Читаем El Huerto De Mi Amada полностью

– Entonces, abre bien los ojos, mi amor, porque el día menos pensado te encuentras con la chica esa ante un altar.

– Y de testigo, Colofón, seguro -se imaginó Carlitos, de golpe, e inmediatamente asoció mil ideas y soltó la carcajada.

– Amor, cuídate mucho de ese par de tipos. Es cierto que en este momento nos conviene mucho que la gente te vea saliendo con chicas, mientras yo estoy en Europa. Ya te he contado que tu padre quiere demandarme y, aunque le tiene terror a un escándalo y le está dando tiempo al tiempo, tiene toda la ley a su favor. He hablado con un gran amigo abogado y me ha dicho que estamos completamente locos y que perfectamente podríamos llevar esta relación a escondidas, contigo en casa de tus padres y yo en mi casa de Chorrillos. Este huerto sería nuestro escondite y…

– Éste es el huerto de mi amada, Natalia…

– Bueno, pero por ahora, al menos, tu amada se va a Europa a ver unos asuntos. Es horrible alejarnos, lo sé, y tú también. Fíjate lo duro que fue separarnos incluso de mentira.

– Voy a estudiar mucho.

– Y yo te voy a dejar el huerto, sí, pero también a Luigi, para que te cuide del par de canallas de tus amigotes.

– Pero si tú misma me lo has explicado, Natalia. Ellos me necesitan a mí mucho más que yo a ellos. Los pobres, la verdad, no llegarían ni a la esquina de su horroroso mundo sin mí, según tus propias palabras.

– Qué asco, mi amor, la verdad. Me parte el alma dejarte, aunque sea por un par de semanitas, pero créeme que lo que más me desespera es dejarte con ese par de seres tan vomitivos.

– Me cuidaré.

– Yo prefiero que te cuide Molina, mi amor. Ya hablé con él, y créeme que odia tanto a tus mellizotes que hasta se ha ofrecido solo para llevarte con ellos de un lado a otro, con tal de vigilarte. Y créeme que cuando a Molina se le mete algo entre ceja y ceja…

– Estudiaré mucho, Natalia. Y rezaré…

– Vas a estudiar y a rezar muchísimo, Carlitos, pero casi siempre dentro de un Daimler o en casa de las chiquillas esas. Y lo único que me consuela es que, cuando yo regrese, habrás aprendido muchísimo acerca de la ciudad en que vives.

La verdad es que los primeros rezos de Carlitos, aquella semana, fueron para que las pobres chicas Vélez Sarsfield no fueran tan feas como decía todo el mundo, empezando por los propios mellizos Céspedes, claro está. Las conocía, sí, pero llevaba mucho tiempo sin verlas y además podía jurar ante un altar que nunca se había fijado en que fueran muy feas o muy bonitas. O será que, una vez más, lo más elemental debió de escapársele.

– Reconozco que soy un despistado. ¿Pero las tres son tan feas? -les había preguntado él, en medio de una de esas confesiones que Arturo y Raúl le habían soltado mientras lo sometían a todo aquel curso de capacitación y adaptación a sus circunstancias sociales, a sus temores, a sus sueños, a sus más fervientes anhelos, pero también al pavor que les producía que alguien los mirara de arriba abajo.

Por supuesto que Carlitos no escuchó bien la respuesta porque un ataque de risa lo interrumpió en plena concentración y cuando andaba metido de cabeza en el alma tan oscura de los mellizos, atentísimo a cada complejo y sus ramificaciones, sus orígenes y sus tótems y tabúes, a la mitificación de lo que un automóvil podía representar, a la confianza en sí mismos que ahora sentían al saber que podían llegar donde una chica en un Daimler, ya ni siquiera en el cupé verdecito del 46 con el que habían superado en algo la vergüenza del Ford taxi negro del 42, en pleno verano de 1957, Carlitos, imagínate si las chicas Vélez Sarsfield nos miran de arriba abajo en nuestro debut y delante de ti, que tanto significas para nosotros, y que además nos has permitido -y no sabes cuánto se lo agradecemos a Natalia, te rogamos que le digas a esa gran dama de tan alta cuna y fortuna, perdón, olvida por favor lo que acabamos de decir, te rogamos que le digas a Natalia sólo que un millón de gracias por el Daimler con chofer uniformado- subir a una limusín con estribos y nuevecita, reduciendo prácticamente a la nada el riesgo de que se nos mire…

