Читаем La música del Adiós полностью

– De momento -comentó Rebus puntilloso-. Y Macrae dijo que disponíamos de unos días para indagar, ¿por qué no aprovecharlos?

– ¿Indagar qué, exactamente?

Rebus no consiguió hallar una respuesta. Hizo una señal a Clarke para que le siguiera al pasillo. Hawes y Tibet fruncieron el ceño, ofendidos. Rebus se detuvo ante la escalera hasta que Clarke estuvo a su lado con los brazos cruzados.

– ¿Estás segura de que no hay problemas con Phyl y Col por la presencia del recién llegado al equipo? -preguntó él.

– ¿A qué te refieres?

– A que él no es parte del equipo.

Ella le miró.

– No creo que el problema sea con ellos -replicó, haciendo una pausa-. ¿Recuerdas tu primer día en Homicidios?

– Vagamente.

– Yo me acuerdo del mío como si fuera ayer, de cómo todos no cesaban de decir que era «carne nueva», como vampiros -abrió los brazos y apoyó las manos en las caderas-. Todd quiere una oportunidad en el departamento, John.

– Se diría que te tiene engatusada.

La sonrisa se borró del rostro de Clarke, que le miró ceñuda, pero la mención de los vampiros había suscitado una idea en Rebus.

– Tal vez sea un albur -dijo-, pero el vigilante del aparcamiento mencionó algo sobre uno de los jefes, una mujer a la que llaman la Muerte. ¿Quieres saber por qué?

– Bueno, ¿por qué? -replicó Clarke sin ablandarse.

– Por la capucha que lleva -respondió Rebus.

Capítulo 14

Gary Walsh estaba en la garita de seguridad del aparcamiento tras relevar a Joe Wills hacía casi una hora. Con la chaqueta del uniforme desabrochada y sin corbata, su aspecto era bastante relajado.

– Qué bien se vive… -dijo Rebus guasón, llamando a la puerta entreabierta. Walsh bajó los pies de la mesa, se quitó los auriculares y apagó el reproductor de compactos-. ¿Qué estaba escuchando?

– Primal Scream.

– ¿Y qué habría hecho si yo hubiera sido uno de los jefes?

– La Muerte es la única que viene por aquí.

– Si usted lo dice… ¿Le han contado a ella lo del asesinato?

– Se lo dijo un periodista.

– ¿Y? -inquirió Rebus mirando un periódico junto a la radio: era el Evening News con el crucigrama acabado.

Walsh se encogió de hombros.

– Ella dijo que no veía sangre.

– Una mujer deliciosa.

– No; es buena persona.

– ¿Cómo se llama?

– ¿Han detenido a alguien? -replicó Walsh mirándole de arriba abajo.

– Aún no.

– ¿Para qué quiere hablar con Cath?

– ¿Se llama Cath?

– Cath Mills.

– ¿Se parece a ésta?

Walsh cogió la foto robot de la mujer con capucha, la examinó sin parpadear y negó con la cabeza.

– ¿Está seguro? -dijo Rebus.

– No se parece en nada -respondió Walsh devolviéndole la foto-. ¿Quién es?

– Los testigos vieron una mujer que merodeaba por aquí la noche en que asesinaron a Todorov. Estamos descartando sospechosos.

– Pues a la Muerte puede descartarla ya; Cath no estuvo aquí aquella noche.

– De todos modos, déme su número de teléfono.

Walsh señaló el tablero de corcho de detrás de la puerta.

– Lo tiene ahí apuntado.

Rebus anotó el número del móvil.

– ¿Con qué frecuencia viene por aquí?

– Un par de veces por semana. Una vez en el turno de Joe y otra en el mío.

– ¿Ha habido alguna vez problemas con las prostitutas de esta zona?

– No sabía que las hubiera.

Rebus cerró su libreta y en ese momento sonó el zumbador de salida. Walsh miró uno de los monitores: un conductor estaba fuera del coche de pie junto a la barrera de salida.

– ¿Hay algún problema? -preguntó por el micrófono.

– La maldita máquina se ha tragado el ticket.

Walsh puso los ojos en blanco con intención de que lo viera Rebus.

– No para de atascarse -dijo, y apretó un botón para que se alzara la barrera; el conductor volvió a sentarse al volante sin decir ni «gracias» ni «adiós».

