Dentro de la tienda, Harry cerró los ojos, deseando que alguien hiciera la pregunta de la cual necesitaba la respuesta, y después de un minuto que parecieron diez, Dean le hizo el favor; después de todo (recordó Harry sintiendo una sacudida) también era ex-novio de Ginny.
“¿Que ocurrió con Ginny y los demás? ¿Los que trataron de robarla?”
“Oh, fueron castigados, y cruelmente.” dijo Griphook con indiferencia.
“¿Pero aún as´ı se encuentran bien?” preguntó Ted velozmente. “Quiero decir, que los Weasley lo menos que necesitan es más hijos heridos ¿verdad?”
“Por lo que se, no sufrieron heridas serias.” dijo Griphook.
“Me alegro por ellos.” dijo Ted. “Con los antecedentes que tiene Snape supongo que deber´ıamos alegrarnos de que aún sigan con vida.”
“¿Entonces, crees esa historia, verdad, Ted?” preguntó Dirk. “¿Crees que Snape mató a Dumbledore?”
“Por supuesto que lo creo.” dijo Ted. “¿Te vas a quedar sentado all´ı diciéndome que crees que Potter tuvo algo que ver con ello?”
“Es dif´ıcil saber en que creer en estos d´ıas.” murmuró Dirk.
“Conozco a Harry Potter.” dijo Dean. “Y considero que el es el verdadero... el Elegido, o lo que sea que quieran llamarlo.”
“Si, hay muchos a los que les gustar´ıa poder creer eso, hijo” dijo Dirk, “yo incluido.
Pero ¿Dónde está? Por lo que parece, huyó por su vida. Se podr´ıa pensar que si supiera algo que nosotros no sabemos, o tuviera algo especial dentro de si, estar´ıa all´ı fuera ahora, CAPÍTULO 15. LA VENGANZA DE LOS DUENDES
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peleando, oponiendo resistencia, en vez de esconderse. Y sabes, el Profeta presentó un caso bastante bueno contra él...”
“¿El Profeta?” se burló Ted. “Mereces que te mientan si aún continuas leyendo esa porquer´ıa, Dirk. Si quieres los hechos, prueba con el Quibbler.”
Hubo una súbita explosión de sofocos y arcadas además de gran cantidad de golpes.
Por el ruido que hac´ıan, Dirk se hab´ıa tragado una espina de pescado. Al final balbuceó.
“¿El Quibbler? ¿Ese fanc´ın lunático de Xeno Lovegood?”
“No está tan lunático estos d´ıas.” dijo Ted. “Deber´ıas echarle una ojeada. Xeno esta imprimiendo todas las cosas que el Profeta está ignorando, ni una sola mención acerca de Snorkacks de Cuernos Rugosos en el último ejemplar. Lo que me preocupa es cuanto tiempo más lo dejarán salirse con la suya, no lo sé. Pero Xeno dice, en la primera página de cada publicación, que todo brujo que esté en contra de Ya-sabes-quien deber´ıa tener como primera prioridad el ayudar a Harry Potter.”
“Es dif´ıcil ayudar a un muchacho que ha desaparecido de la faz de la tierra” dijo Dirk.
“Escucha, el hecho de que aún no lo hayan atrapado es un tremendo logro” dijo Ted.
“Gustosamente aceptar´ıa sus consejos; es lo que estamos tratando de hacer, permanecer libres, ¿verdad?”
“Si, bueno, ah´ı tienes razón” dijo Dirk lentamente. “Con todo el Ministerio y todos sus informantes buscándolo yo habr´ıa supuesto que a estas alturas ya lo habr´ıan atrapado.
Considerándolo, ¿quien nos asegura que no lo hayan capturado y matado sin haberlo difundido?”
“Ah, no digas eso, Dirk.” murmuró Ted.
Hubo una larga pausa ocupada con otro alboroto de cuchillos y tenedores. Cuando volvieron a hablar fue para discutir si deber´ıan dormir en la orilla o refugiarse en la ladera arbolada. Decidiendo que los árboles les dar´ıan una mejor cobertura, extinguieron el fuego, y luego treparon nuevamente la pendiente, las voces perdiéndose en la distancia.
Harry, Ron y Hermione enrollaron los O´ıdos Extensibles. Harry, que durante todo el tiempo que estuvieron escuchando a escondidas, hab´ıa encontrado cada vez mas dif´ıcil permanecer en silencio, ahora fue incapaz de decir nada más que:
“Ginny... la espada...”
“Lo sé.” dijo Hermione.
Se abalanzó sobre el peque˜no bolso bordado, esta vez hundiendo el brazo dentro de él justo hasta la axila.
“Aqu´ı... lo... tengo...” dijo con los dientes apretados, y tiró de algo que evidentemente estaba en el fondo del bolso.
Paulatinamente, pudo verse el borde de un recargado marco de cuadro. Harry se apresuró a ayudarla. Mientras levantaban el vac´ıo retrato de Phineas Nigellus para sacarlo del bolso, lo mantuvo apuntado con la varita, lista para conjurar un hechizo en cualquier momento.
“Si alguien cambió la verdadera espada por la falsa mientras estaba en la oficina de Dumbledore” jadeó, mientras apoyaban la pintura contra un lado de la tienda, “¡Phineas Nigellus deber´ıa haber sido testigo, esta colgado justo al lado de la vitrina!
“A menos que estuviera durmiendo” dijo Harry, pero aún as´ı contuvo el aliento mientras Hermione se arrodillaba frente al vac´ıo lienzo, con la varita apuntada hacia el centro.
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Se aclaró la garganta y luego dijo: “Er... ¿Phineas? ¿Phineas Nigellus?”
Nada ocurrió.
“¿Phineas Nigellus?” dijo Hermione otra vez. “¿Profesor Black? Por favor... ¿Podemos hablar con usted? ¿Por favor?”
“Decir por favor siempre ayuda.” dijo una fr´ıa y sarcástica voz, y Phineas Nigellus se deslizó dentro de su retrato. Al instante, Hermione gritó: “¡Obscuro! ”