Читаем Historia del cerco de Lisboa полностью

De no ser por aquella continua sed de gloria que desde tiempos inmemoriales no deja una hora de sosiego a reyes, presidentes y jefes de guerra, esta conquista de Lisboa a los moros podría haberse hecho con la mayor tranquilidad de este mundo, pues tonto es quien entra en la jaula del león para luchar con él, en vez de cortarle el sustento y sentarse a verlo morir. Cierto es que con el paso de los siglos algo hemos ido aprendiendo, y hoy es práctica bastante común usar el arma de la privación de comida y otros bienes para disuadir a quien, por tozudez o falta de entendimiento, no se ha rendido a razones más clásicas. No obstante, esos quinientos son otros y otra tendría que ser su historia. Lo que importa, en este caso, es observar la concomitancia de las dos distintas ocurrencias, como fueron la destrucción y la quema de la torre de la Porta de Ferro y las primeras alarmas de hambre en la ciudad, que, reunidas y confrontadas en las mentes del estado mayor real, hicieron claro que, aunque debía continuarse la pelea, en el propio sentido del término para honra de las armas portuguesas, la buena táctica mandaría apretar aún más el cerco, puesto que, tras el tiempo conveniente, los moros no sólo se habrían comido hasta la última migaja y la última rata de alcantarilla, sino que acabarían devorándose entre sí. Que siguieran franceses y normandos construyendo sus torres, que aplicasen de este lado los lusitanos aquellos conocimientos aprendidos en las lecciones del caballero Enrique para montar su propia máquina, que hiciese la artillería sus bombardeos regulares, que lanzasen los arqueros dardos, saetas, virotes y virotones, para dar salida a la producción diaria de las fábricas de Braço de Prata, todo esto serían sólo simbólicos gestos para inscribirlos en las epopeyas, ante la solución final, última y completa, el hambre. Órdenes, pues, rigurosas, llevaron los diferentes capitanes a sus huestes para que vigilasen día y noche la cintura de murallas, no sólo las puertas, sino sobre todo los rincones más escondidos, ciertos ángulos escusados que podrían servir de mampara, y también frente al mar, no porque por ahí pudieran ser introducidas mantenencias en la ciudad, que para lo preciso siempre serían escasas, sino para evitar que burlasen el cerco mensajeros llevando a las villas del Alentejo imploraciones de auxilio, tanto en víveres como en ataques por la espalda a los sitiadores, que tan bienvenidos serían unos como otros. Se probó en poco tiempo que la cautela era buena, cuando en el silencio de una noche sin luna fue sorprendido un pequeño batel que intentaba sortear las galeotas de la armada, transportando a un correo que, conducido ante el almirante, no tuvo más remedio que denunciar las cartas de que era portador, dirigidas a los alcaides de Almada y Palmela, en las que por claro se veía hasta qué punto había llegado ya la necesidad del infeliz pueblo de Lisboa. Pese a la vigilancia, algún otro mensajero habrá atravesado las líneas, pues semanas más tarde vino a ser encontrado, boyando junto al muro que daba al río, un moro que, izado a bordo de la fusta más próxima, se reveló ser emisario de una carta del rey de Évora, que mejor le hubiera sido no haber llegado a su destino, tan cruel, tan inhumano era su contenido, y para colmo hipócrita, considerando que de hermanos de raza y de religión se trataba, y así era lo que decía, El rey de los evorenses desea a los lisbonenses la libertad de los cuerpos, hace ya tiempo que tengo treguas con el rey de los portugueses y no puedo quebrar el juramento para incomodarlo a él o a los suyos con la guerra, redimid vuestra vida con vuestro dinero para que no sirva para vuestra desgracia lo que debiera serviros para vuestra salvación, adiós. Éste era rey, y para no quebrar treguas que tenía tratadas con nuestro Afonso Henriques, olvidado de que este mismo Afonso las quebró para atacar y tomar Santarem, dejaba morir de negra muerte a la desgraciada gente de Lisboa, mientras que el correo que de Lisboa había salido con la petición de ayuda no sólo no aprovechó la ocasión para huir a tierras seguras, sino que volvió con la mala nueva, muriendo él antes de entregar el mensaje que anunciaba el abandono y la traición. Bien es verdad que no siempre los hombres están en los lugares donde deben, a Lisboa habría acudido este moro si él fuese rey de Évora, pero el rey de Évora habría obviamente huido en el primer viaje, no fuera a darse el caso de que lo trajeran escoltado hasta Cacilhas con la respuesta, y que le dijeran, Vamos, tírate al agua, y líbrate de la tentación de volver atrás.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Мой генерал
Мой генерал

Молодая московская профессорша Марина приезжает на отдых в санаторий на Волге. Она мечтает о приключении, может, детективном, на худой конец, романтическом. И получает все в первый же лень в одном флаконе. Ветер унес ее шляпу на пруд, и, вытаскивая ее, Марина увидела в воде утопленника. Милиция сочла это несчастным случаем. Но Марина уверена – это убийство. Она заметила одну странную деталь… Но вот с кем поделиться? Она рассказывает свою тайну Федору Тучкову, которого поначалу сочла кретином, а уже на следующий день он стал ее напарником. Назревает курортный роман, чему она изо всех профессорских сил сопротивляется. Но тут гибнет еще один отдыхающий, который что-то знал об утопленнике. Марине ничего не остается, как опять довериться Тучкову, тем более что выяснилось: он – профессионал…

Альберт Анатольевич Лиханов , Григорий Яковлевич Бакланов , Татьяна Витальевна Устинова , Татьяна Устинова

Детективы / Детская литература / Проза для детей / Остросюжетные любовные романы / Современная русская и зарубежная проза
Вдребезги
Вдребезги

Первая часть дилогии «Вдребезги» Макса Фалька.От матери Майклу досталось мятежное ирландское сердце, от отца – немецкая педантичность. Ему всего двадцать, и у него есть мечта: вырваться из своей нищей жизни, чтобы стать каскадером. Но пока он вынужден работать в отцовской автомастерской, чтобы накопить денег.Случайное знакомство с Джеймсом позволяет Майклу наяву увидеть тот мир, в который он стремится, – мир роскоши и богатства. Джеймс обладает всем тем, чего лишен Майкл: он красив, богат, эрудирован, учится в престижном колледже.Начав знакомство с драки из-за девушки, они становятся приятелями. Общение перерастает в дружбу.Но дорога к мечте непредсказуема: смогут ли они избежать катастрофы?«Остро, как стекло. Натянуто, как струна. Эмоциональная история о безумной любви, которую вы не сможете забыть никогда!» – Полина, @polinaplutakhina

Максим Фальк

Современная русская и зарубежная проза