Читаем La música del Adiós полностью

– Soy lo bastante mayor para haber visto reposiciones -vio que Rebus dejaba el archivador en el asiento de atrás-. Durante toda la entrevista he estado en vilo por si tosías o estornudabas.

– Y no he podido ni encender un cigarrillo -dijo Rebus. Ella le miró, pero él no se volvió.

– ¿Cómo es que no has sabido guardar la compostura esta vez? -preguntó como quien no quiere la cosa.

– Los tipos como Corbyn me sacan de quicio -respondió él.

– Sí, como la mayoría de las personas -replicó ella.

– Puede -añadió él-. ¿Vas a interrogar a Bakewell en el Parlamento? -ella asintió despacio con la cabeza-. ¿Estoy invitado?

– Recuérdame qué es estar «suspendido de servicio».

– Shiv, si no me equivoco, el público puede entrar libremente en el Parlamento. Invítale a un café y yo puedo estar sentado en la mesa de al lado.

– O puedes quedarte en casa y dejarme que hable con Corbyn a ver si puedo hacer que cambie de idea.

– No -dijo él.

– ¿Que no te quedas en casa o que él no cambia de idea?

– Las dos cosas.

– Dios, dame fuerzas -dijo ella con un suspiro.

– Amén. Y, hablando del Todopoderoso, no he oído al joven Todd abrir la boca durante el interrogatorio.

– Estaba de observador.

– Oye, no pasa nada porque admitas que me has echado de menos.

– ¿No acabas de decirme que he cubierto todos los puntos?

Miró cómo él se encogía de hombros.

– A lo mejor había puntos que nos ocultó.

– ¿Quieres decir que tú le habrías sacado el nombre del traficante?

– Me apuesto veinte libras a que lo sé antes de que termine el día.

– Si Corbyn se entera de que sigues con el caso…

– No se enterará, sargento Clarke. Iré como simple ciudadano. Eso él no puede impedirlo, ¿no crees?

– John… -iba a hacerle una advertencia, pero comprendió que sería inútil-. Tenme informada -musitó al fin, abriendo la portezuela y bajando del coche.

– ¿No notas nada? -preguntó él. Ella se inclinó sobre la ventanilla.

– ¿Qué?

Rebus señaló con el brazo el aparcamiento.

– Ha desaparecido el olor… ¿Será un presagio? -añadió girando la llave de encendido y dejándola sin que pudiera plantear la pregunta: ¿Bueno o malo?

Capítulo 24

– ¿Está Nancy? -preguntó Rebus al compañero de piso de Sievewright cuando el joven le abrió la puerta.

– No.

No; porque iba caminando por Leith Street cuando Rebus se la cruzó en el Saab. Lo que significaba que quizá disponía de veinte minutos de ventaja, suponiendo que se dirigiera directamente al piso.

– Tú eres Eddie, ¿verdad? Estuve aquí hace unos días.

– Lo recuerdo.

– Pero no me acuerdo de tu apellido.

– Gentry.

– ¿Como Bobbie Gentry?

– Ya no se acuerda mucha gente de ella.

– Yo soy más viejo que la mayoría, y tengo un par de discos suyos. ¿Puedo pasar? -Rebus advirtió que Gentry no llevaba la banda deportiva pero sí los ojos pintados-. Nancy me dijo que viniera a las tres -mintió descaradamente.

– Vino alguien a verla hace un rato…

Gentry se mostraba reacio, pero la mirada fija de Rebus venció su resistencia. Abrió algo más la puerta y Rebus entró dirigiéndole una inclinación de cabeza. El cuarto de estar olía a humanidad, a tabaco barato y a algo que tal vez fuese aceite de pachulí. Hacía tiempo que él no olía aquel aroma. Se acercó a la ventana y miró hacia Blair Street.

– Te contaré una historia graciosa -dijo mirando a Eddie Gentry-. Hay unos sótanos en la otra acera donde solían ensayar grupos musicales. El dueño decidió rehabilitarlos y cuando los obreros se pusieron a trabajar en esos túneles -hay kilómetros y kilómetros de túneles-, empezaron a oír unos gruñidos extrañísimos…

– Del masajista de al lado -dijo Gentry fastidiándole el chiste.

