– Y ya me encargaré yo de atarle bien los periódicos -añadió Norrie.
Pete Freeman, que observaba a la chica con admiración mientras esta ataba los paquetes con un nudo que parecía una mariposa deslizante, dijo:
– Ya lo creo. Qué bien te quedan.
– Sí, se me da de fábula -dijo Norrie con total naturalidad.
– ¿Tenéis linternas? -preguntó Julia.
– Sí -respondieron los tres al unísono.
– Muy bien. El
– Eso sería una putada -admitió Joe.
– Tenéis que dejar un ejemplar en todas las casas y tiendas de esas dos calles, ¿vale? Además de en las calles Morin y St. Anne Avenue. Después de eso, os dispersáis. Haced lo que podáis, pero a las nueve marchaos a casa. Dejad todos los periódicos que os hayan sobrado en las esquinas. Y ponedles una piedra encima para que no se los lleve el viento.
Benny leyó de nuevo el titular.
¡ATENCIÓN, CHESTER'S MILL!
¡VAN A ESTALLAR EXPLOSIVOS EN LA BARRERA!
SE LANZARÁN MISILES DE CRUCERO
SE RECOMIENDA LA EVACUACIÓN DEL SECTOR OESTE
– Seguro que no funciona -dijo Joe, con un deje pesimista, mientras examinaba el mapa dibujado a mano que había al final de la página. El límite entre Chester's Mills y Tarker's Mills estaba resaltado en rojo. Había una X negra en el punto en que la Little Bitch Road entraba en el pueblo. Junto a la X había la inscripción Punto
de Impacto.– Muérdete la lengua -le dijo Tony Guay.
5
DE LA CASA BLANCA
Saludos cordiales
a la JUNTA DE CONCEJALES DE CHESTER'S MILL:
Andrew Sanders
James P. Rennie
Andrea Grinnell
Estimados señores y señora:
En primer lugar, les envío mis saludos y me gustaría transmitirles la honda preocupación de nuestra nación y nuestros mejores deseos. He decretado que mañana sea día nacional de oración; las iglesias de todo Estados Unidos permanecerán abiertas para que la gente de fe acuda a rezar por ustedes y por todos aquellos que están trabajando para entender y solucionar lo que ha ocurrido en los límites de su pueblo. Déjenme que les asegure que no cejaremos en nuestro empeño hasta que la población de Chester's Mills sea liberada y los responsables de su encarcelamiento hayan sido castigados. Puedo prometerles que esta situación llegará a su fin en breve. Y me dirijo a ustedes con toda la solemnidad que me confiere mi cargo, como su comandante en jefe.
En segundo lugar, esta carta debe servir a modo de presentación del coronel Dale Barbara, del Ejército de Estados Unidos. El coronel Barbara sirvió en Iraq, donde le fue concedida la Estrella de Bronce, una medalla al mérito en servicio, y dos Corazones Púrpura. Hemos decidido reclutarlo de nuevo y ascenderlo para que sirva de intermediario entre ustedes y nosotros, y viceversa. Sé que, como fieles estadounidenses que son, le prestarán toda la ayuda necesaria. Y si ustedes lo ayudan, nosotros les ayudaremos a ustedes.
Mi intención original, de acuerdo con el consejo de la Junta de Jefes del Estado Mayor, y de los secretarios de Defensa y de Seguridad Nacional, era invocar la ley marcial en Chester's Mills y nombrar al coronel Barbara gobernador militar provisional. Sin embargo el coronel Barbara me ha asegurado que esto no será necesario. Me ha dicho que espera la absoluta cooperación de los concejales y la policía local. Cree que su cargo debería consistir en proporcionar «consejo y consentimiento». He accedido a su petición, aunque me reservo el derecho a cambiar de opinión.
En tercer lugar, sé que están preocupados por su incapacidad para llamar a sus amigos y seres queridos. Entendemos su preocupación, pero resulta imperativo que mantengamos este «apagón telefónico» para minimizar el riesgo de que se filtre información. Tal vez piensen que se trata de una falsa preocupación; les aseguro que no es así. Existe la posibilidad de que alguien de Chester's Mills posea información sobre la barrera que rodea a su pueblo. Las llamadas a números de dentro del pueblo estarán permitidas.
En cuarto lugar, de momento seguiremos sin informar a la prensa de lo acontecido, aunque esta decisión está sujeta a una posible revisión. Podría llegar un momento en el que fuera beneficioso para las autoridades del pueblo y para el coronel Barbara celebrar una rueda de prensa; pero en el presente consideramos que un desenlace rápido de la actual crisis hará que la rueda de prensa no sea necesaria.