Читаем La música del Adiós полностью

En el canal, con el agua hasta la cintura, había agentes de la científica con el mismo equipo de pescadores de caña y pantalones impermeables con tirantes.

– Encontrarán una colilla mía -dijo Rebus a Clarke-, si no se la ha llevado la corriente o se la ha comido un pato.

– Resultará precioso cuando identifiquen el ADN.

Él se volvió hacia ella y le agarró un brazo.

– Yo no niego que haya estado aquí. Lo que sí digo es que Cafferty estaba perfectamente cuando le dejé.

Ella no le miró a la cara y Rebus soltó su brazo.

– No pienses eso que estás pensando -añadió él en voz baja.

– ¡Tú qué sabes lo que yo pienso!

Volvió a darle la espalda y vio al inspector Shug Davidson dando órdenes a unos agentes de uniforme de su comisaría. Detrás de él hablaban Stone y Prosser.

– Van a verte de un momento a otro -dijo Clarke.

Rebus asintió con la cabeza. Ya había retrocedido unos pasos hacia atrás del grupo de curiosos y ella le siguió hasta que estuvieron totalmente detrás. Allí era donde él había aparcado el coche el día que siguió a Cafferty. Le dolía la cabeza.

– ¿Tienes una aspirina? -preguntó.

– No.

– Es igual, sé dónde pueden darme una.

Ella comprendió a qué se refería.

– No lo dirás en serio.

– En mi vida he hablado tan en serio.

Ella le miró fijamente, luego volvió la vista hacia el canal y finalmente se decidió.

– Te llevo -dijo-. Tengo el coche en Gillmore Place.

Casi no intercambiaron una palabra por el camino al hospital Western General. Era donde habían ingresado a Cafferty, no sólo porque estaba más cerca que el Infirmary, sino porque contaba con un servicio de fracturas craneales.

– ¿Tú le has visto? -preguntó Rebus al llegar al aparcamiento. Clarke negó con la cabeza.

– Cuando Shug me llamó pensó que me daba una buena noticia.

– Él sabe que entre nosotros y Cafferty tenemos nuestros más y nuestros menos -dijo Rebus.

– Pero enseguida se dio cuenta de que había algo raro.

– ¿Tú le dijiste que yo tenía una cita con Cafferty?

Ella volvió a negar con la cabeza.

– No se lo he dicho a nadie.

– Pues deberías haberlo hecho: es la única manera de que no te cubra la mierda. Stone no tardará en imaginárselo.

– Ya verás en cuanto adviertan que me he largado… -añadió ella entrando en un espacio del aparcamiento y quitando el contacto. A continuación se volvió hacia él-. Bueno, cuéntamelo.

Él la miró a la cara.

– Yo no le toqué un pelo.

– ¿Y de qué hablasteis?

– De Andropov y de Bakewell… de Sievewright y de Sol Goodyear -contestó él encogiéndose de hombros y decidiendo omitir lo del toro del matadero-. Lo curioso es que estuve a punto de ofrecerme a llevarle a casa.

– Ojalá lo hubieras hecho -comentó ella un poco más sosegada.

– ¿Quiere eso decir que me crees?

– No me queda otro remedio, ¿no te parece? Después de todo por lo que hemos pasado… si no te creo, ¿qué otra cosa puedo hacer?

– Gracias -dijo él despacio, apretándole la mano.

– Aún tienes que contarme lo de tu enfrentamiento con los de la SCDEA -añadió ella apartando la mano.

– Tenían a Cafferty sometido a vigilancia, advirtieron que yo también espiaba y me hicieron una advertencia -dijo él encogiéndose de hombros-. Vamos a ver cómo está.


* * *


En el hospital, lo primero que les preguntaron fue: «¿Son ustedes de la familia?».

– Es mi hermano -dijo Rebus.

Su afirmación les abrió las puertas y les hicieron pasar a la zona de visitas, desierta a aquella hora de la noche. Rebus cogió una revista. Páginas y más páginas de cotilleos sobre famosos y además seis meses atrasados, por lo que era muy probable que los famosos ya no lo fueran. Se la tendió a Clarke pero ella negó con la cabeza.

– ¿Tu hermano? -dijo.