– Lo conocías -comentó Rebus apartándose de la ventana y examinando las portadas de los discos, LP más que compactos-. «Caravan». Los mejores de Canterbury. Pensaba que ya nadie los escuchaba -había otras portadas que conocía: los Fairports y Davey Graham y Pentangle-. ¿Alguien estudia arqueología? -preguntó.

– Me gusta mucho la música de antes -dijo Gentry, señalando con la cabeza hacia un rincón-. Toco la guitarra.

– Aja -asintió Rebus mirando una acústica de seis cuerdas en un trípode y una de doce cuerdas detrás, en el suelo-. ¿Tocas bien?

En respuesta, Gentry cogió la de seis cuerdas y se sentó con las piernas cruzadas en el sofá. Comenzó a tocar y Rebus advirtió que se había dejado crecer las uñas de la mano derecha a modo de plectro. Le sonaba aquella melodía, aunque no recordaba de quién era.

– ¿Es Bert Jansch? -aventuró tras el último arpegio.

– Del disco que grabó con John Renbourn.

– Hacía años que no la oía -dijo Rebus apreciativo, asintiendo con la cabeza-. Tocas muy bien, hijo. Lástima que no te dé para vivir, ¿no? Te habrías evitado traficar con drogas.

– ¿Qué?

– Nancy lo ha confesado todo.

– Guau. Un momento -dijo Gentry dejando a un lado la guitarra y levantándose-. Repítamelo otra vez.

– ¿Un músico sordo? -comentó Rebus como llevándose una sorpresa.

– Lo he oído, pero no sé por qué dice eso.

– La noche en que mataron al poeta, ella recogía cargamento del tipo que tú le presentaste.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Профайлер
Профайлер

Национальный бестселлер Китая от преподавателя криминальной психологии в Университете уголовной полиции. Один из лучших образцов китайского иямису — популярного в Азии триллера, исследующего темную сторону человеческой натуры. Идеальное сочетание «Внутри убийцы», «Токийского зодиака» и «Молчания ягнят».«Вампир». Весной 2002 года в китайском Цзяньбине происходит сразу три убийства. Молодые женщины задушены и выпотрошены. Найдены следы их крови, смешанной с молоком, которую пил убийца…Фан Му. В Университете Цзянбина на отделении криминалистики учится весьма необычный студент. Замкнутый, нелюдимый, с темными тайнами в прошлом и… гений. Его настоящий дар: подмечать мельчайшие детали и делать удивительно точные психологические портреты. В свои двадцать четыре года он уже помог полиции поймать нескольких самых опасных маньяков и убийц…Смертельный экзамен. И теперь некто столь же гениальный, сколь и безумный, бросает вызов лично Фан Му. Сперва на двери его комнаты появляется пятиконечная звезда — фирменный знак знаменитого Ночного Сталкера. А на следующий день в Университете находят труп. Убийца в точности повторил способ, которым Ночной Сталкер расправлялся со своими жертвами. Не вписывается только шприц, найденный рядом с телом. Похоже, преступник предлагает профайлеру сыграть в игру: угадаешь следующего маньяка — предотвратишь новую смерть…

Лэй Ми

Триллер
24 часа
24 часа

«Новый год. Новая жизнь.»Сколько еще людей прямо сейчас произносят эту же мантру в надежде, что волшебство сработает? Огромное количество желаний загадывается в рождественскую ночь, но только единицы по-настоящему верят, что они исполнятся.Говорят, стоит быть осторожным со своими желаниями. Иначе они могут свалиться на тебя, как снег на голову и нагло заявиться на порог твоего дома в виде надоедливой пигалицы.Ты думаешь, что она – самая невыносимая девушка на свете, ещё не зная, что в твою жизнь ворвалась особенная Снежинка – одна из трехсот пятидесяти миллионов других. Уникальная. Единственная. Та самая.А потом растаяла.Ровно до следующего Рождества.И все что у нас есть – это двадцать четыре часа безумия, от которых мы до сих пор не нашли лекарство.Но как быть, когда эти двадцать четыре часа стоят целого года?

Алекс Д , Алексей Аркадьевич Мухин , Грег Айлс , Клэр Сибер , Лана Мейер

Детективы / Триллер / Самиздат, сетевая литература / Классические детективы / Романы