, por fin, me sentaba como un guante sin hacerme parecer una buscona de acera o una vigilante de la playa de camino a un cóctel de gala, pese a que el modelito siguiera siendo tan hortera como cuando me lo regalaron, y llamé a un taxi para que viniera a recogerme, pues no me veía con fuerzas para hacer el camino hasta el centro en metro.

Nada importante que resaltar en aquella cena en el Soho. Sonia ya había dejado a su amante bajista y estaba medio liada con un fotógrafo sueco. Tania seguía obsesionada con su tesis, y poco más. Lo relevante para la historia que nos ocupa no son las conversaciones que sobrevolaron la mesa sino las dos botellas de vino que pedimos, los cuatro vasos que bebí en una comida en la que apenas probé bocado, la agradable sensación de euforia etílica tanto tiempo olvidada, como si el alcohol fuese rellenando mis muchos vacíos y ahogando la angustia, arrasándola como un río desbordado que se lleva por delante los árboles y las casas allí por donde pasa. De repente, Tania me parecía más guapa, Sonia más ingeniosa, mi vida más prometedora… Incluso el modelito de Versace, reflejado en la inmensa luna del restaurante, me parecía un prodigio de elegancia, y yo, flotando dentro de él, una clónica de Michelle Pfeiffer. No entendía cómo había podido prescindir durante tanto tiempo de aquella sensación tan maravillosa. Y tampoco entendía por qué, de repente, me parecía que todas las mesas del restaurante flotaban girando a mi alrededor, como en aquella vieja película de Walt Disney en la que los muebles cobran vida y se ponen a ejecutar animadas danzas aéreas.

Recuerdo vagamente a mis amigas metiéndome en un taxi pese a mis protestas, pues yo estaba empeñada en seguir la juerga. Creo que me dormí en el trayecto, pues lo siguiente que recuerdo es al conductor dándome golpecitos en el hombro. De alguna manera subí la escalera y encajé la llave en la cerradura. Llegué a casa y pensé en lo fácil que sería meterme en la cama del rumano, ahora que el alcohol me había desinhibido y me permitía ver claro lo que quería. Porque la bebida tiene esa virtud: el ponerte en contacto con lo más escondido de ti misma, lo que hasta entonces no podías o no querías ver. Es un catalizador emocional que trae a la superficie los posos más estancados. Claro que el reverso negativo de esa fuerza es que también saca lo peor de uno, y así tantos maltratadores sólo atacan a sus mujeres cuando están borrachos, no porque el alcohol los vuelva agresivos, sino porque sobrios no se atreven, y la bebida les sirve de excusa y de coartada. Pero algo dentro de mí insistió en que no tenía sentido hacer algo semejante, repetir la tónica que había definido a todas mis relaciones anteriores, enfrentarme al sexo tan borracha como para poder responsabilizar luego del asunto a Baco y no a mí misma. Así que me fui al cuarto de baño y me di una ducha fría, helada, de la que salí completamente despejada y luego, por si acaso, y todavía en albornoz, disolví en un vaso de agua dos alka seltzers en lugar de uno para eliminar los restos de la borrachera. Así que puedo jurar y juro, desde aquí, que sabía perfectamente lo que hacía cuando encaminé los pasos hacia la habitación del rumano en lugar de hacia la mía.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Книга Балтиморов
Книга Балтиморов

После «Правды о деле Гарри Квеберта», выдержавшей тираж в несколько миллионов и принесшей автору Гран-при Французской академии и Гонкуровскую премию лицеистов, новый роман тридцатилетнего швейцарца Жоэля Диккера сразу занял верхние строчки в рейтингах продаж. В «Книге Балтиморов» Диккер вновь выводит на сцену героя своего нашумевшего бестселлера — молодого писателя Маркуса Гольдмана. В этой семейной саге с почти детективным сюжетом Маркус расследует тайны близких ему людей. С детства его восхищала богатая и успешная ветвь семейства Гольдманов из Балтимора. Сам он принадлежал к более скромным Гольдманам из Монклера, но подростком каждый год проводил каникулы в доме своего дяди, знаменитого балтиморского адвоката, вместе с двумя кузенами и девушкой, в которую все три мальчика были без памяти влюблены. Будущее виделось им в розовом свете, однако завязка страшной драмы была заложена в их историю с самого начала.

Жоэль Диккер

Детективы / Триллер / Современная русская и зарубежная проза / Прочие Детективы
Кредит доверчивости
Кредит доверчивости

Тема, затронутая в новом романе самой знаковой писательницы современности Татьяны Устиновой и самого известного адвоката Павла Астахова, знакома многим не понаслышке. Наверное, потому, что история, рассказанная в нем, очень серьезная и болезненная для большинства из нас, так или иначе бравших кредиты! Кто-то выбрался из «кредитной ловушки» без потерь, кто-то, напротив, потерял многое — время, деньги, здоровье!.. Судье Лене Кузнецовой предстоит решить судьбу Виктора Малышева и его детей, которые вот-вот могут потерять квартиру, купленную когда-то по ипотеке. Одновременно ее сестра попадает в лапы кредитных мошенников. Лена — судья и должна быть беспристрастна, но ей так хочется помочь Малышеву, со всего маху угодившему разом во все жизненные трагедии и неприятности! Она найдет решение труднейшей головоломки, когда уже почти не останется надежды на примирение и благополучный исход дела…

Павел Алексеевич Астахов , Павел Астахов , Татьяна Витальевна Устинова , Татьяна Устинова

Современная русская и зарубежная проза / Современная проза / Проза