“Sujétame fuerte” susurró. “Sujétame fuerte... sin dudar...”
La cara blanca como el papel de Xenophilius apareció por la parte superior del aparador.
“¡Obliviate! ” gritó Hermione, apuntándolo con la varita primero a la cara y después al suelo ante ellos. “¡Deprimo! ”
Hab´ıa hecho un agujero en el suelo de la habitación. Cayeron como pedruscos. Harry todav´ıa se aferraba a su mano como a la propia vida. Se oyó un grito abajo, y Harry vislumbró a dos hombres tratando de apartarse del camino de las enormes cantidades de escombros y muebles rotos que llov´ıan a su alrededor desde techo destrozado. Hermione se giró en el aire y el estruendo de la casa derrumbándose zumbó en las orejas de Harry mientras ella lo arrastraba una vez más hacia la oscuridad.
Cap´ıtulo 22
Las Reliquias de la Muerte
Harry cayó, jadeando, sobre la hierba y se levantó al instante. Parec´ıan haber aterrizado en la esquina de un campo al atardecer. Hermione ya estaba corriendo en c´ırculos alrededor de ellos, ondeando su varita.
“Protego Totalum... Salvio Hexia...”
“¡Ese viejo bastardo traidor!” jadeó Ron, saliendo de debajo de la Capa de Invisibilidad y tirándosela a Harry. “Hermione eres genial, absolutamente genial; ¡no puedo creer que nos sacaras de esa!”
“Cave inimicun... Te dije que no era un cuerno de Humpern, ¿verdad?, ¡Ahora su casa ha volado en pedazos!”
“Se lo merec´ıa” dijo Ron, examinando sus vaqueros rotos y los cortes de su pierna.
“¿Qué crees que le harán?”
“¡Oh, espero que no lo maten!” gimió Hermione “¡Por eso quise que los mort´ıfagos echaran un vistazo a Harry antes de largarnos, para que supieran que Xenophilius no estaba mintiendo!”
“¿Y por qué me escondiste a m´ı?” Preguntó Ron.
“¡Se supone que estás en cama con Spattergroit, Ron! ¡Han secuestrado a Luna porque su padre apoyaba a Harry! ¿Qué le ocurrir´ıa a tu familia si supieran que estás con él?”
“¿Pero entonces qué pasa con tus padres?”
“Ellos están en Australia” dijo Hermione. “Deber´ıan estar bien, no saben nada.”
“Eres genial” repitió Ron impresionado.
“S´ı, lo eres” agregó Harry fervientemente. “No se que habr´ıamos hecho sin ti.”
Ella sonrió, pero de inmediato se tornó solemne.
“¿Y qué hay de Luna?”
“Si dec´ıan la verdad y aún está viva...” comenzó Ron.
“¡No digas eso, no lo digas!,” chilló Hermione. “¡Tiene que estar viva, tiene que estarlo!”
“Entonces estará en Azkaban, me imagino.” dijo Ron. “Ahora, que sobreviva a ese lugar... muchos no lo consiguen...”
“Ella si” dijo Harry. No pod´ıa soportar pensar en la alternativa. “Es dura, Luna es mucho más dura de lo que os imagináis. Probablemente les esté ense˜nando a los presos todo sobre los Wrackspurts y Nargles.”
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CAPÍTULO 22. LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE
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“Espero que tengas razón” dijo Hermione. Se puso una mano sobre los ojos “Me sentir´ıa tan mal por Xenophilius si...”
“...si no hubiera intentado vendernos a los mort´ıfagos, si.” dijo Ron.
Levantarón la tienda y se metieron en ella, mientras Ron les hac´ıa algo de té. Tras su milagrosa escapada, el fr´ıo, húmedo, y viejo lugar parec´ıa un hogar: seguro, familiar y amistoso.
“Oh, ¿por qué fuimos all´ı,?” gimió Hermione despues de unos minutos de silencio.
“Ten´ıas razón Harry, fue como lo del Valle de Godrick otra vez, ¡una absoluta pérdida de tiempo! Las Reliquias de la Muerte... menuda tonter´ıa... aunque de hecho” Un pensamiento súbito pareció haberla golpeado, “podr´ıa habérselo inventado todo, ¿verdad?
Probablemente no cre´ıa en las Reliquias de la Muerte en absoluto, ¡solo quer´ıa que siguiéramos hablando hasta que llegaran los mort´ıfagos!”
“No lo creo” dijo Ron. “Es endemoniadamente más dif´ıcil de lo que crees inventar cosas cuando estás bajo presión. Me di cuenta de eso cuando los Merodeadores me cogieron. Fue mucho más fácil fingir ser Stan, porque le conoc´ıa un poco, que inventar a una persona completamente nueva. El viejo Lovegood estaba bajo toneladas de presión, intentando asegurarse de que nos quedábamos. Creo que nos dijo la verdad, o lo que él cree que es la verdad, para que siguiéramos hablando.”
“Bueno, supongo que no importa” suspiró Hermione. “Aunque estuviera siendo honesto, no hab´ıa escuchado semejante cantidad de tonter´ıas en toda mi vida.”
“Espera, espera” agregó Ron “Se supone que la Cámara de los Secretos era un mito,
¿no?”
“Pero la Reliquias de la Muerte no pueden existir, Ron.”
“Sigues diciendo eso, pero una de ellas existe” dijo Ron: “la Capa de Invisibilidad de Harry...”
“El cuento de los tres hermanos es una historia” afirmó Hermione “sobre cómo los humanos le temen a la muerte. ¡Si sobrevivir fuera tan simple como ocultarse debajo de la Capa de Invisibilidad, ya tendr´ıamos todo lo que necesitamos!”
“No sé. Lo que podr´ıamos hacer con una varita invencible” dijo Harry, mientras mov´ıa la varita de espino negro que tanto le disgustaba entre sus dedos.
“¡No existe tal cosa, Harry!”
“Dijiste que hab´ıa habido un montón de varitas... el Palo de la Muerte y como quiera que se llamen...”