Читаем En el primer cí­rculo полностью

("Y aún no conocía las cosas nuevas que le referirían sus informantes. No sabía todavía que tendría que investigar una burla a la justicia soviética; la actuación de algo llamado "El Juicio del Príncipe Igor".)

En su desesperación, se frotaba, las sienes y la frente, tratando de aquietar el enjambre de sus problemas.

Sin saber por dónde empezar, Shikin decidió mezclarse con las masas; en otras palabras, bajar al pasillo en la esperanza de encontrar algún informante que le indicara, levantando las cejas, que tenía una denuncia urgente que hacerle, que no podía ser postergada hasta la hora de las entrevistas.

Pero tan pronto llegó a la mesa del oficial de guardia, oyó que éste estaba hablando por teléfono sobre un nuevo grupo que se había creado.

¿Qué era eso? ¿Cómo podía haberse creado un nuevo grupo en el instituto, el domingo, cuando Shikin no había estado allí? ¿Cómo podían moverse las cosas tan de prisa?

El oficial de guardia se lo refirió.

¡Fue un rudo golpe! Había venido el delegado del ministro y también los generales. Shikin había estado ausente. El enfado lo estremecía. Le habría dado al delegado del ministro amplias razones para que supiera qué él estaba alerta en asuntos de seguridad. Y no le habían avisado ni pedido su consejo con tiempo; era imposible incluir al abominable Rubín en un grupo tan responsable... ¡el traicionero, falso de pies a cabeza! Juraba que creía en la victoria del comunismo, pero rehusaba convertirse en informante. Y, además, usaba esa provocativa barba, ¡el canalla!, ¡Vasco de Gama! ¡Afeitarlo!

Con sus pies pequeños calzados con zapatos para adolescentes, dando cuidadosos pasitos y con prisa deliberada, el cabeza redonda de Shikin se dirigió hacia el cuarto 21.

Había una forma de ponerse a mano con Rubín. Recientemente había elevado una petición al Tribunal Supremo para la reconsideración de su caso (la elevaba dos veces por año). Shikin podía decidir si mandar la petición con una recomendación favorable, o —como otras veces— con un comentario desagradable y negativo.

La puerta del N° 21 era sólida, sin paneles de vidrio. El mayor la empujó! Estaba cerrada con llave. Golpeó. No oyó pasos. Entonces, de pronto, la puerta se abrió ligeramente. En el intersticio de la puerta estaba Smolosidov con su amenazador copete de pelo negro. Viéndolo a Shikin, no se movió ni abrió más la puerta.

—Buenos días —dijo Shikin inseguro, poco acostumbrado a este tipo de recepción. Smolosidov era "un miembro de la Cheka" más importante que el mismo Shikin.

Smolosidov permaneció sereno como un boxeador, sus brazos inclinados y ligeramente echados hacia atrás. No dijo nada.

—Soy yo... —explicó Shikin confundido—. Déjeme entrar. Tengo que conocer su grupo.

Smolosidov retrocedió medio paso y, cubriendo todavía la habitación con su cuerpo, hizo un ademán con la cabeza a Shikin. Éste pasó a través de la estrecha abertura de la puerta y siguió el dedo de Smolosidov con los ojos. En la parte interior de la puerta pendía una hoja de papel:

Lista de personas admitidas en el cuarto N° 21:

1. Delegado del Ministro MGB — Sevastyanov

2. Jefe de Sección — Mayor General Bulbanyuk

3. Jefe de Sección — Mayor General Oskolupov

4. Jefe de Grupo — Mayor de Ingenieros Roitrnan

5. Teniente Smolosidov

6. Prisionero Rubín

Confirmado por el Ministro de Estado de Seguridad, Abakumov.

—Quisiera que llamen a Rubín —dijo en un susurro.

—¡No puede hacerlo! — respondió Smolosidov también en un susurro. Y cerró la puerta con llave.

UN SECRETARIO LIBERADO DE DUDAS

En un momento dado el sindicato había desempeñado un papel grande y significativo en la vida de los empleados libres de Mavrino. Pero entonces un camarada colocado muy alto —tan alto que era difícil llamarlo "camarada"— se había enterado de ello. Había preguntado —¿de qué se trata? — y no agregó la palabra "camarada", creyendo que no debía consentir a sus subordinados—. Después de todo, Mavrino es una unidad militar. ¿Para qué quieren un sindicato? ¿Sabe usted a qué huele eso?

Ese día se abolió el sindicato en Mavrino. Su desaparición no causó ningún trastorno.

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"При самом близоруком прочтении "Аламута", - пишет переводчик Майкл Биггинс в своем послесловии к этому изданию, - могут укрепиться некоторые стереотипные представления о Ближнем Востоке как об исключительном доме фанатиков и беспрекословных фундаменталистов... Но внимательные читатели должны уходить от "Аламута" совсем с другим ощущением".   Публикуя эту книгу, мы стремимся разрушить ненавистные стереотипы, а не укрепить их. Что мы отмечаем в "Аламуте", так это то, как автор показывает, что любой идеологией может манипулировать харизматичный лидер и превращать индивидуальные убеждения в фанатизм. Аламут можно рассматривать как аргумент против систем верований, которые лишают человека способности действовать и мыслить нравственно. Основные выводы из истории Хасана ибн Саббаха заключаются не в том, что ислам или религия по своей сути предрасполагают к терроризму, а в том, что любая идеология, будь то религиозная, националистическая или иная, может быть использована в драматических и опасных целях. Действительно, "Аламут" был написан в ответ на европейский политический климат 1938 года, когда на континенте набирали силу тоталитарные силы.   Мы надеемся, что мысли, убеждения и мотивы этих персонажей не воспринимаются как представление ислама или как доказательство того, что ислам потворствует насилию или террористам-самоубийцам. Доктрины, представленные в этой книге, включая высший девиз исмаилитов "Ничто не истинно, все дозволено", не соответствуют убеждениям большинства мусульман на протяжении веков, а скорее относительно небольшой секты.   Именно в таком духе мы предлагаем вам наше издание этой книги. Мы надеемся, что вы прочтете и оцените ее по достоинству.    

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