Rebus se encogió de hombros. Su hermano de verdad había muerto hacía año y medio. En los últimos veinte años él le había prestado menos atención que a Cafferty… y probablemente pasado menos tiempo con él también.

«Uno no elige su familia, pero puede elegir sus enemigos», pensó.

– ¿Y si muere? -preguntó Clarke, cruzando los brazos. Tenía las piernas estiradas y cruzadas en los tobillos, arrellanada en el asiento.

– No tendré esa suerte -respondió Rebus. Ella le miró con el ceño fruncido.

– ¿Quién crees que está detrás de esto?

– ¿No puedes concretar con algunos nombres? -replicó él.

– ¿En cuáles piensas tú?

– Depende de si ha enfadado a sus amigos rusos.

– ¿Andropov?

– Para empezar. Los del SCD dijeron que estaban a punto de echar el guante a Cafferty. Puede que haya muchos a quienes no interesa que eso suceda.

Rebus guardó silencio al ver que un médico increíblemente joven con la clásica bata blanca cruzaba las puertas batientes al fondo del pasillo y, libreta en mano y bolígrafo entre los dientes, se dirigía hacia ellos. Se quitó el bolígrafo de la boca y lo guardó en el bolsillo superior.

– ¿Es usted el hermano del paciente? -preguntó. Rebus asintió con la cabeza-. Bien, señor Cafferty, no necesito decirle que Morris, gracias al cielo, tiene un cráneo muy resistente.

– Le llamamos Ger -dijo Rebus-. A veces, Big Ger.

Перейти на страницу:

Похожие книги

Профайлер
Профайлер

Национальный бестселлер Китая от преподавателя криминальной психологии в Университете уголовной полиции. Один из лучших образцов китайского иямису — популярного в Азии триллера, исследующего темную сторону человеческой натуры. Идеальное сочетание «Внутри убийцы», «Токийского зодиака» и «Молчания ягнят».«Вампир». Весной 2002 года в китайском Цзяньбине происходит сразу три убийства. Молодые женщины задушены и выпотрошены. Найдены следы их крови, смешанной с молоком, которую пил убийца…Фан Му. В Университете Цзянбина на отделении криминалистики учится весьма необычный студент. Замкнутый, нелюдимый, с темными тайнами в прошлом и… гений. Его настоящий дар: подмечать мельчайшие детали и делать удивительно точные психологические портреты. В свои двадцать четыре года он уже помог полиции поймать нескольких самых опасных маньяков и убийц…Смертельный экзамен. И теперь некто столь же гениальный, сколь и безумный, бросает вызов лично Фан Му. Сперва на двери его комнаты появляется пятиконечная звезда — фирменный знак знаменитого Ночного Сталкера. А на следующий день в Университете находят труп. Убийца в точности повторил способ, которым Ночной Сталкер расправлялся со своими жертвами. Не вписывается только шприц, найденный рядом с телом. Похоже, преступник предлагает профайлеру сыграть в игру: угадаешь следующего маньяка — предотвратишь новую смерть…

Лэй Ми

Триллер
24 часа
24 часа

«Новый год. Новая жизнь.»Сколько еще людей прямо сейчас произносят эту же мантру в надежде, что волшебство сработает? Огромное количество желаний загадывается в рождественскую ночь, но только единицы по-настоящему верят, что они исполнятся.Говорят, стоит быть осторожным со своими желаниями. Иначе они могут свалиться на тебя, как снег на голову и нагло заявиться на порог твоего дома в виде надоедливой пигалицы.Ты думаешь, что она – самая невыносимая девушка на свете, ещё не зная, что в твою жизнь ворвалась особенная Снежинка – одна из трехсот пятидесяти миллионов других. Уникальная. Единственная. Та самая.А потом растаяла.Ровно до следующего Рождества.И все что у нас есть – это двадцать четыре часа безумия, от которых мы до сих пор не нашли лекарство.Но как быть, когда эти двадцать четыре часа стоят целого года?

Алекс Д , Алексей Аркадьевич Мухин , Грег Айлс , Клэр Сибер , Лана Мейер

Детективы / Триллер / Самиздат, сетевая литература / Классические детективы / Романы