'Si', -dijo Hagrid tristemente, quedaban ochenta, cuando una vez hubo montones, debía haber un centenar de tribus diferentes por todo el mundo. Pero ellos han estado disminuyendo durante siglos. Los magos mataron a algunos, claro, pero principalmente se mataron entre ellos, y ahora están desapareciendo más rápido que nunca. Ellos no están hechos para vivir agrupados de esa manera. Dumbledore dijo que es culpa nuestra, fueron los magos los que les obligaron a ir y a hacer su vida bien lejos de nosotros y ellos no tenían elección excepto pelear todos juntos para su protección.'
’Así que, -dijo Harry, tu los viste y entonces ¿qué? '
'Bien, nosotros esperamos hasta la mañana, no queríamos salir furtivamente entre ellos en la oscuridad, por nuestra propia seguridad -dijo Hagrid. Aproximadamente a las tres de la mañana ellos se durmieron donde estaban reunidos. Nosotros no nos atrevimos a dormir. En primer lugar, nosotros queríamos estar seguros de que ninguno se despertaba y aparecía dónde estábamos, y por otro, los ronquidos eran increíbles. Causaron un alud por la mañana temprano.
'Sin embargo una vez que amaneció bajamos para hablarles.'
'¿Simplemente así? ‘-dijo Ron, mientras permanecía pasmado.
'¿Vosotros sencillamente caminasteis derechos a un campamento de gigantes?'
'Bien, Dumbledore nos había dicho cómo hacerlo, -dijo Hagrid.
Dadle los regalos al Gurg, mostrar algún respeto, ya sabéis.'
'¿Darle regalos al qué? ‘-preguntó Harry.
'Oh, el Gurg, significa el jefe.'
'¿Cómo pudisteis saber quien era el Gurg? ‘-preguntó Ron .
Hagrid gruñó divertido.
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'Ningún problema', -dijo. 'Era el más grande, el más feo y el más perezoso. Sentado allí esperando a que los otros le trajeran la comida. Cabras muertas y cosas así. Se llamaba Karkus. Yo le calculo unos veintidós, veintitrés pies y el peso de un par de elefantes machos. Piel como el pellejo de un rinoceronte y eso.
'¡¿Y tu simplemente fuiste hacia él?' -dijo Hermione sofocada.
'Bueno. . . bajo él, dónde estaba en el valle. Ellos estaban en pendiente entre cuatro montañas bastante altas, ¿entendéis?, al lado de un lago montañés, y Karkus estaba tumbado en el lago rugiendo a los otros para que les alimentasen a él y a su esposa.
Olympe y yo bajamos por la ladera de la montaña.
'¿Pero ellos no intentaron mataros cuándo os vieron? ‘-preguntó incrédulamente Ron.
'Estaba definitivamente en algunas de sus mentes' -dijo Hagrid, mientras se encogía de hombros- 'pero hicimos lo que Dumbledore nos dijo que hiciésemos, sostener nuestros regalos en alto, fijar nuestros ojos en el Gurg e ignorar a los otros. Y eso fue lo que hicimos. Y el resto de ellos se callaron, nos miraron mientras pasábamos derechos a Karkus, nos inclinamos y depositamos nuestros regalos delante de él.
'¿Qué le dieron al gigante? -preguntó Ron fuertemente-
¿Comida?.
'No, él puede obtener comida fácilmente por el mismo,' -dijo Hagrid. ' Nosotros tomamos su magia, a los gigantes les gusta la magia, solo que no les gusta usarla en contra de ellos mismos. De todas formas el primer día les dimos un ramo de fuego Gubraithian.'
Hermione dijo, '¡Wow!', en forma casi inaudible, pero Harry y Ron se miraron el uno al otro desconcertados.
'-Un ramo de ... ?'
'Fuego que nunca se acaba,' -dijo Hermione irritada. '¡Ustedes ya deberían saberlo, el profesor Flitwick ya lo ha mencionado dos veces en su clase!'.
'Bueno de todas formas, -dijo Hagrid rápidamente, interviniendo antes de que Ron pudiera contestarle- 'Dumbledore había 433
hechizado una rama para que ardiera eternamente, lo que es algo que cualquier mago puede hacer, y así lo puse a los pies de Karkuss en la nieve y dije. "Un regalo para el jefe de los gigantes de parte de Albus Dumbledore, quien les envía sus respetuosos saludos".
'¿Y qué fue lo que dijo Karkus ?' -Preguntó Harry vigorosamente.
'Nada',' -Dijo Hagrid- 'Ellos no hablaban nuestro idioma.
¡Estas bromeando!'.
'No hubo problema,' -dijo Hagrid. 'Dumbledore nos había advertido que eso podría pasar. Karkus sabia lo suficiente como para gritarle a algunos de los suyos que sí sabían que nos sirvieran de traductores.'
'¿Y le gustó el regalo?' -Preguntó Ron.
'Oh si, se desató una tormenta cuando ellos entendieron de qué se trataba,' -dijo Hagrid, volviendo la parte fría del bistec hacia su ojo hinchado.
'Muy complacidos. Así que luego dije, "Albus Dumbledore le pregunta a su jefe que hable con su mensajero, cuando el vuelva mañana con otro regalo."
'¿Porqué no hablaron con él ese mismo día?' -preguntó Hermione.
'Dumbledore quería que nos lo tomáramos lentamente,' -dijo Hagrid. 'Qué ellos vieran que manteníamos nuestras promesas.