«¿Pero son realmente tan feas las tres?», estaba a punto de volver a preguntarles Carlitos, cuando asoció lo del Daimler con Molina y a Molina con las miradas de arriba abajo que tanto pavor les causaban a los mellizos, diablos, este par de locos aterrados de que en su debut unas chicas los miren mal y ni cuenta se dan de que a esa casa van a llegar ya pésimamente mal mirados durante todo el trayecto desde la Amargura hasta la avenida San Felipe, qué horror, porque Molina seguro que hasta por el retrovisor los va a ir mirando del cielo hasta el mismito infierno… Y entonces fue cuando le sobrevino la carcajada y no logró enterarse hasta qué punto eran feas las pobres hermanas Vélez Sarsfield. No bien logró contenerse un poco, Carlitos se hizo la firme promesa de fijarse muy bien en cada una de las hermanas, no bien llegaran al caserón ese de la avenida San Felipe.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Вихри враждебные
Вихри враждебные

Мировая история пошла другим путем. Российская эскадра, вышедшая в конце 2012 года к берегам Сирии, оказалась в 1904 году неподалеку от Чемульпо, где в смертельную схватку с японской эскадрой вступили крейсер «Варяг» и канонерская лодка «Кореец». Моряки из XXI века вступили в схватку с противником на стороне своих предков. Это вмешательство и последующие за ним события послужили толчком не только к изменению хода Русско-японской войны, но и к изменению хода всей мировой истории. Япония была побеждена, а Британия унижена. Россия не присоединилась к англо-французскому союзу, а создала совместно с Германией Континентальный альянс. Не было ни позорного Портсмутского мира, ни Кровавого воскресенья. Эмигрант Владимир Ульянов и беглый ссыльнопоселенец Джугашвили вместе с новым царем Михаилом II строят новую Россию, еще не представляя – какая она будет. Но, как им кажется, в этом варианте истории не будет ни Первой мировой войны, ни Февральской, ни Октябрьской революций.

Александр Борисович Михайловский , Александр Петрович Харников , Далия Мейеровна Трускиновская , Ирина Николаевна Полянская

Фантастика / Современная русская и зарубежная проза / Попаданцы / Фэнтези
Дом учителя
Дом учителя

Мирно и спокойно текла жизнь сестер Синельниковых, гостеприимных и приветливых хозяек районного Дома учителя, расположенного на окраине небольшого городка где-то на границе Московской и Смоленской областей. Но вот грянула война, подошла осень 1941 года. Враг рвется к столице нашей Родины — Москве, и городок становится местом ожесточенных осенне-зимних боев 1941–1942 годов.Герои книги — солдаты и командиры Красной Армии, учителя и школьники, партизаны — люди разных возрастов и профессий, сплотившиеся в едином патриотическом порыве. Большое место в романе занимает тема братства трудящихся разных стран в борьбе за будущее человечества.

Георгий Сергеевич Березко , Георгий Сергеевич Берёзко , Наталья Владимировна Нестерова , Наталья Нестерова

Проза о войне / Советская классическая проза / Современная русская и зарубежная проза / Военная проза / Легкая проза / Проза
Любовь гика
Любовь гика

Эксцентричная, остросюжетная, странная и завораживающая история семьи «цирковых уродов». Строго 18+!Итак, знакомьтесь: семья Биневски.Родители – Ал и Лили, решившие поставить на своем потомстве фармакологический эксперимент.Их дети:Артуро – гениальный манипулятор с тюленьими ластами вместо конечностей, которого обожают и чуть ли не обожествляют его многочисленные фанаты.Электра и Ифигения – потрясающе красивые сиамские близнецы, прекрасно играющие на фортепиано.Олимпия – карлица-альбиноска, влюбленная в старшего брата (Артуро).И наконец, единственный в семье ребенок, чья странность не проявилась внешне: красивый золотоволосый Фортунато. Мальчик, за ангельской внешностью которого скрывается могущественный паранормальный дар.И этот дар может либо принести Биневски богатство и славу, либо их уничтожить…

Кэтрин Данн

Проза / Современная русская и зарубежная проза / Проза прочее