“Excelentemente expuesto, Royal, y tienes mi voto para Ministro de Magia si alguna vez nos desacemos de este desorden”, dijo Lee. “Y ahora, oigamos a Romulus en nuestro popular sección Ámigos de Potter’.” “Gracias, River”, dijo otra voz muy familiar. Ron empezó a hablar, pero Hermione se anticipó a él en un susurro.
“¡Sabemos que es Lupin!”
“Romulus, ¿sostienes que, como haces cada vez que apareces en nuestro programa, ese Harry Potter todav´ıa está vivo?”
“Lo hago” dijo Lupin firmemente. “En mi opinión, no hay absolutamente ninguna duda de que los mort´ıfagos habr´ıan anunciado su muerte tan extensamente como hubieran podido, si ésta hubiera ocurrido, porque dar´ıa un golpe mortal en la moral de aquellos que resisten el nuevo régimen. Él ni˜no que vivió’sigue siendo un s´ımbolo de todo aquello por lo que estamos peleando: el triunfo del bien, el poder de la inocencia, la necesidad de resistir.”
Una mezcla de gratitud y vergüenza brotó en Harry. ¿Lupin lo hab´ıa perdonado, entonces, por las cosas terribles que le hab´ıa dicho la última vez que se hab´ıan visto?
“Y qué le dir´ıas a Harry si supieras que nos está escuchando, Romulus?”
“Le dir´ıa que estamos todos con él en esp´ıtritu”, dijo Lupin, luego vaciló ligeramente,
“Y le dir´ıa que siga sus instintos, que casi siempre son correctos.”
Harry miró Hermione, cuyos ojos estaban llenos de las lágrimas.
“Casi siempre correctos,” repitió.
“Oh, ¿no te lo dije?” dijo Ron con sorpresa. “¡Bill me dijo que Lupin está viviendo con Tonks otra vez! Y por lo visto ella se está poniendo enorme...”
“... ¿y nuestro habitual repaso a los amigos de Harry Potter que están sufriendo por su lealtad?” dijo Lee.
“Bueno, como los oyentes habituales sabrán, varios conocidos seguidores de Harry Potter están ahora prisioneros, incluyendo a Xenophilius Lovegood, ahora ex-editor de El Quisquilloso” dijo Lupin.
“¡Al menos todav´ıa está vivo!” farfulló Ron.
“También hemos o´ıdo en las últimas horas que Rubeus Hagrid” Los tres jadearon, y casi se perdieron el resto de la frase. “... bien conocido guardabosques de la Escuela Hogwarts, ha escapado por poco al arrestro dentro de los terrenos de Hogwarts, donde CAPÍTULO 22. LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE
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se rumorea que ha estado celebrando reunidones de Ápoya a Harry Potterén su casa. Sin embargo, no ha sido detenido, y está, creemos, fugado.”
“Supongo que ayuda, cuando estas escapando de los mortifagos, tener un medio hermano de 10 metros de altura, ¿no?” preguntó Lee.
“Te da cierta ventaja” estuvo de acuerdo Lupin gravemente. “Puedo a˜nadir que aunque desde aqui aplaudo el esp´ıritu de Ápoyo a Potter’de Hagrid, urgimos incluso a los más devotos partidarios de Harry a no seguir su ejemplo. Las reuniones de Ápoyo a Harry Potter’son desaconsejables con el presente clima.”
“Efectivamente lo son, Romulus” dijo Lee, “¡as´ı que sugerimos que continuéis mostrando vuestra devoción al hombre de la cicatriz en forma de relámpago escuchando Potterwarth! Y ahora cambiemos a las noticias sobre el mago que ha probado ser tan escurridizo como Harry Potter. Nos gusta referirnos a él como el Jefe de los Mort´ıfagos, y aqu´ı estamos para que den sus opiniones sobre algunos de los rumores malsanos que circulan sobre él. Me gustar´ıa presentar a un nuevo corresponsal, ¿Roedor?”
“¿Roedor?” digo otra voz familiar, y Harry, Ron, y Hermione gritaron juntos.
“¡Fred!”
“No... ¿es George?”
“Es Fred, creo” dijo Ron, inclinándose más cerca, mientras fuera quien fuera el gemelo dec´ıa,
“No voy a ser ’Roedor’, de ninguna manera, ¡Te dije que quer´ıa ser Éstoque’ !”
“Oh, vale entonces, Estoque, ¿podr´ıas ponernos al corriente sobre las variadas historias que hemos estado oyendo sobre el Jefe de los Mortifagos?”
“Si, Rio, puedo” dijo Fred. “Como nuestros oyentes sabrán, a menos que se hayan estado refugiando en el fondo de la charca de un jard´ın o en algún sitio similar, la estrategia de Quien-no-debe-ser-nombrado de permanecer en la sombra a creado un agradable clima de pánico. Si todas los presuntos avistamientos fueran genuinos, tendr´ıamos al menos diecinueve Quien-vosotros-Sabéis sueltos por ah´ı.”
“Es lo que le conviene, por supuesto”, dijo Kingsley. “El aire de misterio está creando más terror que si se mostrara abiertamente.”
“Estoy de acuerdo”, dijo Fred. “As´ı que, gente, intentemos calmarnos un poco. Las cosas son suficientemente malas sin tener que inventar cosas también. Por ejemplo, esta nueva idea de que Tú-Sabes-Quién puede matar a la gente con la sola mirada de sus ojos.
Eso es un basilisco, oyentes. Una prueba simple: verifica que la cosa que tienes ante ti tiene piernas. Si las tiene, es seguro mirarle a los ojos, aunque si es de verdad Tú-Sabes-Quién, seguramente será lo último que hagas.”
Por primera vez en muchas semanas, Harry se estaba riendo: pod´ıa sentir como le abandonaba el peso de la tensión.
“¿Y los rumores de que se le ha visto en el extranjero?” preguntó Lee.