“Está bien. Incluso si quieres enga˜narte a ti mismo pensando que la Varita de Sauco es real, ¿qué hay de la Piedra de Resurreción?” hizo el gesto de comillas con los dedos al pronunciar el nombre y su tono destilaba sarcasmo. “¡Ninguna magia puede resucitar a los muertos y eso es todo!”
“Cuando mi varita conectó con la de Quien-tu-ya-sabes, hizo que mi madre y mi padre aparecieran... y Cedric...”
“Pero no volvieron realmente de entre los muertos, ¿verdad?” dijo Hermione. “Ese tipos de... pálidas imitaciones no son lo mismo que traer verdaderamente a alguien de vuelta a la vida.”
“Pero ella, la chica del cuento, no regresó realmente, ¿verdad? La historia dice que cuando alguien ha muerto, pues debe estar con los muertos. Pero el segundo hermano CAPÍTULO 22. LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE
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pudo verla y hablar con ella, ¿verdad? Incluso vivió con ella un tiempo...”
Vio preocupación y algo menos tangible en la expresión de Hermione. Pero cuando la vio mirar a Ron, Harry comprendió que era miedo. La hab´ıa asustado con su charla sobre vivir con los muertos.
“Entonces ese tal Peverell, el que está enterrado en el Valle de Godrick” dijo Ron apresuradamente, intentando parecer robustamente cuerdo “¿no sabéis nada de él?”
“No” Respondió ella, que pareció aliviada por el cambio de tema. “Lo busqué después de ver la marca sobre su tumba; si hubiera sido alguien famoso o hubiera hecho algo importante, estoy segura de que estar´ıa en nuestros libros. El único sitio donde pude encontrar el apellido Peverell fue en Nobleza Natural, una Genealog´ıa de la Magia. Lo tomé prestado de Kreacher.” Explicó cuando Ron arqueó las cejas. “Tiene una lista de las familias de sangre pura que se extinguieron en la l´ınea masculina. Aparentemente la de los Peverell fue una de las l´ıneas que desapareció más rápido.”
“¿Qué se extinquieron en la l´ınea masculina?” repitió Ron.
“Quiere decir que el apellido se perdió” respondió Hermione. “Siglos atrás en el caso de los Peverell. Podr´ıan tener descendientes pero con algún otro apellido.”
Y de repente le llegó a Harry, de un solo golpe brillante, el recuerdo que hab´ıa despertado en él el nombre ’Peverell’, un viejo asqueroso alardeando de un horrendo anillo en la cara de un oficial del Ministerio, y dio un fuerte grito, “¡Marvolo Gaunt!”
“¿Perdón?” dijeron Hermione y Ron al mismo tiempo.
“¡Marvolo Gaunt! ¡El abuelo de Quien-tu-ya-sabes! ¡En el Pensadero! ¡Con Dumbledore! ¡Marvolo Gaunt dijo que era un descendiente de los Peverell!”
Ron y Hermione parec´ıan desconcertados.
“El anillo, el anillo que se convirtió en el Horcrux, ¡Marvolo Gaunt dijo que ten´ıa el escudo de los Peverell! Le vi menearlo ante la cara al tipo del Ministerio, ¡casi se lo mete por la nariz!”
“¿El escudo de los Peverell?” dijo Hermione secamente. “¿Pudiste ver como era?”
“En realidad no.” dijo Harry intentando recordar. “No hab´ıa nada llamativo en él, por lo que pude ver, solo algunos rasgu˜nos. En realidad solo lo vi de cerca después de que hubiera sido destru´ıdo.”
Harry notó que Hermione comprend´ıa por como se dilataban sus pupilas. Ron mov´ıa la mirada de uno al otro, asombrado.
“Caray... ¿Crees que era este mismo s´ımbolo otra vez? ¿El de las Reliquias?”
“¿Por qué no?” dijo Harry excitado. “Marvolo Gaunt era un viejo ignorante que viv´ıa como un cerdo, lo único que le preocupaba era su ascendencia. Si ese anillo hab´ıa sido heredado a lo largo de los siglos, podr´ıa no haber sabido lo que era realmente. No hab´ıa libros en esa casa, y creedme, él no era del tipo de los que leen cuentos de hadas a sus hijos. Le hubiera encantado pensar que los ara˜nazos de la piedra eran un escudo, porque en lo que a él respectaba, ser sangre pura te hac´ıa parte de la realeza.”
“Si... y todo eso es muy interesante” dijo Hermione cautelosamente, “pero Harry, si estás pensando lo que yo creo...”
“Bueno, ¿por qué no? ¿por qué no?” dijo Harry abandonando cualquier precaución.
“Era una piedra, ¿no?” Miró a Ron en busca de apoyo “¿Y si era la Piedra de Resurreción?”
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La boca de Ron se abrió de par en par.
“Caray... ¿pero funcionar´ıa la piedra aún cuando Dumbledore la hubiera roto...?”
“¿Funcionar? ¿Funcionar? Ron, ¡nunca funcionó! No existe ninguna Piedra de Resurreción!”
Hermione saltó sobre sus pies, exasperada y molesta.
“Harry, estás intentando que todo encaje con la historia de las Reliquias...”
“¿Intentando que encaje?” repitió Harry “¡Hermione, todo encaja por su propia cuenta!
¡Sé que el s´ımbolo de las Reliquias estaba en la piedra! ¡Gaunt dijo que descend´ıa de los Peverell!”
“¡Hace un minuto nos dijiste que no pudiste ver bien el s´ımbolo de la piedra!”
“¿Dónde crees que está el anillo ahora?” preguntó Ron a Harry. “¿Qué hizo con él Dumbledore después de romperlo?”
Pero la imaginación de Harry viajaba mucho mas allá que la de Ron y Hermione...