Veo que hacia mí se encaminan las dardistas thrilled by the sight of my blood.
De tanto revivir el dolor que sentí, alcé la cabeza, sacando mi mentón, miré las estrellas, ahora espatarradas, y haciendo círculos con las barrigas infladas, y aullé: Auuuu. Auuuuu
. Pero cuando más saladas bajaron unas estrellas que pestañeaban y bizqueaban fue la víspera de la muerte de mi hermano. Dicen, yo no sé if you’ve ever heard about it, pero yo afirmo por experiencia propia that sometimes uno presiente un luto, un negro agüero como el sueño del murciélago. Yo había subido un monte, fatigada, mis botas llenas de fango, fatiga de subir, y más fatiga, arrancar con las manos, de raíz, entera una cruz, y bajar con el peso de la cruz el monte, bajarla, y sentirme aliviada. Me había quitado un gran peso de los hombros, al arrancarla de raíz y con su peso pesándome, y sintiendo la angustia de que tenía que bajarla hasta abajo y dejarla descansando, tirada en el suelo. Enseguida vi dos serpientes vivitas coleando dentro de la pecera que está en el cuarto de mi hermano. Y en eso Pilo me dice que va a destapar la pecera.Pero ni caso que me hizo. La destapó. Y las serpientes saltaron fuera de la pecera y desaparecieron debajo de la cama de mi hermano. Yo le grité a mi padre:
–¿
Mi padre me mira directamente a los ojos y me dice:
—
Ése día mi hermano murió. Así. Con convulsiones, dándole puños a la muerte. Control freak, control, his hand first, in control, his heart bumping out, out, out. His eyes rolling around, ball points — did they know where they were going — they were looking — scaredy cat — all around.
Y todavía hoy, después que tanto tiempo ha pasado, con el viento golpeando por todas partes mi cara, despejadas mis sienes, sintiendo el escalofrío del clima y de la muerte, voy caminando por las calles, buscando su rostro, a ver si lo vuelvo a ver, algún rastro de sus facciones, busco en todos los hombres que veo la cara de mi hermano. Es una desaparición.
–¿Y doña Juanita nunca se te presentó?
— Yo no sé por qué, mis dos primas, Maruja, the Banker and Kía, the Happy Widow, me llamaron a un meeting. Por qué un meeting con estas dos burócratas. They, on one side of the conference table armed with sharpened pencils and legal pads, and I, on the other side, empty handed, y nerviosa. Between us were my grandmother’s jewels, glimmering under florescent bulbs.
No dejó escrito en ningún testamento que sus joyas eran mías. Cuando mamá murió, mi madre me mostró un kleenex scrunched in a ball, lo abrió, y aparecieron las joyas con una nota que decía:
Y estaban ya, como dos arpías, con sus garras al acecho de mi herencia cuando horrorizadas me miraron. Noté de repente que mis manos no eran mis manos. Ahora estaban llenas de venas varicosas, que mis uñas ahora tenían esmalte rojo, que las falanges de mis dedos, sus nudillos, estaban arrugados, los dedos eran gruesos, pecosos, jorobados, y adquirían la fuerza de unas garras, manos de vieja y de profeta, y de pronto me di cuenta de que mis manos se habían transformado en las de mi abuela.