– Tendré que cerrar esa salida hasta que vengan a arreglarlo -musitó Walsh.

– No tienen tiempo de aburrirse, ¿eh?

Walsh lanzó un resoplido.

– Esa mujer -dijo poniéndose en pie-, ¿tuvo algo que ver con el crimen?

– ¿Por qué lo pregunta?

Walsh se abrochó la chaqueta del uniforme.

– No hay muchas mujeres atracadoras, ¿verdad?

– No muchas -contestó Rebus.

– ¿Y fue un atraco? Lo pregunto porque el periódico decía que tenía los bolsillos vacíos.

– Eso parece -Rebus hizo una pausa-. A las once cierra, ¿no es eso?

– Exacto.

– Pues es más o menos la hora en que se descubrió el cadáver.

– ¿Ah, sí?

– ¿Usted no vio nada?

– Nada.

– Usted pasaría con el coche por Raeburn Wynd.

Walsh se encogió de hombros.

– No vi nada, ni oí nada. Y desde luego, no vi a ninguna mujer con capucha. Me habría llevado un buen susto, con el cementerio que hay ahí… -añadió, frunciendo de pronto el ceño.

– ¿Qué sucede? -inquirió Rebus.

– No sé si tendrá importancia… Estaba pensando en esas visitas guiadas a zonas históricas siniestras, en las que se disfrazan para asustar a los turistas…

– No creo que la mujer misteriosa formara parte de una farsa así -Rebus sabía a lo que se refería el hombre: por la noche recorrían la Royal Mile guías disfrazados de vampiros y de Dios sabía qué-. Además, nunca he oído que pasen por aquí visitas guiadas.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Профайлер
Профайлер

Национальный бестселлер Китая от преподавателя криминальной психологии в Университете уголовной полиции. Один из лучших образцов китайского иямису — популярного в Азии триллера, исследующего темную сторону человеческой натуры. Идеальное сочетание «Внутри убийцы», «Токийского зодиака» и «Молчания ягнят».«Вампир». Весной 2002 года в китайском Цзяньбине происходит сразу три убийства. Молодые женщины задушены и выпотрошены. Найдены следы их крови, смешанной с молоком, которую пил убийца…Фан Му. В Университете Цзянбина на отделении криминалистики учится весьма необычный студент. Замкнутый, нелюдимый, с темными тайнами в прошлом и… гений. Его настоящий дар: подмечать мельчайшие детали и делать удивительно точные психологические портреты. В свои двадцать четыре года он уже помог полиции поймать нескольких самых опасных маньяков и убийц…Смертельный экзамен. И теперь некто столь же гениальный, сколь и безумный, бросает вызов лично Фан Му. Сперва на двери его комнаты появляется пятиконечная звезда — фирменный знак знаменитого Ночного Сталкера. А на следующий день в Университете находят труп. Убийца в точности повторил способ, которым Ночной Сталкер расправлялся со своими жертвами. Не вписывается только шприц, найденный рядом с телом. Похоже, преступник предлагает профайлеру сыграть в игру: угадаешь следующего маньяка — предотвратишь новую смерть…

Лэй Ми

Триллер
24 часа
24 часа

«Новый год. Новая жизнь.»Сколько еще людей прямо сейчас произносят эту же мантру в надежде, что волшебство сработает? Огромное количество желаний загадывается в рождественскую ночь, но только единицы по-настоящему верят, что они исполнятся.Говорят, стоит быть осторожным со своими желаниями. Иначе они могут свалиться на тебя, как снег на голову и нагло заявиться на порог твоего дома в виде надоедливой пигалицы.Ты думаешь, что она – самая невыносимая девушка на свете, ещё не зная, что в твою жизнь ворвалась особенная Снежинка – одна из трехсот пятидесяти миллионов других. Уникальная. Единственная. Та самая.А потом растаяла.Ровно до следующего Рождества.И все что у нас есть – это двадцать четыре часа безумия, от которых мы до сих пор не нашли лекарство.Но как быть, когда эти двадцать четыре часа стоят целого года?

Алекс Д , Алексей Аркадьевич Мухин , Грег Айлс , Клэр Сибер , Лана Мейер

Детективы / Триллер / Самиздат, сетевая литература / Классические детективы / Романы